Toño Flores: «Fui a la cárcel a encontrarme con el asesino de mi hija y le dije: ‘Te amo en el nombre de Jesús y te perdono por lo que hiciste’»

Camino Católico.- Toño Flores se dedicaba a predicar el amor y el perdón de Dios en las prisiones. Todo cambió drásticamente cuando le dan una terrible noticia: su hija recibió un balazo en la cabeza y está hospitalizada. ¡Te invitamos a ver este programa de VIDAS NUEVAS del año 2015 de Con Más Gracia donde Toño nos comparte esta maravillosa historia de amor y perdón en la Dios lo llamó a una reconversión, y descubrir una nueva dimensión de vida!

Toño Flores es un católico mexicano, autor de un librito-testimonio estremecedor titulado ¿Perdonarías al asesino de tu hijo? Escucharlo hablar, ver su sonrisa y voz tranquila, abre el corazón al poder del perdón.

El 17 de agosto de 2006 su hija Janette, «una niña muy alegre, junto con sus primitos» estaban jugando en la calle cuando se desató entre unas pandillas un tiroteo, «una balacera», como se dice en varios países de América. «Y justo donde estaba Janette sentada, le atravesó una bala el cráneo a mi niña», explica Toño.

Janette, hija de Toño Flores, resultó alcanzada por una bala en un tiroteo y murió

En el hospital, mientras los médicos intentaban hacer algo por la niña, Toño se arrodilló y le habló a Dios: «Señor, permíteme amarte en el dolor. Permite que mi corazón siempre te ame y que se haga tu voluntad, no la mía». El doctor le comunicó la noticia fatal: la niña había muerto. «Ahí, uno, como papá, se muere. Pero la fe me ha mantenido firme para vivir esta tribulación». Con todo, el dolor en la familia era grande. Su mujer, y sus otras dos niñas, estaban deshechas.

Cuatro años después las autoridades detuvieron al joven que había matado a la niña. «Cuando vi al asesino en televisión, se me abrió la llaga nuevamente y empecé a llorar», recuerda.

Pero Toño no quiso quedarse paralizado en el dolor. De nuevo, se puso en presencia de Dios. «Señor, yo quiero hacer un pacto contigo: yo quiero sembrar amor donde hay odio», oró.

Cuando el criminal llevaba apenas 5 días detenido, Toño fue a buscarlo a la prisión de Fuentegrande, en la misma Guadalajara.

Toño Flores perdonó al asesino de su hija

«Lo tomé del hombro al mismo asesino que mató a Janette. Y yo sentía alegría, gozo, felicidad. Nunca sentí odio. Y le dije: joven, yo soy el papá de esta niña que fue asesinada. Él lloraba sin poder detenerse. Y le dije: ‘te perdono por lo que hiciste. Te amo en el nombre de Jesús, y te perdono por lo que hiciste».

El cineasta remarca una cosa: que Toño perdonó al pandillero sin que él antes le hubiera pedido perdón. Toño tomó la iniciativa.

«Donde quiera que se encuentre este joven yo le bendigo y pido al Señor que toque su corazón para que no cometa más delitos», explica Toño.

Poder de Dios para perdonar, incluso el dolor íntimo

«El Señor nos ha enseñado a amar y perdonar, y yo anhelo vivir el Evangelio hasta las últimas consecuencias», afirma Toño.

Pero eso no significa que Toño desconozca lo que es el odio. «Yo recibí abuso sexual cuando era pequeñito. Sentí mucho odio, mucha amargura, el deseo de vengarme. Y mucha rabia internamente. Yo quería morirme. Pero Dios sanó mi corazón. Te lo puedo expresar porque yo lo viví. Eso lo he perdonado. Y soy libre y soy feliz. Ay, hermanito… con Dios todo se puede».

Publicado originalmente en Camino Católico en octubre de 2015


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