Brenda Kolerok da gracias a Dios y a católicos que la ayudaron al quedarse embarazada hace 28 años

brenda_kolerok-schott.jpg

* Brenda, que tuvo a su hijo a los 16 años, espera que su historia anime a otras jóvenes y adolescentes embarazadas a elegir la vida para sus bebés y afirma con rotundidad:  “Estoy tan agradecida a Dios. Él me mostró su verdadero amor a través de los Servicios Sociales Católicos y que hay verdaderos cristianos que son católicos”

brenda_kolerok-schott.jpg9 de febrero de 2011.-  En la víspera de la última festividad de Acción de Gracias, la nativa de Alaska de 44 años de edad, Brenda Kolerok-Schott, de Anchorage, se dirigió sin previo aviso a las oficinas de los Servicios Sociales Católicos, para emitir un cheque de 10.000 dólares para la organización. Nunca antes ella había emitido un cheque por una suma tan grande. Pero este regalo al programa de apoyo a las embarazadas de los Servicios Sociales Católicos y al Hermano Francis Shelter fue una decisión profundamente personal de la que alguna vez fue una adolescente embarazada y sin hogar.

En 1983, cuando tenía 16 años de edad, Brenda Kolerok-Schott se embarazó. Su familia no tenía hogar. Después que fracasó en Wasilla las gestiones para una casa, se mudó con su familia desde hoteles a casas de amigos, inclusive hasta al sótano en la casa de un familiar. Por último, la familia con cuatro hijos  se instaló en un apartamento con un dormitorio y un baño. Eso fue el “cielo”, dice Brenda Kolerok-Schott a la Catholic Anchor de Alaska.

Sin embargo, las cosas fueron cada vez más difíciles. Después de transcurridos cinco meses, Brenda Kolerok-Schott ya no pudo ocultar su embarazo a sus padres. Al escuchar la noticia, ellos se molestaron y se sintieron “muy avergonzados” por su situación, recuerda. Y el padre del bebé estaba divorciándose de su esposa. “Yo no sabía lo que iba a hacer”, explica Brenda.

Patricia Coll Freeman / Cath olicAnchor.org  / Notifam) A continuación, un consejero de la escuela secundaria le habló a la adolescente sobre los Servicios Sociales Católicos, la rama de servicios sociales de la arquidiócesis de Anchorage. Fundada en 1966, la agencia atiende a los necesitados a través de los refugios de emergencia, una despensa de alimentos y otros programas, incluidos los orientados a las mujeres embarazadas en crisis. Brenda Kolerok-Schott dice que antes que pasaran dos días de su contacto con los Servicios Sociales Católicos, le encontraron un hogar para ella con una joven familia católica. Eso fue un remanso para la niña en apuros.

El poder de “los verdaderos cristianos”

“Descubrí realmente lo que los verdaderos cristianos eran cuando fui ubicada con una familia católica que se ocupó muy bien de mí”, explica. Ellos proporcionaron un hogar seguro y cómodo para ella. Pronto, Brenda Kolerok-Schott estaba obteniendo por primera vez 5 calificaciones «A» en la escuela. Y ellos le ayudaron a resolver los “pros y los contras” de criar a su hijo, frente a la alternativa de entregar al bebé en adopción.

christopher-aaron-kolerok_con_dios_aos_el_hijo_de_brenda.jpgLuego, en noviembre, Brenda Kolerok-Schott dio a luz, a un mes de la fecha prevista, a un bebé que pesaba cinco libras. Ella comenta que todos sus cálculos previos –basados en parte en su juventud y su deseo de ir a la universidad y entrar en la marina de guerra– habían apuntado a la adopción. Pero Brenda “se enamoró inmediatamente” de su hijo. Entonces tomó la decisión: la madre y el niño crecerían juntos. Como sucede a menudo, el nacimiento del bebé “me devolvió a mi familia” de nuevo, agrega Brenda Kolerok-Schott, cuyos padres regresaron a ella después de una larga ausencia.

La joven madre y el bebé continuaron con su familia de los Servicios Sociales Católicos, hasta que Brenda pudo conseguir un trabajo estable y pudo mantenerse por su cuenta con su hijo.

Apoyo “vital” en el embarazo

Brenda Kolerok-Schott nunca ha olvidado cómo los Servicios Sociales Católicos le habían ayudado durante su “hora.más oscura”. A través de los años, ella ha trabajado y ahorrado para devolver algo a la organización que la ayudó a salvar a su bebé y a ella y a mantenerse juntos. “Estoy tan agradecida a Dios. Él me mostró su verdadero amor a través de los Servicios Sociales Católicos y que hay verdaderos cristianos que son católicos”, afirma Brenda con rotundidad.

Brenda Kolerok-Schott cree que el tipo de apoyo que recibió de la organización de ayuda a embarazadas es “vital” para las adolescentes que se encuentran en una situación como la suya en crisis. “Hay tanta gente por ahí, tantas adolescentesí que son como yo”, observa Brenda,  que ellas necesitan saber que hay personas que les ayudarán a entregar a su hijo en adopción o a elegir a los padres.

“El apoyo al embarazo no existe para apoyar a las mujeres que están decidiendo solamente el plan de adopción”, explica Susan Bomalaski, directora ejecutiva de los Servicios Sociales Católicos. “Queremos apoyar a todas las mujeres que han elegido una opción de vida para su hijo por nacer en la forma que ellas quieran”, continua afirmando. Eso puede implicar proporcionar una familia tutora, el apoyo para la casa o los pañales. Pero en este momento y con su actual dotación de personal, la organización no puede proporcionar el “espectro completo de servicios”, dice Susan Bomalaski,christopher_kolerok_con_su_novia_michaela_hernandez.jpg sin mayor ayuda financiera y ayuda de voluntarios de la comunidad.

Los habitantes de Alaska han comenzado a sentir el pellizco que produce la pérdida de empleos, los salarios estáticos y el aumento de los costos, señaló. Como resultado de ello, las donaciones a la agencia de servicios sociales se han reducido un 20 por ciento.

Finales felices

Pero la financiación y los voluntarios se traducen en resultados positivos.

Brenda Kolerok-Schott está casada, tiene un segundo hijo, y trabaja como agente de bienes raíces. Su hijo –que fue concebido, nacido y de quien algunos esperaban que iba a crecer en el caos y la pobreza– tiene ahora 28 años de edad: Christopher Kolerok, graduado de la Universidad de Alaska, Anchorage, un campeón en debates universitarios a nivel mundial y reciente graduado de una Maestría de la Universidad de Harvard.

También está comprometido para casarse con Michaela Hernández, graduada de la Universidad de Alaska, Anchorage, feligresa de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe en Anchorage. Para Kolerok-Schott, quien fue ayudada por los católicos hace 28 años, se trata de “un círculo completo” que su hijo se case con una “¡chica bonita, una hermosa católica!”.

Ella ve la alegría de su hijo como parte de un final feliz que cree que toda adolescente embarazada merece encontrar para ella y su bebé.

Brenda Kolerok-Schott espera que su historia anime a otras jóvenes y adolescentes embarazadas a elegir la vida para sus bebés. Ella les quiere hacer saber “que hay esperanza, y si puedo hacer esto, entonces ellas pueden hacer esto también, que Dios siempre estará con ellas, y siempre tomarán la decisión correcta. Incluso si tu embarazo llega a ser difícil, duro y vergonzoso. Siempre hay gente dispuesta a ayudar”, concluye. 

 

Comentarios 0

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad