Oración a Santa Laura de Córdoba para vivir intensamente en Dios / Por P. Carlos García Malo
* «Santa Laura de Córdoba, buscaste servir al Señor tanto en tu vida. Córdoba, invadida por los musulmanes, y en esas guerras de religiones no soportó tu fe. Finalmente y de manera cobarde para callar tu voz terminaron con tu vida en martirio cruel. Tú nombre significa «victoriosa», y eso es lo que la Iglesia proclama hoy de ti. Venciste al mal con el bien. Brillas la luz de Cristo, animando a los cristianos a no renegar de su fe y vivir intensamente en Dios, único resplandor que da sentido y felicidad al alma»
P. Carlos García Malo / Camino Católico.- Hoy la Iglesia celebra a Santa Laura de Córdoba, viuda y mártir (¿?-864), religiosa y mártir hispanocristiana. Una de los 48 Mártires de Córdoba.
Los Mártires de Córdoba son como se conocen a un grupo de cristianos mozárabes condenados a muerte por su fe bajo los reinados de Abderramán II y Mohamed I en el Emirato de Córdoba. Estos martirios se conocen gracias a una única fuente, la hagiografía de Eulogio de Córdoba el cual registró la ejecución de cuarenta y ocho cristianos que desafiaron la ley islámica. En su mayoría hicieron declaraciones públicas de rechazo del islam y proclamación de su cristianismo.
Laura de Córdoba pertenecía a una noble familia y además estaba casada con un importante funcionario del emirato independiente cordobés. Al quedar viuda entró en el monasterio de Santa María de Córdoba, llegando incluso a ser abadesa. Proclamó en público su fe cristiana y el emir Muhammad I la mandó prender y azotar. Al ver que no renegaba del cristianismo, fue llevada a los más duros castigos de varas antes de ser sumergida en una caldera de plomo hirviendo, su muerte fue el 19 de octubre del año 864.
Pidamos a Santa Laura de Córdoba vivir intensamente en Dios, único resplandor que da sentido y felicidad al alma:
Santa Laura de Córdoba,
mujer delicada y a la vez decidida.
Buscaste servir al Señor tanto en tu vida matrimonial junto a tu esposo,
como después cuando enviudaste,
en la vida religiosa enclaustrada feliz
en un convento de donde serías abadesa
cantando las alabanzas del buen Dios.
Córdoba, invadida por los musulmanes,
y en esas guerras de religiones no soportó tu fe. T
Te quisieron obligar a hacerte musulmana
y ante tu negativa te azotaron en público
mientras tú seguías recitando salmos y loores al Señor.
Finalmente y de manera cobarde para callar tu voz
terminaron con tu vida en martirio cruel.
Tú nombre significa «victoriosa»,
y eso es lo que la Iglesia proclama hoy de ti.
Venciste al mal con el bien.
Luces en ti la palma del martirio y la claridad de los Santos.
Brillas la luz de Cristo,
animando a los cristianos a no renegar de su fe
y vivir intensamente en Dios,
único resplandor que da sentido y felicidad al alma. Amén.
Santa Laura de Córdoba, ruega por nosotros.
Carlos García Malo
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