Miguel Vidal, periodista: De la televisión-basura y contrario a la religión a convertirse en una playa

 * “Un día del mes de junio me encontraba a las siete de la mañana andando por la playa. Era un parque natural y muy temprano. No había nadie. Yo entonces no era creyente. Pero en unos segundos me vi arrastrándome por el suelo y llorando como un loco. De alegría, de susto, de gratitud y de miedo…. No conocía ninguna Iglesia ni ningún sacerdote. Me fui a internet y busqué una Iglesia. Solo sabía que me quería confesar”

31 de mayo de 2011. – Trabajó en la televisión basura de los años noventa. Periodista de profesión, humanista de vocación y peregrino de la fe. Miguel Vidal relata en su historia de conversión. Hoy es un discreto pero eficaz peón de la batalla de las creencias que trabaja en Hazteoir y Mas Libres.org..  Antes había trabajado en TVE, Canal Sur, Telemadrid y Onda Madrid.

(Luis Losada Pescador / Alba)– ¿Consejo para los no creyentes? 
– “Que no tengan miedo”.

-¿Cómo es su actual sentimiento religioso?
-Una vida asustada porque no sabe adónde ir ni cuál es el sitio adecuado ni el camino correcto. Yo lo pregunto todo.

-Tendrá a su director espiritual agotado.
-Es que prefiero andar sobre seguro.

-Así que se considera un peregrino que no ha llegado.
-No, no he llegado. Cada vez lo veo más lejos. No digo que sea inalcanzable, pero es muy difícil.

-¿Cuál es el camino?
-No separarse ni un milímetro del Evangelio.

-O sea, la perseverancia. Pero para eso hace falta un amor primero.
-Cotelo habla de un proceso de enamoramiento. Para quien no ha tenido la experiencia personal de encuentro con Dios, hay muchas cosas que no se entienden.

-¿Cuál ha sido su experiencia? 
-Un día del mes de junio me encontraba a las siete de la mañana andando por la playa. Era un parque natural y muy temprano. No había nadie. Yo entonces no era creyente. Pero en unos segundos me vi arrastrándome por el suelo y llorando como un loco.

-Llorando, ¿por qué?
-De alegría, de susto, de gratitud y de miedo.

-¿Por qué de gratitud?
-De pronto lo entendí todo. A veces siento envidia de los que han tenido la fe desde niños y nunca la han perdido. Pero se pierden la experiencia de que Alguien te quita una venda y ves y tienes la conciencia física de que antes estabas ciego.

-O sea, como san Pablo.
-Yo no iba a caballo…

-¿Qué hizo después?
-No conocía ninguna Iglesia ni ningún sacerdote. Me fui a internet y busqué una Iglesia. Solo sabía que me quería confesar.

-Desde entonces, ¿nunca ha tenido sensación de abandono?
-Jamás. Eso era antes. Ahora me siento muy seguro y con una sensación de tranquilidad que nunca había sentido antes.

-¿Qué le diría a quien se encuentra igual que usted antes del episodio de la playa?
-Que no tengan miedo… El miedo es una barrera. Si uno es brutalmente sincero consigo mismo, puede que el Señor te toque el corazón.

-¿Por qué sinceridad? ¿Había cosas que no se atrevía a decirse?
-Hombre, debes reconocer que en tu vida has estado equivocado y que no te has dado cuenta. Si eso te pasa a los veinte, es fácil; pero si llevas treinta, cuarenta, cincuenta años por el camino equivocado, es duro.

-¿Qué más cambió en su vida?
-Ya había empezado un proceso de regeneración laboral porque provenía de la televisión basura de los noventa. Empecé de nuevo en todo, también en lo laboral. 

-¿Poco a poco?
-A bastante velocidad.

-¿Y esto de ser portavoz de Más Libres forma parte de una necesidad personal de reparación?
-Desde entonces todos los días le pido al Señor que mi trabajo esté a su servicio. Porque me he pasado la mayor parte de mi vida profesional destruyendo los valores religiosos y necesito compensar tantas barbaridades.

-Proviene del laicismo. ¿Beligerante?
-A veces pasaba y otras había cosas que me irritaban. Pero nada que ver con la beligerancia del laicismo actual.

-¿Por qué este laicismo? ¿La última rebelión del hombre contra Dios?
-Yo creo que es mucho más pedestre, forma parte de la ignorancia general sobre casi todo. Poca gente se plantea cuestiones, huye de las preguntas que le incomoden.

– Pero somos la primera generación humana que no nos preguntamos de dónde venimos, adónde vamos, cuál es el sentido de nuestra vida. ¿Por qué?
-No lo sé.

-¿Le consuela que el Espíritu Santo guíe la nave de Pedro?
-Me admira. Porque si solo miramos lo que hacemos nosotros, es desesperante.

-¿Quizás nos hemos olvidado del poder de la oración?
-Por eso he importado una iniciativa de 40 días de oración en los abortorios. Para mí ha sido una catequesis.

-¿Por qué los provida europeos van de laicos?
-Van de laicos disimulados cuando la mayoría son católicos. Lo entiendo. Pero echo de menos que digan que son provida porque son católicos. Es bueno que se sepa que la Iglesia ha sido y es el único bastión frente al aborto y el adoctrinamiento del Estado.

-Provenir de la izquierda ¿le ha dado cierta audacia en las batallas sociales?
-Trabajo con católicos de toda la vida y me doy cuenta de que son muy buenos y que yo tiendo a ser muy malo…

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