13 de agosto de 2009.- Después de leer la biografía que de Kolbe escribió
Frossard, pensó que el patrón de los publicitarios debería ser san Maximiliano. Ahí nació la Fundación Kolbe de Publicitarios Católicos, cuyos trabajos es una pena no haber visto colgados a la puerta de más parroquias. El Año del Espíritu Santo, por ejemplo, lo celebraron con un cartel de lema burbujeante: “La chispa de la vida”; la Navidad, con un christma: “Si le haces caso, este Niño no te dejará dormir tranquilo”; y la Pascua de Resurrección, con el póster de un crucificado y, en lugar del inri, el siguiente texto: “Antes a los locos de amor los crucificaban”; para promover la Comunión, lanzaron este reclamo: “Dolor, excesos, malestar general. Después de las fiestas, una al día. Alivio rápido”; y para las vocaciones religiosas, este otro: “Síguele si eres hombre”.

(Gonzalo Altozano / Alba) -Me dicen que en Estados Unidos hay una campaña para fomentar vocaciones al sacerdocio. Sale una rubia estupenda y debajo la frase: “Si te gusta… ¡nos gustas!”.
-En Kolbe hicimos una que decía: “¿Borrachín? ¿Marchoso? ¿Mujeriego? Bien. Tal vez seas el cura perfecto”.

-¿Por qué el cura perfecto?
-Porque quien conoce bien el mundo y la vida puede ayudar mejor a la gente.

-¿Sabe de alguien?
-Hombre, san Agustín fue un gran cachondo.

-Hablando de curas y de cachondos. El otro día, en misa, sonó un teléfono y dijo el sacerdote: “Antes de celebrar los sagrados misterios… apaguemos nuestros móviles”.
-El móvil simboliza la conexión con el mundo. Si queremos que la onda de frecuencia de Dios nos llegue, tendríamos que tenerlo apagado. En la iglesia, digo.

-Por cierto, ¿qué le parece para fomentar la asistencia a misa el eslogan “Jesús ha vuelto”?
-Mal. ¿Cómo puede volver quien nunca se ha ido?

-Diga entonces uno.
-Depende de a quién vaya dirigido.

-A un joven rebelde.
-”Tiene el pelo largo, es capaz de reunir a millones de jóvenes a su alrededor y no es Guns and Roses. Es Jesús y puedes escucharlo cada domingo en misa. Gratis”.

-A una mujer preocupada por su físico.
-”Descubre milagros más interesantes que los de perder unos kilos en pocos días. Ven a misa cada domingo”.

-A alguien que se sienta marginado.
-”Prostitutas, vagos, mendigos, drogadictos, alcohólicos, maleantes… El público ideal para una misa”. Y debajo, esta frase de Cristo: “No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.

-A un amante del riesgo.
-”Haz algo que muy pocos se atreven a hacer hoy en día: ir a misa”.

-A un cinéfilo.
-”El bueno muere. Los malos se salvan. Y luego dicen que la misa no es actual”.

-Más difícil todavía: a un ateo.
-”Dale una oportunidad a esa ‘cosa’ en la que no crees: Dios”.

-Usted lo hizo, ¿no?
-Digamos que la lectura de Locke, Berkeley, Hume, Nietzsche… me llevó al ateísmo.

-¿Qué le hizo volver?
-Una profunda depresión en la que estuve metido años. Quería que mis hijos tuvieran algo a lo que agarrarse cuando el mundo se hundiera bajo sus pies.

-O sea, que no lo hizo por usted.
-Lo hice por ellos. Lo que pasa es que terminé encontrándome con Cristo. Y claro…

-Fue entonces cuando puso su creatividad al servicio del Evangelio. Oiga, ¿algún pasaje que le parezca ingenioso?
-Las bodas de Caná. Cuando se terminó el vino, Cristo, en vez de agua y alka-seltzer, a los invitados les dio… ¡más vino! Es humorístico.

-¿Humorístico?
-Sí. Porque Dios es amor. Pero también humor.

-Explíquese.
-Dios es amor, ¿de acuerdo?

-De acuerdo.
-Pues bien: sin alegría no hay amor.

-¿Y?
-Y la alegría es señal inequívoca de santidad. ¿Y cuál es la manifestación más expansiva de la alegría? El humor. Luego si Dios es amor, y es alegría, y es santidad, también es humor.

-Usted, rezando, lo debe de pasar en grande.
-Cuando estoy bien, sí. Pero cuando no, no.

-¿Qué quiere decir?
-Que cuando hacemos oración, no podemos olvidarnos de cuál es nuestro estado de ánimo. Por eso a veces rezamos para dar gracias, otras para pedir perdón, otras para estar con Él…

-Perdone que sea pesado, pero invéntese un reclamo publicitario para que la gente se confiese en vez de ir al psicoanalista.
-”Hay alguien que te escucha y no te cobra ni un duro”. Por cierto…

-¿Qué?
-Deberíamos haber invocado al Espíritu Santo, para que nos iluminara durante la entrevista. 

-Aún estamos a tiempo.
-Pues entonces… En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Ven, Espíritu Santo, ilumina los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

-Amén.
-Amén.

Vídeo de la Fundación Kolbe de Publicitarios Católicos