David Schwimmer, estrella de “Friends”, ahora defensor de las víctimas de violación, repudia la cultura de las celebridades: “todo lo que hacen es sobre sexo”

27 de julio de 2011.-  A David Schwimmer le gustaría que se llegue a conocer un poco mejor al verdadero David.  El rostro memorable de Schwimmer es generalmente reconocido solo como el de Ross Geller, a partir de las series exitosas de “Friends”, en el rol que hizo de él uno de los actores sitcom mejor pagados. Ahora el actor y director de 44 años de edad está utilizando su talento para mucho más: oponerse a la sexualización de las jóvenes en la cultura pop, algo que él lamenta ha llegado a ser “mucho peor” en las últimas décadas.

Celia Walden, del diario británico The Telegraph, se ha sentad0 con Schwimmer para escuchar sus reflexiones sobre de qué manera la atmósfera comercial de Hollywood, saturada de sexo, agobia a las jóvenes y alienta la mentalidad de los violadores. David Schwimmer  dice que “el sexo vende y desafortunadamente hay una hipocresía institucionalizada en nuestra sociedad: siempre estamos hablando sobre cuán inapropiado es ver a un hombre muy mayor con una joven de corta edad, pero al mismo tiempo todo nuestro reclamo se basa en eso. Además, tanto aquí como en el Reino Unido, tenemos este real énfasis en cuán importante es verse joven y sexual, de tal forma que ese es el mensaje que estamos enviando a nuestras niñas. Miremos a las estrellas más famosas del pop a nuestro alrededor en este momento: todo lo que ellos hacen es sobre sexo”.

El actor recuerda momentos en su vida – lo que él llama “períodos oscuros” – donde él mismo encontra “complicidad en todo el ámbito de las celebridades, aún cuando era algo que siempre resistí y todavía resisto. Por eso si yo iba a casa con alguna mujer no me importaba nada de eso, y bien, yo pasé esos momentos muy duros”.

Por otro lado, la historia de las relaciones de Schwimmer es una rareza en Hollywood: su explosiva carrera en “Friends” hizo cada vez más difícil que pudiera “encontrar mujeres sustanciales”, explica él, y por eso se mantuvo soltero hasta que se casó con la fotógrafa británica Zoe Buckman en junio de 2010. Su esposa dio a luz a su hija Cleo hace un mes.

Ahora que él se ha apartado del estilo de vida de Hollywood, Schwimmer se ha dedicado a ayudar a sus víctimas olvidadas. Asegura que su relación con dos mujeres, ambas víctimas de abuso sexual infantil y una de ellas víctima de una violación posterior, lo “sensibilizó” respecto al tema de la violación. Esto lo llevó a tomar posición como director con el Centro Santa Mónica para el Tratamiento de la Violación, en Los Ángeles.

Pero el activismo de Schwimmer no termina con el trabajo voluntario en sus tiempos de ocio. Recientemente, David Schwimmer terminó de dirigir una película, “Trust”, el sector del que asume una mirada dura sobre el precio que paga la inocencia perdida de una cultura: retrata la seducción gradual por Internet y la violación de una niña de 14 años, cuyo padre descuidado, en un rasgo amargo de ironía, está trabajando en ese momento en una campaña de aviso seductora.

Obviamente, filmar la historia de la violación de una joven podría haber resultado contraproducente, pero el director asevera que fue a grandes rasgos para proteger a la joven actriz, filmando “con elegancia y con respeto a ella y a su cuerpo”, e inclusive dejando el set hasta el último día de una filmación de todo un mes, para proteger la privacidad de la niña.

Schwimmer dice que intentó él mismo interpretar el rol principal para demostrar que los violadores “no son siempre los jóvenes de cabello grasiento que viven solos con sus mamás. Pensé que yo podría trabajarlo bien porque yo quería mostrar que esos jóvenes son con frecuencia nuestros vecinos, nuestros líderes religiosos, nuestra familia y nuestros amigos. Pero al final decidí que eso podía perjudicar a la película”. “Trust” empezó a proyectarse en los cines el 8 de julio.

Ahora,   David Schwimmer, un marido y padre feliz,  también reflexiona sobre la forma en que su hija bebé lo llevó a modificar su perspectiva inclusive después, agregando “una nueva dimensión completa a mi vida. Yo estaba muy en contacto con esa inocencia antes que llegara la fama, es maravilloso haber vuelto a ella», Pero con su nuevo amor llega un desafío no menor. “Con lo que está sucediendo en el modo-Internet habrá un juego de béisbol diferente cuando mi hija crezca”, dice él. “Como todo padre, quiero protegerla de lo que hay allí afuera”.

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