Papa Francisco en la Audiencia, 10-1-2024: «Pidamos al Señor recuperar el sentido eucarístico del comer, acción de gracias por lo que nos da y de comunión con el hermano»

* «Jesús valora la comida, el comer, también en la sociedad, donde se manifiestan muchos desequilibrios y muchas patologías.  Se come demasiado, o demasiado poco. A menudo se come en soledad. Se  extienden los trastornos alimentarios: anorexia, bulimia, obesidad… Y la medicina y la psicología intentan  atajar la mala relación con la comida. Una mala relación con la comida provoca todas estas enfermedades, todas. Se trata de enfermedades, a menudo muy dolorosas, relacionadas sobre todo con tormentos de la psique y del alma, hay una relación entre el desequilibrio psíquico y la forma de comer. Como enseñó Jesús, lo malo no son los alimentos en sí, sino la relación que tenemos con ellos… Esta es una pregunta muy importante: Dime cómo comes, y  te diré qué alma posees. En el modo de comer se revela nuestro interior, nuestras costumbres y nuestras actitudes psíquicas»

Video completo de la transmisión en directo realizada por Vatican News de la catequesis traducida al español y de la síntesis que el Papa ha hecho en nuestro idioma

* «Si lo leemos desde un punto de vista social, la gula es quizá el vicio más peligroso que está acabando con el planeta. Porque el pecado de quien cede ante un trozo de pastel, después de todo, no causa gran daño, pero la voracidad con la que nos hemos desatado, desde hace unos siglos, hacia los  bienes del planeta, está comprometiendo el futuro de todos.  Nos hemos abalanzado, sobre todo, para  hacernos dueños de todo, cuando todo había sido consignado a nuestra custodia, no a nuestro fundamento. Este es entonces el gran pecado, la furia del vientre: hemos abjurado del nombre de hombres, para asumir otro, «consumidores».  Hoy se habla así en la vida social: consumidores…»

Foto: Vatican Media 10-1-2024

10 de enero de 2024.- (Camino Católico)  Tras introducir su ciclo de catequesis sobre los vicios y las virtudes con dos reflexiones sobre la importancia de custodiar el corazón y el combate espiritual, el Papa Francisco se ha detenido, este miércoles 10 de enero, en una meditación sobre la gula durante la Audiencia General celebrada en el Aula Pablo VI. El Santo Padre ha invitado a todos: “Pidamos al Señor recuperar el sentido eucarístico del comer, en lo que tiene de acción de gracias a Dios por lo que nos da y de comunión con el hermano”.

Inspirándose en el Evangelio, acotó que, en las bodas de Caná, el primer milagro de Jesús revela su simpatía por las alegrías humanas: se preocupa de que la fiesta termine bien y regala a los novios una gran cantidad de buen vino. El Papa precisa que Jesús deja claro que lo malo de un alimento no es el alimento en sí sino la relación que tenemos con él. “Y nosotros lo vemos cuando una persona tiene una relación desordenada con la comida, vemos cómo come, de prisa, con ganas de saciarse y nunca se sacia, no tiene una buena relación con la comida, es esclavo de la comida”, ha añadido.

Foto: Vatican Media 10-1-2024

Según el Santo Padre, la comida es la manifestación de algo interior: “la predisposición al equilibrio o a la desmesura; la capacidad de dar gracias o la arrogante pretensión de autonomía; la empatía de quien sabe compartir la comida con los necesitados, o el egoísmo de quien lo acumula todo para sí mismo”. “Esta pregunta es muy importante. Dime cómo comes, y te diré qué alma posees. En nuestra forma de comer revelamos nuestro interior, nuestros hábitos, nuestras actitudes psíquicas”.

Al final de la audiencia general, el Papa Francisco invitó a renovar con la oración la cercanía al «querido pueblo» de Ucrania y a los que sufren la guerra en Palestina e Israel. En el vídeo superior de Vatican News se visualiza y escucha la catequesis traducida al español y la síntesis que el Santo Padre ha hecho en nuestro idioma, cuyo texto completo es el siguiente:

Foto: Vatican Media 10-1-2024
PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Aula Pablo VI
Miércoles, 10 de enero de 2024
Catequesis. Vicios y virtudes. 3. La gula
Foto: Vatican Media 10-1-2024

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En nuestro itinerario catequético sobre los vicios y las virtudes, hoy nos detenemos en el vicio de  la gula.

¿Qué nos dice el Evangelio al respecto? Fijémonos en Jesús. Su primer milagro, en las bodas de  Caná, revela su simpatía por las alegrías humanas: se preocupa de que la fiesta termine bien y regala a  los novios una gran cantidad de buen vino buenísimo. A lo largo de su ministerio, Jesús aparece como un profeta  muy distinto del Bautista: si Juan es recordado por su ascetismo -comía lo que encontraba en el desierto-,  Jesús es, en cambio, el Mesías que vemos a menudo en la mesa. Su comportamiento suscita escándalo a algunos, porque no sólo es benévolo con los pecadores, sino que incluso come con ellos; y este gesto demostraba  su voluntad de comulgar con personas a las que todos rechazaban.

Foto: Vatican Media 10-1-2024

Pero también hay algo más. Aunque la actitud de Jesús ante los preceptos judíos nos revele su plena sumisión a la Ley, se muestra comprensivo con sus discípulos: cuando son sorprendidos in fraganti  porque tienen hambre y recogen unas espigas y él los justifica, recordando que el rey David y sus compañeros, pasando necesidad, también habían transgredido un precepto (cf. Mc 2,23-26). Y Jesús afirma un nuevo principio: los invitados a la boda no  pueden ayunar cuando el novio está con ellos. Jesús quiere que estemos alegres en su compañía; él es como el esposo de la Iglesia, pero también quiere que compartamos sus sufrimientos, que son también los sufrimientos de los pequeños  y de los pobres. Jesús es universal.

Foto: Vatican Media 10-1-2024

Otro aspecto importante. Jesús hace caer la distinción entre alimentos puros e impuros, que era  distinción hecha de la ley hebraica. Y Jesús, sobre esto, dice claramente que aquello que hace la bondad, o una maldad, digámoslo así, de un alimento. No es el alimento en sí, sino la relación que nosotros tenemos. Y nosotros lo vemos. Cuando una persona tiene una relación desordenada con la comida, mira cómo come. Come con prisa, queriendo saciarse pero nunca se sacia. No tiene una buena relación con la comida. Es esclavo de la comida.

Jesús valora la comida, el comer, también en la sociedad, donde se manifiestan muchos desequilibrios y muchas patologías.  Se come demasiado, o demasiado poco. A menudo se come en soledad. Se  extienden los trastornos alimentarios: anorexia, bulimia, obesidad… Y la medicina y la psicología intentan  atajar la mala relación con la comida. Una mala relación con la comida provoca todas estas enfermedades, todas.

Foto: Vatican Media 10-1-2024

Se trata de enfermedades, a menudo muy dolorosas, relacionadas sobre todo con tormentos de la psique y del alma, hay una relación entre el desequilibrio psíquico y la forma de comer. Como enseñó Jesús, lo malo no son los alimentos en sí, sino la relación que tenemos con ellos. La comida es la manifestación de algo interior: la predisposición al equilibrio o a la desmesura;  la capacidad de dar gracias o la arrogante pretensión de autonomía; la empatía de quien sabe compartir la comida con los necesitados, o el egoísmo de quien lo acumula todo para sí mismo. Esta es una pregunta muy importante: Dime cómo comes, y  te diré qué alma posees. En el modo de comer se revela nuestro interior, nuestras costumbres y nuestras actitudes psíquicas.

Foto: Vatican Media 10-1-2024

Los antiguos Padres llamaban al vicio de la gula con el nombre de “gastrimargia”, término que puede traducirse como “locura del vientre”. La gula es una locura del vientre. Aquí está este proverbio, que nosotros debemos comer para vivir y no vivir para comer, esa locura del vientre. Es un vicio que se injerta en una de nuestras necesidades  vitales, como la alimentación. Estemos atentos a estos.

Si lo leemos desde un punto de vista social, la gula es quizá el vicio más peligroso que está acabando con el planeta. Porque el pecado de quien cede ante un trozo de pastel, después de todo, no causa gran daño, pero la voracidad con la que nos hemos desatado, desde hace unos siglos, hacia los  bienes del planeta, está comprometiendo el futuro de todos.

Foto: Vatican Media 10-1-2024

Nos hemos abalanzado, sobre todo, para  hacernos dueños de todo, cuando todo había sido consignado a nuestra custodia, no a nuestro fundamento. Este es entonces el gran pecado, la furia del vientre: hemos abjurado del nombre de hombres, para asumir otro, «consumidores».  Hoy se habla así en la vida social: consumidores. Ni siquiera nos dimos cuenta de que alguien había empezado a llamarnos así. Estábamos hechos para ser hombres y mujeres “eucarísticos”, capaces de dar gracias, discretos en el uso de la tierra, y en cambio el peligro es de transformarse en depredadores, y ahora nos estamos dando cuenta de que esta forma de «gula» nos ha  hecho mucho daño al mundo. Pidamos al Señor que nos ayude en el camino de la sobriedad, que todas las formas de gula no se apoderen de nuestra forma de vida. Gracias.

Foto: Vatican Media 10-1-2024

Después, al saludar a los peregrinos de lengua española, el Papa ha dicho:

Queridos hermanos y hermanas:

Foto: Vatican Media 10-1-2024

En esta catequesis meditamos sobre la gula, la locura del vientre como la llamaban los Padres antiguos. Jesús nos ha enseñado a ser capaces de amar la sana alegría de las bodas de Caná; a sentar a nuestra mesa a los pobres y a los pecadores, en signo de comunión; a no sujetarnos supersticiosamente a reglas de impureza, sino considerar todo como un don de Dios, confiado a nuestra custodia.

Sin embargo, cada vez más nuestra sociedad da muestras de haber perdido el sentido auténtico de la relación con los bienes de la tierra. Muchos trastornos alimenticios expresan el sufrimiento de tantas personas ante esta realidad. Hemos pasado de ser administradores de los bienes divinos, a ser consumidores, detentores de una voracidad insaciable que está destruyendo el planeta.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Pidamos al Señor recuperar el sentido eucarístico del comer, en lo que tiene de acción de gracias a Dios por lo que nos da y de comunión con el hermano, con el compartimos la alegría de la fraternidad. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.

Foto: Vatican Media 10-1-2024

En otras lenguas el Santo Padre ha manifestado:

Foto: Vatican Media 10-1-2024

Por último, mi pensamiento se dirige a los jóvenes, a los enfermos, a los ancianos y a los recién casados: ¡son muchos! -: Invito a todos a trabajar siempre en la novedad de vida que nos indica el Hijo de Dios, que se encarnó para salvar al hombre.

Renovamos nuestra cercanía con la oración al querido pueblo ucraniano, tan probado, y a los que sufren el horror de la guerra en Palestina e Israel, así como en otras partes del mundo. Recemos, oremos por estos pueblos en guerra y pidamos al Señor que siembre semillas de paz en el corazón de las autoridades de los países.

Francisco

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