Laurent y Solange, matrimonio de París: “Procuramos vivir un compromiso sencillo con Cristo, para entrar en su intimidad y presentarle nuestra vida”

* Laurent: “No basta conformarse con una fe mediocre, con una fe tibia. Cuando eres creyente, necesitas una fe fuerte, entera, que incluye toda tu vida”

* Solange: “Me marcó saber que Dios me llamaba a dar más unidad a todas las facetas de mi vida, que todo está en Él y todo lo puedo hacer por Él”

5 de septiembre de 2012.– (Opus Dei Camino Católico) Solange y Laurent son una joven pareja de París, con tres niños pequeños. Los dos pertenecen al Opus Dei y en este vídeo explican cómo la vida espiritual les ayuda a quererse más. El testimonio textual de como viven su fe cotidiana es el siguiente:

Solange:Conocí el Opus Dei cuando iba al colegio, gracias a una amiga que me invitó a participar en una actividad de teatro. Me gustó mucho. No sabía que el Opus Dei era una familia de la Iglesia. Quizá Laurent puede contarlo mejor, porque tú fuiste admitido en la Obra muy pronto. 

Laurent: Sí, desde que fui por primera vez a un centro del Opus Dei hasta que pedí  ser admitido como supernumerario, pasó un año. Encontré lo que mis padres me habían enseñado, lo que había aprendido en mi familia: la santificación del trabajo y el espíritu laical.  

La segunda cosa que me llamó la atención fue el nivel de exigencia espiritual. No basta conformarse con una fe mediocre, con una fe tibia. Cuando eres creyente, necesitas una fe fuerte, entera, que incluye toda tu vida. 

Solange:Ese es el tema que más me sorprendió: la unidad de vida, que la formación del Opus Dei nos ayuda a llevar en todos los ámbitos de nuestra vida: la familia, el trabajo, la oración…  

Me marcó saber que Dios me llamaba a dar más unidad a todas las facetas de mi vida, que todo está en Él y todo lo puedo hacer por Él. 

Por el hecho de que Laurent y yo formemos parte del Opus Dei, nuestros hijos no estarán obligados a participar de las actividades de formación o a ser miembros. 

Laurent:Es un modo de hablar, pero digamos que en la vida espiritual  «cada uno va por su cuenta», como por ejemplo en la vida profesional. Evidentemente, es algo que influye en nuestra vida de matrimonio. 

Solange: -Podemos hablar de ello juntos, cuando podemos vamos a Misa juntos, recitamos el rosario juntos, rezamos juntos, especialmente en vacaciones… Es algo que se puede compartir en la pareja y que añade felicidad a nuestra vida. 

Laurent: –Una de las cosas más interesantes que enseñaba san Josemaría es que no por el hecho de estar casados tenemos que vivir como si fuéramos dueños del cónyuge. Y que hay que mantener vivo el espíritu que se tenía de novios. 

Solange: Cuando empiezas a conocer a alguien porque te has enamorado de él, quieres saber más sobre él: quién es, qué le gusta, qué hace… En la vida de pareja es igual: me intereso por lo que Laurent ha hecho durante su día, a quién ha visto, etc. 

No puedo creer que, por el hecho de estar casados -ya hace seis años-, lo sé todo sobre él. No, siempre tu pareja te puede sorprender con algo nuevo. Por eso es importante mantener ese espíritu, el espíritu del noviazgo, que permite amarse cada día con un espíritu renovado. 

Procuramos vivir un compromiso sencillo con Cristo, para entrar en su intimidad y presentarle nuestra vida. En el Opus Dei se nos anima a ser prácticos, concretos. En el camino que recorremos con Dios, se trata de identificar los puntos concretos en los que puedes mejorar.  

Mi día está lleno. Trabajo fuera el 80% de la jornada y tengo tres niños pequeños. Por la mañana, comienzo con un rato de oración, levantándome un poquito más temprano. Es algo que me da paz, porque sin esa oración, no soportaría la presión, ni llegaría a hacer todo lo que debo hacer. Y me sirve para centrarme: en el trabajo, estar en el trabajo; en casa, estar con los niños; y al rezar, verdaderamente estar con Dios.  

Tengo que buscar momentos de calma, y lo mejor es cuando hago esa oración en una iglesia, pero si no es posible, me recojo en mi habitación y trato de hablar tranquilamente con Dios. 

Algunas personas me dicen que mi compromiso con el Opus Dei es demasiado. Es cierto que es exigente, pero gracias a esa regularidad en la vida de oración adquiero mucha paz y libertad interior, y eso me permite vivir mi jornada con serenidad.  

Laurent: Las vacaciones se han acabado. ¡Volvemos al ritmo agitado de la vida parisina!

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