Rosa Ester Carreño: «Los médicos dijeron que mi hijo no sobreviviría al parto. Su recuperación y su vida es un milagro de la Virgen de Fátima. El Señor lo tiene en sus manos»
* El Hospital San Juan de Dios donde estaba Nicolás recibió la esperada visita de una valiosa Imagen de la Virgen de Fátima, enviada desde el Santuario de Portugal para peregrinar por todos los rincones de Chile. Justo cuando la Imagen de la Virgen de Fátima llegaba al lugar Rosa se topó con Ella. «Ese día operaban a mi hijo para entrarle los intestinos. Le pedí mucho a la Virgen de Fátima, frente a frente se lo pedí. Yo se lo encomendé a Ella y nos regalaron una estampita bendecida. Sentí que venía a darnos fuerza»
Camino Católico.– Cuando los médicos le informaron a la joven madre Rosa Ester Carreño que su hijo Nicolás quizá no lograría nacer o tan siquiera sobrevivir al parto, ella sólo podía aferrarse a su fe y rogar por un milagro: «Nos dijeron que venía con malformación en su cabeza, no tenía hueso nasal, no se observaban las extremidades superiores y sus piernas estaban completamente dobladas o encordadas; el corazón venía con los ventrículos al revés, el que debería entrar salía y el que debería salir entraba. También nos informaron que la parte torácica era muy pequeña, que no había espacio para su corazón y además que traía todos los intestinos fuera de su cuerpo”, cuenta esta madre desde Chile a PortaLuz en un texto que personalmente ha escrito “para agradecer a Dios y a la Virgencita».
Los médicos le explicaron que asociaban la condición del niño con el llamado “Síndrome de Edwards”, también conocido como Trisomía 18 y que esta enfermedad congénita era incompatible con la vida. «Los doctores junto a la sicóloga del hospital -recuerda Rosa- nos pusieron en todos los escenarios y debíamos decidir si daríamos su cuerpecito para estudio o lo velaríamos. Como familia nos reunimos y les compartí que sentía que mi bebe estaba bien y rezamos junto con nuestros hijos. Lloré de desesperación, porque sentía a mi hijo vivo y no podía entender lo expresado por los médicos que nuestro bebe no viviría; tenía claro, que es el SEÑOR QUIÉN DECIDE TODO. Entonces tomamos la decisión que una cesárea sería lo más conveniente para que naciera. Nos explicaron que, si nacía con todas esas malformaciones, no lo harían sufrir, pensaban que no sobreviviría».
El poder de la fe
Con la fe de los sencillos que en todo se confían a Dios, Rosa y su esposo comenzaron a rezar todos los días el rosario, confiados a la Virgen de Fátima -cuya imagen peregrinaba en Chile por esos días-, junto a familiares y amigos que se les unían cada tarde por medios digitales, convencidos que su hijo sobreviviría. Con el abrigo de estas súplicas nació Nicolás, el 12 de agosto de 2021. Pero, aunque «nació completo, sin problema respiratorio, traía solo una bolsita fuera del cuerpo con parte de los intestinos», su condición era crítica. Sus padres no se dieron por vencidos y siguieron confiados rezando cada tarde el rosario.
Pocos días después, el jueves 9 de septiembre la comunidad de la Parroquia San Saturnino del Arzobispado de Santiago de Chile, cercana al Hospital San Juan de Dios donde estaba Nicolás, recibió la esperada visita de una valiosa Imagen de la Virgen de Fátima, enviada desde el Santuario de Portugal para peregrinar por todos los rincones de Chile. De forma providencial el programa de actividades de la Parroquia consideraba llevar ese día la Imagen hasta el frontis del Hospital para rogar a la Virgen que bendijese a todos los enfermos del lugar.
“Frente a frente se lo pedí”
Justo cuando la Imagen de la Virgen de Fátima llegaba al lugar Rosa se topó con Ella. «Ese día operaban a mi hijo para entrarle los intestinos. Le pedí mucho a la Virgen de Fátima, frente a frente se lo pedí. Yo se lo encomendé a Ella y nos regalaron una estampita bendecida. Sentí que venía a darnos fuerza».
Desde ese encuentro la fe de Rosa, de su esposo, familiares y amigos se fortaleció. Siguieron rezando el Rosario diario y Nicolás día a día ha ido fortaleciéndose, sanando, adquiriendo un vigor que es evidente en las imágenes que con autorización de Rosa publicamos. «Es un milagro que nos hizo la Virgen de Fátima y quiero que se sepa; es importante, para que aumente la fe en las personas. Confío en El Señor, nuestro hijo se encuentra en las manos de Él y de su Santa Madre, Nuestra Señora de Fátima. Siento que Nicolás vino a este mundo con un propósito muy importante. Su recuperación y su vida es un MILAGRO. Presiento que esta historia continuará muy bella, para GLORIA DE DIOS».
Nicolás ya ha cumplido un año desde su nacimiento y este 18 de septiembre celebró junto a sus padres, sus dos hermanos y familiares las Fiestas Patrias de Chile vistiendo el traje típico de los hombres del campo, los llamados «huasos» chilenos.
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