«Si te conviertes al islam te perdonaremos la vida», le dice el juez a la paquistaní ya condenada

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* Asia Bibi rechaza la oferta del magistrado y afirma:  «Creo en Dios y en su enorme amor. Si el juez me ha condenado a muerte por amar a Dios, estaré orgullosa de sacrificar mi vida por él»

17 de noviembre de 2010.- En Pakistán una mujer cristiana, Asia Bibi, ha sido condenada a la horca por comparar a Jesús con Mahoma, tras ser discriminada por otras mujeres, según ha informado Asianews. El juez le ofreció la libertad a cambio de convertirse al islam, pero ella respondió: «Prefiero morir cristiana, que salir de prisión siendo musulmana». La comunidad internacional se ha movilizado para intentar evitar este drama, antes de que el Tribunal Superior de Lahore ratifique la condena.

Según informa la agencia, un tribunal de Punjab, a 75 kilómetros al oeste de Lahore, condenó a esta mujer de 45 años por un delito de blasfemia. Mientras tanto, activistas denuncian que esta legislación alienta a los extremistas musulmanes en un país cada vez más hostil con las minorías religiosas.

(Libertad Digital / La Razón / Escuchar la Voz del Señor) Los hechos ocurrieron en junio de 2009 cuando Bibi, trabajadora agrícola fue mandada a buscar agua mientras trabajaba en un campo. El resto de mujeres, seguidoras del islam, se opusieron a que ella fuera porque al no ser musulmana contaminaría el recipiente y lo haría impuro. Por ello, le exigieron que abandonara el cristianismo y que se hiciera musulmana a lo que ella se opuso.

En su justiasia_bibi__la_mujer_paquistani_condenada_a_muerte.jpgficación, la fiel cristiana dijo a sus compañeras que "Jesús murió en la cruz por los pecados de la humanidad" y preguntó a las mujeres musulmanas qué había hecho Mahoma por ellas. En cuanto oyeron estas palabras acudieron al imán local, esposo de una de ellas, que a su vez presentó una denuncia ante la Policía por el delito de blasfemia. Y es que el artículo 295 del Código Penal de Pakistán pena con la muerte blasfemar contra el profeta del islam.

El juez, Naveed Iqbal, la condenó a muerte tras haber sido previamente detenida. El magistrado descartó totalmente que hubiese sido falsamente acusada o que existieran "circunstancias atenuantes". Ahora la sentencia a morir en la horca tiene que ser ratificada por el Tribunal Superior de Lahore.

“Ella estaba tan convencida de que en el juicio la iban a declarar inocente. Esta inesperada sentencia de muerte ha sido un gran shock para Asia”,  comenta preocupado Shahzad Kamran (Bobbi), abogado y amigo de la condenada Asia Bibi.

He sido juzgada por ser cristiana

“Yo no soy una criminal, no hice nada malo. He sido juzgada por ser cristiana.  Creo en Dios y en su enorme amor.  Si el juez me ha condenado a muerte por amar a Dios,  estaré orgullosa de sacrificar mi vida por él”,  le dijo a Bobi, que reproduce textualmente las declaraciones de Asia que guarda grabadas en su teléfono móvil.

Según afirasia-bibi-con_dos_de_sus_hijos-pakistan.jpgma Kamran,  hace tres meses, en una visita a la Prisión Central de Sheikhupura, donde permanecía recluida a la espera de juicio, Bibi le confesó que el juez Muhamed Naveed Iqbal (quien dictó la sentencia) “entró en su celda y le ofreció convertirse al islam para salir libre. Asia le respondió al juez que prefería morir como cristiana que salir de la prisión siendo musulmana”.

Desde que Bibi fue sentenciada a la pena capital el pasado 8 de noviembre y enviada a una celda de aislamiento en el corredor de la muerte, aún no ha recibido ninguna visita,  señala Kamran, que espera poder visitarla en los próximos días, acompañando a Ashik Masih, esposo de la convicta. “Espero que se encuentre bien, a pesar de estar desmoralizada”,   anhela el abogado que describe a Bibi como “una mujer fuerte”. 

Cuando la visitó en la prisión de Sheijkupura, en varias ocasiones,  Bibi siempre mostraba entereza. “Estoy bien, no te preocupes, me dan de comer en la cárcel. Incluso los carceleros me preguntan si quiero alguna comida en especial, dejarán que me la traiga mi esposo.  Lo único que te pido es que reces a Dios por mí para que pueda salir pronto de la prisión. Echo mucho de menos a mis hijos, especialmente a mis dos niñas. Sólo pienso en abrazarlas y besarlas todo el tiempo desde que estoy en la cárcel. Quiero estar con mis hijas, eso es lo único que le pido a Dios”,  dice Kamran, evocando las palabras de ella en prisión.

«Mi esposa fue detenida y, sin haber prestado declaración ante la Policía, fue encarcelada injustamente a la espera de juicio durante un año, cuatro meses y ocho días», lamenta el marido, Ashiq Masih, de 51 años.

familia_de_asia_bibi.jpgAntes de que llegara la Policía, «decenas de vecinos enfurecidos vinieron a mi casa con palos y amenazaron con matarnos si no nos convertíamos al islam», recuerda el marido de la condenada.

«Esto es una conspiración contra los cristianos; no nos quieren en el distrito de Sheikupura [donde viven 1.000 familias musulmanas y sólo dos cristianas]. No es la primera vez que hemos tenido disputas con los vecinos», denuncia Masih, que se encuentra ahora en un centro de acogida para cristianos amenazados en Lahore, que dirige la ONG Sharing Life Ministry Pakistan. Sus hijos están viviendo con otros familiares en Sheikupura.

«Durante todo este tiempo he esperado justicia, pero no ha servido de nada. Voy a apelar al Alto Tribunal de Lahore y si no revocan la decisión iré al Supremo para que la anule. También pediré clemencia al presidente Zardari», asegura Masih, antes de insistir en que «haré todo lo que sea posible para mantenerla con vida».

Destrozado, Ashiq no pudo decirle a sus dos hijas menores, Isha, de 13, y Ishama, de 9, que habían condenado a la horca a su madre. «Pero gente con mala fe le dijo a mis hijas que iban a envenenar a Asia en la cárcel para matarla», agrega enfurecido.

Su hija Isha, de 13 años, está muy preocupada por su madre.  Hace unos días alguien le dijo a la niña que su madre iba a ser asesinada en la cárcel: “Vendrá alguien y  le cortará la garganta a tu madre y se morirá”.

asia-bibi_de_45_aos.jpgKamram remarca las inhumanas condiciones en las que se encuentra Asia, a la que ha visitado en su celda de aislamiento de «dos metros y medio de largo por tres de ancho». «El olor pestilente de la letrina inunda toda la celda», asegura su abogado.

“Ella aprecia el trato que recibe del personal de la prisión”, señala el abogado, aunque en su opinión no cree que respondiera con “sinceridad”, ya que había tres guardias presentes en la sala de visitas de la prisión. «Me dijo que quería contarme algo muy especial pero tenía miedo de hablar ante la presencia de los guardias».

El abogado rechaza categóricamente la información que circula en algunas páginas de internet, en las que se afirma que el lunes, día 22, expira el plazo para ahorcar a Asia Bibi. «Me parece irresponsable que una autoridad religiosa (en referencia a Monseñor Bernard Shaw, obispo auxiliar de Lahore) pueda decir algo así».

Según Kamran, «nuestro equipo de abogados ha presentado una apelación al Tribunal superior de Lahore para que se revise la sentencia. Esto lleva un proceso largo de tiempo que podría alargarse años». La comunidad cristiana de Pakistan, que representa el 4% de la población, conciente de su situación minoritaria frente a una mayoría musulmana, confía en el apoyo internacional para que el caso de Asia Bibi pueda ser reabierto y la condena de muerte anulada.

Varias organizaciones cristianas como Sharing Life Ministry Pakistán han iniciado un mecanismo para poner en marcha una campaña internacional para salvar la vida de Bibi. «Hemos solicitado una petición de ayuda a Amnistía Internacional, pero aún no hemos recibido respuesta alguna», lamenta Sohail Johnson, coordinador de la ONG.

También los obispos de Pakistán han hecho un llamamiento al Papa solicitando de nuevo su intervención para impedir que Asia muera en la horca. «Hacemos un llamamiento sincero al Santo Padre para que pueda orar, interceder, dirigir unas palabras en favor de Asia Bibi, injustamente condenada a muerte por blasfemia. Pedimos que se le conceda el indulto y sea liberada. Instamos a la comunidad internacional a levantar su voz, a hacer presión y trabajar en todos los niveles para salvar a esta mujer, que es inocente», reza el comunicado.

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