Faith Major, embarazada, abandonada, con medio sueldo de camarera, acudió a un centro provida, encontró una familia y «a Dios que usó mi crisis para acercarme a Él»

* «Me di cuenta de que los católicos perdonan, aman y dan de manera diferente de como yo había aprendido a vivir. Lo que aprendí correspondía bien con mi alma. Le pregunté a Dios lo que significaba todo eso, y Él me dijo ‘significa que debes ser católica. Estoy muy agradecida de que el Señor esté usando lo poco que tengo que ofrecer a cambio de todas estas oportunidades para acercarme a Él y convertirme en la mujer que siempre quiso que fuera»

Camino Católico.- Esta es una historia que acaba con boda y final feliz, pero empieza con la dura experiencia del abandono. En 2017, Faith Major era una universitaria que estudiaba y trabajaba a media jornada como camarera. Entonces, su novio la dejó.

Ya habían planeado su boda y hasta le habían puesto fecha, pero él la abandonó cuando supo que estaba embarazada y que no pensaba abortar.

Faith no era una joven religiosa, había abandonado toda práctica religiosa al dejar la niñez. Simplemente, dice, sintió despertar en su interior la ilusión y la alegría de ser madre.

Sola, sin un lugar donde vivir y sin apenas ingresos, la joven visitó el Centro de Recursos para Embarazadas de Rolla (Missouri) porque hacían pruebas de ultrasonidos gratis. Allí conoció a la familia Dalton, que cambiaría su vida para siempre. Lo cuenta J.M.C. en Religión en Libertad.

– ¿Qué quieres hacer? – le preguntó Jane Dalton, una veterana activista provida.

– Quiero tener al bebé, terminar los estudios y hacerme económicamente autosuficiente para poder darle una buena vida – respondió Faith.

– Puedes lograrlo, y nosotros te podemos ayudar – le respondió Jane, que había atendido a más de 10.000 embarazadas en su larga experiencia provida.

“Los Dalton me convencieron de que no estaba sola, de que cualquier cosa que necesitara, ellos me ayudarían”, diría Faith.

Los Dalton, una familia católica y provida

Jane y su esposo Joe son católicos. Joe Dalton pertenece a los Caballeros de Colón, la mayor asociación de laicos católicos de Estados Unidos, fundada en el siglo XIX, de firme ideario provida y profamilia. De hecho, durante un tiempo Jane y Joe dirigieron una organización provida con presencia en todo el país.

Los Dalton llegaron a Rolla (Missouri) en 2006 con sus 8 hijos. En cuanto supieron que la ciudad tenía una delegación de la multinacional abortista Planned Parenthood, se animaron a combatir su tétrico negocio y pusieron en marcha un centro que ayudara a las chicas embarazadas en apuros.

Los Caballeros de Colón ayudaron al centro financiando el equipo de ultrasonidos, el mismo equipo que atraería a Faith. El centro también ayuda a las chicas con orientadores profesionales que las guían para tomar buenas decisiones y reorganizar sus vidas

Estudios, trabajos… y redescubrir a Dios

Con el apoyo del centro y alojada en sus instalaciones, Faith pudo centrarse en sus estudios universitarios. Al avanzar el año, terminó sus estudios, comenzó su carrera como cosmetóloga y dio a luz al pequeño Noah.

En esos meses, la joven madre volvió a dejar entrar a Jesucristo en su vida. Había sido criada en una familia cristiana, pero problemas familiares graves le habían dificultado un trato cercano, de confianza, con Dios.

Dios realmente usó mi crisis para acercarme a Él. Y sigue haciéndolo”, explica la joven. Dios también usó a las personas que le ayudaban con generosidad y cercanía. “Me di cuenta de que los católicos perdonan, aman y dan de manera diferente de como yo había aprendido a vivir”, dijo.

La opción por el catolicismo

En enero de 2019 Faith acompañó al matrimonio Dalton a Washington, a participar en la Marcha por la Vida y en algunos eventos provida donde podía dar su testimonio. Incluso conoció allí al vicepresidente Mike Pence.

En el viaje de vuelta, Faith, formada en un entorno protestante, fue preguntando a los Dalton cosas que le intrigaban sobre la fe católica. Sus respuestas, dice, le dieron paz y claridad.

“Lo que aprendí correspondía bien con mi alma. Le pregunté a Dios lo que significaba todo eso, y Él me dijo ‘significa que debes ser católica.’”

Comenzó a ir a Misa con los Dalton cada domingo en su Parroquia de St. Patrick y a prepararse para el sacramento de iniciación. El 23 de junio de 2019, Faith fue confirmada como católica, con Jane como su madrina, y recibió la Primera Comunión. Y el pequeño Noah fue bautizado, con Joe y Jane como sus padrinos.

Faith Major durante el bautizo de su hijo en 2019. Jane y Joe Dalton (derecha) fueron los padrinos de Noah.

Un «caballero al rescate»

Mientras tanto algo hermoso pero complicado había empezado a suceder. Faith había empezado a mirar con interés a Gabe, de 21 años, uno de los hijos de Joe y Jane. El joven también era miembro de los Caballeros de Colón y le ayudó a mudarse, primero a la casa de acogida, luego al nuevo hogar al crecer el niño.

Ambos se admiraban de lejos, pero sabían que una relación romántica no podía ser adecuada en ese momento, mientras Faith fuera una usuaria del centro de acogida.

“Después ella me diría que pensaba que yo trataba de ignorarla», explicó Gabe más adelante. «En realidad, yo trataba de no quedarme mirándola demasiado.

Gabe completó un curso de soldador y encontró un empleo en Minnesota. Ella lo miró de una forma nueva. “Cuando vino de visita, lo vi de una forma totalmente diferente», recordó Faith. «Ahora era realmente maduro y tenía un claro aire de confianza.”

Un día, rezando en misa sobre qué camino tomar, Faith salió a comulgar dejando al niño con Gabriel, que se ofreció a cuidarlo en la parte trasera de la iglesia. Al acabar la misa, Faith encontró a Gabe y al niño rezando arrodillados en la capilla del Santísimo.

“Lo vi como un momento milagroso. Mi hijo nunca se comportaba así. Yo me había sentado junto a Gabe muchas veces en Misa, pero ahora mis ojos se abrieron de repente y supe que él era el indicado.”

Empezaron a salir juntos y en pocos meses el joven preguntó al niño si podía casarse con su madre. Noah dijo que sí, y Faith también. Se casaron en junio de 2020. Joe -ahora su suegro- acompañó a Faith al altar y otras dos mujeres del centro de acogida de embarazadas fueron sus damas.

Orientar a otras mujeres hablando de su experiencia

Actualmente, Gabriel disfruta de su nueva vida como marido y padre: “Durante toda mi vida Dios me ha estado preparando para Faith y Noah”, explica.

Faith sirve como voluntaria en el Centro de Recursos para Embarazadas y quiere dedicarse a aconsejar a otras mujeres hablando de su experiencia: “Estoy muy agradecida de que el Señor esté usando lo poco que tengo que ofrecer a cambio de todas estas oportunidades para acercarme a Él y convertirme en la mujer que siempre quiso que fuera”.


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