Caminamos con la Virgen María para cumplir la Voluntad de Dios / Por Conchi Vaquero y Arturo López

 

Camino Católico.-  La Virgen María, la madre de Jesús el Señor, el Salvador, se levanta siempre con prontitud para acompañarnos cada vez que deseamos engendrar y hacer crecer la vida de su Hijo y la Voluntad de Dios en nuestro caminar cotidiano.   María se levantó con prontitud para visitar a su prima Isabel, embarazada como ella de Juan, un elegido de Dios para predicar el bautismo de conversión.Habitualmente hemos escuchado con pesar debates sobre la necesidad de ir por María a Jesús o hacerlo directamente. Estamos convencidos que estos planteamientos son absurdos. A Jesús se va «con» María pero no «por» María.

En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel queasuncion200px-tizian_041.jpgdó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor
y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,
porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre
y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón.
Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.
A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada.
Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia
como había anunciado a nuestros padres en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.»
María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.
(Lucas 1, 39-56)

La Virgen María, la madre de Jesús el Señor, el Salvador, se levanta siempre con prontitud para acompañarnos cada vez que deseamos engendrar y hacer crecer la vida de su Hijo y la Voluntad de Dios en nuestro caminar cotidiano. María se levantó con prontitud para visitar a su prima Isabel, embarazada como ella de Juan, un elegido de Dios para predicar el bautismo de conversión.

Habitualmente hemos escuchado con pesar debates sobre la necesidad de ir por María a Jesús o hacerlo directamente. Estamos convencidos que estos planteamientos son absurdos. A Jesús se va «con» María pero no «por» María. Claro que María siempre nos llevará a Jesús: «haced lo que Él os diga», como afirmó en las bodas de Caná. Pero la clave está en que María, que fue la primera en cumplir llena de gracia la voluntad de Dios para la salvación del mundo, quiere acompañarnos en el seguimiento de Cristo Resucitado, conociendo las profundas dificultades y contrariedades que supone el ser fiel al Padre del Cielo. Ella al decir´un «Sí» total a Dios Padre hace el mismo camino que Jesús en el crecimiento del Amor de Dios.

María es crucificada espiritualmente en el Calvario con Jesús. El dolor de María está ahogado por el silencio y bendecido por la libertad con la que sabía que Cristo iba a Salvarnos para siempre de nuestros pecados. El juicio de este mundo se celebró hace 2007 años cuando Jesús se entrega libremente y María nos acepta como sus hijos. El velo del templo se rasgó de arriba a bajo como signo inequívoco que la salvación viene de lo Alto, de Dios. Ese día fue condenado y vencido el príncipe de easunciondormicion20de20la20virgen.jpgste mundo, que nos acusaba ante el Padre día y noche.

María acepta ser nuestra Madre cuando Jesús le pide que acoja a Juan el discípulo amado. Todos somos hijos del mismo Padre y la Virgen sigue diciendo Sí a todos los designios del Altísimo. Ella acepta, desde el anuncio del ángel de su gestación hasta la muerte en Cruz de Cristo, ser la servidora, lavarnos los pies, y prepararnos para cumplir, con su permanente intercesión, la misión que se nos encomienda. Servir es levantarse con prontitud. San Pablo nos da las instrucciones necearías para seguir el camino de servicio de la Virgen en Efesios 6, 14-18 : » ¡En pie!, pues; ceñida vuestra cintura con la Verdad y revestidos de la Justicia como coraza, calzados los pies con el Celo por el Evangelio de la paz, embrazando siempre el escudo de la Fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del Maligno. Tomad, también, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios; siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos».

María afronta la única Verdad que perdurará para siempre, asumiendo todas las dificultades que se le pueden presentar, aceptando gestar por obra del Espíritu Santo a Jesús. ¿Hemos interiorizado que estamos llamados a convertir nuestra vida
en una entrega total a Jesús por el don del Espíritu?.

Debemos confesar que a Arturo siempre le había parecido aburrido rezar el Rosario. Sólo cuando pasados los 30 años tuvo una experiencia poderosa del Amor de Dios llegó a conocer la importancia de la compañía de María en nuestro camino espiritual. Arturo había estado en el Monasterio de la Virgen de Montserrat en Catalunya, en el Santuario de Lurdes de Francia o en el de Fátima en Portugal. Quedaba impresionado por las devociones piadosas y el ambiente pero no había conocido a la Madre de Cristo profundamente.

asuncion09ani2.gifDespués María ha sido la compañera fiel de camino que ha marcado los grandes momentos de nuestra vida, junto al Padre, a Jesús y al Espíritu Santo. Nos comprometimos el día de la Virgen de Montserrat y nos casamos el día de la Inmaculada Concepción en nuestra Parroquia cuya titular es la misma advocación. En el santuario de Lurdes conocimos hace 27 años a Carlos García Malo, sacerdote, y padrino de nuestros dos hijos. Carlos ha sido el amigo de nuestra vida. Aquel que ha respondido en los mayores momentos de rompimiento. Él puso bajo la protección de la Virgen de Montserrat a nuestros dos hijos el día de su bautismo.

Rezar con María es descansar cuando uno está desanimado y caído. Ella se ocupa de todo. Las mayores experiencias de conversión de personas afectadas por pecados graves y con problemas emocionales y espirituales siempre han estado acompañadas de la intercesión de la Virgen María. Rezar el Ave María tiene un poder impensable aunque de inmediato no se vean resultados. El rosario ha formado más parte de la vida familiar de Conchi. Sin embargo, darse cuenta de la presencia real de María supuso también una poderosa experiencia personal del Amor de Dios.

Hoy nos damos cuenta que las oraciones a María piadosas y emocionales siempre sirvieron. No por nuestro esfuerzo sino porque cuando invocamos su nombre la Virgen se hace presente e intenta llevarnos a la voluntad de Dios. Lo hace en silencio como lo hizo con su hijo Jesús. Y si no la invocamos también está trabajando en la tierra para que cumpliendo la misión a la que nos llama el Señor podamos tener nuestra Asunción personal al cielo, cuando terminen nuestros días en la tierra. Como dice el padre Raniero Cantalamessa: «María pasa su cielo haciendo el bien en la tierra»

En palabras del Papa Juan Pablo II:
“Con la Asunción de María a los cielos se han realizado definitivamente en Ella los efectos de la única mediación de Cristo, Redentor del mundo y Señor resucitado: “todos revivirán en Cristo.Pero cada cual en su rango” (I Corintios.15, 22-23) La Asunción es don y gracia de Dios, María es la primera entre todos que ha gozado de los méritos de Cristo, es señal de esperanza para los creyentes en Cristo que en ella ven la certeza del paraíso. La glorificación de la cual María ya goza es la que espera a los fieles al final de los tiempo, estar en cuerpo y alma en el cielo.

Virgen Santa intercede para que seamos fieles, inmaculados, llenos de la gracia de Dios, dispuestos a servir según la revelación de Jesús en los Evengelios. Ora para que seamos fortalecidos en nuestra debilidad, para que sepamos escuchar a Dios y a los hombres sin renunciar a la voluntad del Padre del Cielo. Protégenos para que seamos testigos auténticos sin mancha, capaces de callar y valientes para vivir lo que proclamamos. Gracias Padre, Hijo y Espíritu Santo por María nuestra Madre. Amén.

Conchi Vaquero y Arturo López

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