Que el egoismo se transforme en generosidad !!!!

 Autores: Conchi Vaquero y Arturo López

31 de diciembre de 2009.- Francisco de Asís compuso el siguiente salmo, sirviéndose de citas bíblicas, para cantar y agradecer a Dios su presencia a nuestro lado y orarlo durante las fiestas de Navidad hasta la Epifanía:

"Aclamad a Dios, nuestra fuerza (Sal 80, 2),
Señor Dios vivo y verdadero, con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra (Sal 46, 2-3).
Porque el Santísimo Padre del cielo, nuestro rey desde siempre (Sal 72, 13),
envió a su amado Hijo desde lo alto y nació de la bienaventurada Virgen Santa María.

Él me invocará: "Tú eres mi Padre"; y yo lo nombraré mi primogénito,
excelso entre los reyes de la tierra (Sal 88, 27-28) .
De día el Señor me hará misericordia,
de noche cantaré la alabanza del Dios de mi vida (Sal 41, 9).
Este es el día en que actuó el Señor;
sea nuestra alegría y nuestro gozo (Sal 117, 24).


Porque se nos ha dado un niño santo y amado,
y nació por nosotros (Is 9, 5) fuera de casa,
y fue colocado en un pesebre, porque no había sitio en la posada (Lc 2, 7).
Gloria al Señor Dios en las alturas,
y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad (Lc 2, 14).

Alégrese el cielo y goce la tierra, retumbe el mar y cuanto contiene;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos (Sal 95, 11-12).
Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor toda la tierra (Sal 95, 1).
Porque grande es el Señor, y muy digno de alabanza,
terrible sobre todos los dioses (Sal 95, 4).

Familias de los pueblos, aclamad al Señor, aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor (Sal 95, 7-8).
Tomad vuestros cuerpos y cargad con su santa cruz,
y seguid hasta el fin sus santísimos preceptos (Rom 12, 1; Lc 14, 27; 1Pe 2, 21).


Alégrate y goza. Hazlo sabiendo que Dios es tu fuerza. Nada sin Él dará fruto. Jesús es el Dios vivo verdadero encarnado para iluminar la noche de tu paso en el mundo y mostrarte el camino para tu existencia en la eternidad, llena del resplandor del Amor de Dios Padre.

Hoy ya puedes escuchar el canto gozoso de los coros celestiales y unirte a ellos desde tu interior y alabar exultante por el don del Espíritu Santo:

"Gloria al Señor Dios en las alturas,

y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad".

Forma parte de los hombres de buena voluntad deseando siempre escuchar y cumplir lo que Dios ha preparado para tí. Jesús vino al mundo a salvarnos y cumplir la voluntad de quien le enviaba. Sólo llevaras el gozo del Señor si persigues con celo cada día adorarle, postrarte como un niño en sus brazos y vuelves a nacer. Déjate acariciar por la sabiduría de Dios Padre, la entrega de Cristo y las nuevas creaciones que la Trinidad desee hacer en tu corazón segundo a segundo.

Sólo así podrás cantar un cántico nuevo. La alegría y el gozo del Señor nos hace nuevos a nosotros y a los demás. No tengas miedo de perder toda seguridad del mundo. Te sentirás confiando al caminar por la tierra si lo haces en los brazos del Padre del Cielo. Deja iluminar por el Niño Jesús tu oscura llaga del egoísmo, que tanto te daña, y permite que sea transformada en un perfume de generosidad.

No te canses de dar. El Hijo de Dios vino al mundo sin nada material y está sentado a la derecha de Dios Padre y Vive en medio de nosotros. No lleves nada en ninguna circunstancia, sólo a Dios en tu corazón. Pide sin cesar que Él ocupe tu mente, tu alma, tu cuerpo, todo tu ser.

Regocíjate!!:

"Porque se nos ha dado un niño santo y amado,

y nació por nosotros fuera de casa,

y fue colocado en un pesebre, porque no había sitio en la posada".

Deja crecer a Jesús en tu interior y te transfigurarás en aquél santo y amado que siempre había pensado Dios desde toda la eternidad. Has nacido para vivir en la luminosidad del Amor del Padre como lo hace Cristo. Mira al Niño Jesús y camina. Fija tus ojos en el Salvador y anda sin descentrar tu retina de la luz que te sirve de faro. Como los pastores, acércate con tus pobrezas y Jesús te hará rico en misericordia. Toma tu mayor riqueza, el Verbo Encarnado y no la abandones jamás. Es tu tesoro. Haz todo por conservar la única perla preciosa que tiene valor. Dios se ha dado a si mismo para que tu vivas.

Francisco de Asís tuvo siempre una gran veneración a la fiesta de Navidad, por ser ésta la celebración del nacimiento de Hijo de Dios, como uno de nosotros, en nuestra misma carne; para así mostrarnos la cercania de Dios, su amor y entrega.
De esta fiesta decía:

"Si pudiera hablar con el emperador Federico II, le suplicaría que firmase un decreto obligando a todas las autoridades de las ciudades y a los señores de los castillos y villas a hacer que en Navidad todos sus súbditos echaran trigo y otras semillas por los caminos, para que, en un día tan especial, todas las aves tuvieran algo que comer. Y también pediría, por respeto al Hijo de Dios, reclinado por su Madre en un pesebre, entre la mula y el buey, que se obligaran esa noche a dar abundante pienso a nuestros hermanos bueyes y asnos. Por último, rogaría que todos los pobres fuesen saciados por los ricos esa noche".

Oremos:

Gracias Padre, que nos amaste tanto que nos diste a tu Hijo.

Señor, te damos gracias.

Gracias Jesús por haberte hecho niño para salvarnos.

Señor, te damos gracias.

Gracias Jesús, por haber traído al mundo el amor de Dios.

Señor, te damos gracias.

Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que Dios nos ama y que nosotros debemos amar a los demás.

Señor, te damos gracias.

Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que da más alegría el dar que el recibir.

Señor, te damos gracias.

Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que lo que hacemos a los demás te lo hacemos a Ti.

Señor, te damos gracias.

Gracias María, por haber aceptado ser la Madre de Jesús.

María, te damos gracias.

Gracias San José, por cuidar de Jesús y María.

San José, te damos gracias.

Gracias Padre por esta Noche de Paz, Noche de Amor, que Tú nos has dado al darnos a tu Hijo, te pedimos que nos bendigas por Cristo Nuestro Señor, Amén.

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