El cantante Al Bano cuenta su vida unida a la fe en el libro “Yo Creo”: «Salí del túnel cuando me di cuenta de que sin el diálogo con Dios vivía peor»

5 de abril de 2012.- (Camino Católico)  «Mi exmujer Romina compartía mi visión religiosa de la vida. Después ella se acercó al budismo. Un día quitó una imagen de la Virgen que teníamos en el jardín para colocar la de Ganesha, la divinidad con la cabeza de elefante. Me rebelé y le dije: «Con todo el espacio que hay, y la debes poner justo en el lugar de la Virgen». Sufrí mucho porque no compartíamos la misma fe….Romina sentía una gran pasión por la India, pero no por la India de la Madre Teresa de Calcuta, sino por la India del hinduismo, de los mantras, de Ganesha, de la mitología. Siempre me he preguntado cómo se puede amar y venerar a un ser con cabeza de elefante y cuerpo de hombre o mujer. Esta propensión de Romina es algo que contribuyó en alejarnos», explica el cantante Al Bano  Carrisi en su libro «Yo creo. Porque con la fe no me he rendido jamás», que ya está a la venta en toda Italia, y en el que cuenta su vida, entre demonios y santos.

El argumento del libro es su fe religiosa. Y en especial su catolicismo. «Porque la fe me ha salvado». Y confiesa que para él «Dios es todo, le hablo, lo veo en el viento en el sol…».  El cantante revela que la cruz es para él una especie de arma secreta: «Al diablo lo siento, advierto su presencia; entonces rezo y me cubro de cruces». No tiene dudas Al Bano en el más allá: «Creo que la vida no termina con la muerte. En la belleza de la naturaleza y en el amor de un hijo reconozco la chispa de un amor más grande».

Crisis de fe

«En 1994, a raíz de lo que sucedió, mi fe en Dios se sometió a una dura prueba. Comencé a hacerme muchsa preguntas. ¿Por qué me pasaba eso justo a mí? ¿Por qué esta tragedia? No encontraba respuesta… Entré en una crisis y sepulté mi fe bajo una espesa capa de cenizas. Comencé a vivir con descuido, comencé a ir contra mis propios principios, que hasta entonces habían guiado mi vida. Clamaba contra el Cielo.En ese periodo descubrí el Lexotan, que me recomendó un amigo. No lograba dormir, no conseguía encontrar una razón. (…) Luego estaba Romina: estaba convencida de que Ylenia estaba viva. Sigue convencida a día de hoy. Así que entre en una crisis religiosa».

La Resurrección

«Salí del túnel cuando me di cuenta de que sin el diálogo con Dios vivía peor. Me di cuenta de que había entrado en un callejón sin salida y repleto de maldad. Me había convertido en una persona que era mala conmigo misma y con los otros (…) Poco a poco, comencé a tomar conciencia de que debía retomar las riendas de mi vida, de mi existencia. Era responsable de las hijas que había traído al mundo con Romina. Lentamente, en 1996, comencé a volver a vivir. Y volví a cantar como solista».

«El quinto mandamiento dice: `No matarás´. Dejad que os diga algo sobre el aborto. Lo hago con inmenso dolor, porque es una experiencia que he vivido de manera muy cercana en una fase difícil de mi vida. Siento dolor por mis pecados. No deseo decir más, pero sabed que he relacionado ese hecho con lo que posteriormente le ocurriría a mi hija Ylenia».

«Creo que si alguien, como es mi caso, tiene un accidente durante su camino debería ser ayudado, acogido y apoyado por los hombres de la Iglesia. No deberían hacerme sentir culpable por cosas que me he visto obligado a vivir: el divorcio no formaba parte de mi credo, lo he tenido que soportar». A sus 68 años, y trabajando en el mundo de la canción desde hace 45, Albano Carrisi, desnuda su alma en esta biografía transparente y llena de intimidades.

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