Almudena Rojas, estaba alejada de Dios, ha viajado por 70 países, pero el Señor la llamó a ser Carmelita Descalza: «Deseaba hacer la voluntad de Dios y le di un sí rotundo»

* «Milagrosamente fui a unos ejercicios espirituales y me di cuenta de la importancia de la Eucaristía. El Rey de los Reyes entregado esperando a que le queramos un poco. Así que empecé, poco a poco, a ir cada día a Misa y me percaté que Dios me pedía que me entregase a Él… Hasta que en Roma fui a un congreso y viendo un vídeo sobre la ecología y la sociedad moderna de hoy en día, vi que Dios me pedía que me entregase a Él y que entregase el mundo para ser Carmelita Descalza”

Camino Católico.-  Almudena Rojas Estapé ingresó en el convento de la Encarnación de Ávila, donde Santa Teresa de Jesús fue priora, el 29 de junio de 2014, y a mediados de noviembre tomó los hábitos en presencia de sus padres, el psiquiatra Enrique Rojas y la notario Isabel Estapé. Cuando la Hermana Almudena María de la Esperanza, tenía 23 años en 2015 -hoy ya ha cumplido 31- se difundió el vídeo que publicamos en el que explica cómo nació su vocación.

Está grabado antes de entrar en el convento. Al principio se resistió a aparecer ante la cámara porque, como dice ella, la vocación de carmelita es la de desaparecer. Fue la priora del convento, Madre Carmen, quien le animó a hacerlo y le dijo: “La Iglesia es un rosal precioso y las raíces de este rosal son las carmelitas, que con su oración dan vida al rosal. Si la raíz sale de debajo de la tierra, el rosal se seca. Pero las semillas que están por plantar, hasta que no se hunden en tierra, se pueden poner en cualquier sitio: en el suelo, encima de la mesa o delante de una cámara”.

Almudena tenía un proyecto profesional, que pasaba incluso por la política, unos sueños que cumplir y muchas aficiones. Una de ellas, viajar, pues conoce más de setenta países. “Ahora viajaré a través de la oración, pero siempre desde un mismo lugar“. En el vídeo cuenta cómo sintió por primera vez la llamada de Dios y cómo se resistió a ella todo cuanto pudo. Y concluye con una imagen de ella de espaldas, abrazada a su familia. Este es una transcripción de los fragmentos más importantes de su testimonio:

Almudena Rojas Estapé

En el ámbito personal era una chica alejada de Dios, pendiente de mi misma, egoísta, criticaba bastante a la gente… En los cuatro años en la universidad y en el colegio mayor me llevé un montón de cosas, sobre todo haber conocido a Dios. Viendo a gente muy interesante que estudiaba conmigo y que tenía a Dios cerca en su vida pensé que yo me tenía que acercar a Él y, poco a poco, empecé a conocerle, a tratarle y a quererle un poco más cada día.

El problema de ir acercándome es que vi que Dios me podía pedir algo más y eso me parecía horrible. Así que decidí darle la espalda. Incluso fui a una capilla y le dije que no, que prefería no creerle antes de decirle que sí a cualquier cosa.

Me volví a encerrar en mi misma, en mi egoísmo y no me podía ni soportar. Pero, milagrosamente fui a unos ejercicios espirituales y me di cuenta de la importancia de la Eucaristía. El Rey de los Reyes entregado esperando a que le queramos un poco. Así que empecé, poco a poco, a ir cada día a Misa y me percaté que Dios me pedía que me entregase a Él. Me pide ser numeraria del Opus Dei, que era lo que tenía a mí alrededor y yo veía, o Carmelita Descalza, cosa que no me podía imaginar en absoluto.

Tenía estas dos opciones y aunque no sabía la que Dios quería yo deseaba hacer su voluntad. Le di un sí rotundo y, poco a poco, cada día iba haciendo lo que me iba pidiendo… Hasta que en Roma fui a un congreso y viendo un vídeo sobre la ecología y la sociedad moderna de hoy en día, vi que Dios me pedía que me entregase a Él y que entregase el mundo para ser Carmelita Descalza.

Se lo conté a mis padres y ellos me pidieron que me quedara un año y medio a terminar la carrera. Y la verdad es que fue la mejor decisión que pude tomar, sobre todo porque estuve cerca de Dios y de las personas y aprendiendo a querer a la gente con el corazón de Jesús.

La vida de una Carmelita Descalza es entregar el mundo, las comodidades que la vida te ha ido poniendo. No tienen televisión, internet, calefacción…Tampoco comen carne… Las Carmelitas también trabajan sobre todo en cosas manuales que les permitan tener la cabeza puesta en Dios y las manos en el trabajo…. Ahora viajaré a través de la oración, pero siempre desde un mismo lugar.

Almudena Rojas Estapé

Monasterio de la Encarnación de Ávila donde es monja Almudena Rojas Estapé

La hoy Hermana Almudena María de la Esperanza descubrió a Santa Teresa de Jesús así: «Vio la serie de TVE, ‘Teresa de Jesús’, de Concha Velasco, y, a su vez, le influyó ‘Vida de Santa Teresa de Lisieux’, contada por Maxence Van Der Meersch. Otra de sus grandes referencias ha sido San Juan de La Cruz, a quien yo he leído gracias a mi madre. Una de sus obras más especiales es ‘Subida al Monte Carmelo’, que tiene unos versos excepcionales», cuenta esta Navidad de 2023 a LA RAZÓN su padre, el psiquiatra Enrique Rojas.

Actualmente, veintinueve hermanas forman parte del Monasterio de La Encarnación de Ávila, un edificio ubicado en el interior de la ciudad amurallada y declarado Patrimonio de la Humanidad. «Últimamente han entrado seis hermanas que tienen entre 19 y 25 años. Todas son universitarias», desvela Enrique Rojas. Allí, en 1535, Santa Teresa también ingresó, primero como monja y, más tarde, como madre priora.

El psiquiatra Enrique Rojas padre de Almudena Rojas Estapé que es Carmelita Descalza

Almudena «es una más de la congregación. Nosotros vamos una vez al mes a verla. Solemos estar con ella entre cuatro y seis horas. Está al tanto de que su hermana Marian tiene mucha resonancia (es psiquiatra y una de las superventas de España gracias a sus libros de autoayuda) y también del éxito de su otra hermana Isabel, que es psicóloga», confiesa Enrique Rojas. En una entrevista con la COPE, fue más allá y compartió: «No conocía el mundo de las carmelitas desde dentro. Me ha sorprendido la sintonía, el ambiente de paz, la alegría enorme… ¡Se han convertido en una segunda familia para nosotros! Desde la priora del convento hasta las torneras».

Lo que más sorprendió a todos los Rojas Estapé es que Almudena optara por la contemplación. «Ahí es donde yo veo la mano de Dios», mantiene Enrique, quien encontró gran consuelo en la fe tras perder a su hijo Enrique cuando solo tenía dos años. La poética teresiana sostiene que la misión de las carmelitas descalzas es desaparecer. «Somos el corazón de la Iglesia. Y, si el corazón se ve, se acabó», ha explicado la madre Carmen, priora de la Encarnación.

Santa Teresa, «una mujer que fue apedreada psicológicamente en su época, el Siglo de Oro Español. Me asombra su alegría y que era una gran comunicadora que hablaba con el rey Felipe II y los grandes personajes de su tiempo», en palabras del psiquiatra Rojas. Sin embargo, a pesar de todas esas conexiones, como dijo ella, «solo Dios basta». El doctor recomienda pasarlo bien en Navidad, pero con «fundamento». «Hay que sustantivar la fiesta. Que se descubra que el cristianismo es una de las raíces más importantes de Europa».

Publicado originalmente  en Camino Católico en octubre de 2015 y actualizado


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