Imran Firasat: «Si vuelvo a Paquistán me espera la pena de muerte por blasfemia»
«Más que una religión, el Islam es un castigo», sentencia Imran con fimeza. «Pero no toda la gente en Pakistán es mala, ni todos los musulmanes lo son»
12 de agosto de 2010.- España es su última esperanza y se está agotando. Imran y Jenny viven desde hace dos años en Santander, y aguardan sin éxito desde hace meses el permiso de residencia. Su pasaporte caduca el día 18 de mayo y si ese día no han recibido la autorización, tendrán que volver a sus países, por separado y sin sus hijos. Él, a Paquiistán, donde le espera la cárcel, la tortura y probablemente la muerte por blasfemo y apóstata. Ella a Indonesia, donde le aguarda una vida incierta. Desde que se conocieron, Imran Firasat (pakistaní ex-musulmán) y Jenny Setiawan (indonesia budista) viven un calvario que les ha llevado de un país a otro, sin poder quedarse en ninguno. Su pecado es haberse enamorado en un lugar, Paquistán, donde la implacable «sharia» no admite matrimonios mixtos, y mucho menos convivencia o hijos fuera del matrimonio.
(Mar Velasco / Religión en Libertad) «Más que una religión, el Islam es un castigo», sentencia Imran con fimeza. «Pero no toda la gente en Pakistán es mala, ni todos los musulmanes lo son. Mi padre, al que mataron por mi culpa, era un hombre bueno. Pero Pakistán lleva un retraso de doscientos años respecto al resto del mundo, es una sociedad islámica estricta donde nadie puede hacer nada libremente. Antes de comenzar algo, debemos pensar cuidadosamente en la reacción de la gente. Y mantener relaciones prematrimoniales supone un delito castigado con el apedreamiento hasta la muerte», explica. Imran pidió a Jenny que se convirtiera al islam para poder casarse con ella, tal y como dicta la ley islámica. Pero Jenny ha visto morir a sus padres y a su primer marido a manos de los musulmanes indonesios. Convertirse al islam era superior a sus fuerzas, así que comenzaron a vivir juntos en casa de Imran, en espera de una solución. Pero los vecinos no lo permitieron.