Ángela Caracuel Barrientos nació con parálisis cerebral: «Dios me quiere mucho, me da el Espíritu Santo para guiarme, me hizo tal y como soy y no se ha equivocado»

* «Para mí, rezar significa hablar con Dios, que es como mi padre y me cuida y me enseña. Le pido que me ayude a ser responsable, a ayudar y amar a quien me necesite»

Camino Católico.- Ángela Caracuel Barrientos tiene 16 años y nació con artrogriposis y parálisis cerebral, por lo que no mueve bien las articulaciones y no puede andar. Sin embargo, su enfermedad no es obstáculo para practicar skate, surf, padelsurf, equinoterapia y vivir una vida feliz en la que la oración es muy importante para ella y lo explica a Ana Medina en Diócesis de Málaga.

– ¿Quién es Ángela Caracuel Barrientos? Preséntate.

Hola, me llamo Ángela Caracuel Barrientos, tengo 16 años y bueno… tengo una enfermedad que se llama artrogriposis y una parálisis cerebral. Y diréis ¿eso qué es? Pues la parálisis cerebral es una mala conexión de las neuronas en mi cerebro durante mi gestación y me afecta al sistema nervioso periférico y provoca que no pueda andar y no pueda controlar bien el brazo derecho. Además tengo artrogriposis. Es una enfermedad rara que me afecta a las articulaciones, que no las puedo mover bien, sobre todo en los pies y en la mandíbula.

Vivo en Málaga con mi familia, mis padres y mis cinco hermanos, yo soy la quinta y por eso dicen que soy la mimada de la casa. Tengo una hermana que se acaba de casar hace 2 años y ha tenido un hijo que se llama Alejandro al que quiero mucho y que me ha quitado el puesto de la más mimada.

Lo que más me gusta hacer es skate, surf, padelsurf y equinoterapia. Todo esto lo hago a través de una asociación «Mis metas por ti», que conocí gracias a Rita, mi fisio, que me contó que se estaba organizando esta asociación y llevo 3 años. Gracias a la escuela de surf «La mar de bien Málaga” y a voluntarios de la asociación podemos hacer las actividades de surf y skate y estoy muy agradecida porque ellos nos han brindado una oportunidad de realizar estos deportes que yo no podría haber hecho nunca.

– ¿Quién te enseñó a rezar? ¿Qué recuerdas de eso?

Me enseñaron a rezar desde muy pequeñita mis padres porque ellos creen que Dios existe y es nuestro Padre del Cielo que nos quiere mucho. Rezar, para mí, significa hablar con Dios que es como mi padre y me cuida y me enseña. Recuerdo que antes de cada operación, mis padres me hacían una cruz en la frente y rezábamos para que no me doliera.

También mi madre me dice que en los momentos que no sabíamos que hacer, rezábamos y aparecían ángeles, que son personas que nos han ayudado cuando más lo hemos necesitado. Son personas de verdad. Algunos médicos y personas en el materno: mis fisios Nacho y Rita; Mari Carmen, mi terapeuta; Gertru, la auxiliar del Materno que nos recibía siempre con una sonrisa… Y también Vivi, una mujer que nos ayudó para entrar en la escuela; algunos profes…. Estas personas nos la envía el Señor como un regalo cuando rezamos pidiendo ayuda porque no sabemos qué hacer.

– ¿Qué significa la oración en tu vida? ¿Podrías vivir sin rezar?

No podría vivir sin rezar, porque Dios me quiere mucho y me da fuerzas y alegría a pesar de mi enfermedad y además me da el Espíritu Santo para guiarme en mi día a día.

– ¿En qué momentos tienes más necesidad de rezar? ¿En los buenos o en los menos buenos? ¿Y por qué?

En los menos buenos porque yo veo a Dios como un Padre que, cuando estás mal, necesitas hablar con él y siento que me cuida. En los buenos también, porque le doy gracias a mi Padre que está en los cielos por las cosas buenas que nos regala.

Ángela Caracuel Barrientos practicando equinoterapia

– En las dificultades del día a día que vives debido a la artogriposis, ¿te ayuda el hecho de creer en Dios? ¿Cómo?

Claro que me ayuda creer en Dios, porque Dios me hizo tal y como soy y Él ha querido esta historia para mí y no se ha equivocado, porque si no, no me querría y no sería Dios. Aparte sé que hay una Vida después de ésta que se llama la Vida Eterna y allí seremos muy felices. Además, el ser así me ha enseñado a darme cuenta y ayudar a los que sufren. En mi colegio hay niños con discapacidades y juego con ellos con mi silla. Con mi abuela, cuando ella iba en silla de ruedas como yo, nos íbamos las dos a pasear juntas.

– ¿Cómo rezas habitualmente, en qué momento y en qué lugar?

– Todas las noches: rezamos juntos con mi padre o mi madre o con mi hermana esta oración: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente y al prójimo como a ti mismo. Haz esto y tendrás Vida Eterna».

Por las mañanas rezamos el Padrenuestro y el Ave María y, además, le damos gracias al Señor por la vida en  el nuevo día, por todo lo que nos da, la familia, los amigos y la comunidad y le pedimos por las personas que me acuerdo, sobre todo por mis padres, mis abuelos que están muy enfermos, las embarazas y por los enfermos que conozco. Además le pido que me ayude a mí a ser responsable, a ayudar y a amar a quien me necesite. Lo hacemos mientras vamos al colegio en el coche, porque sino no nos da tiempo.

Los domingos por la mañana en casa rezamos los laudes y papá nos explica un poco qué significa alguna lectura de la Biblia o el evangelio del domingo y mi madre nos da su experiencia de lo que significa Dios en su vida o de cómo le ha ayudado en la semana y mis hermanos y yo, si queremos, también damos nuestra experiencia con respecto a la lecturas o cómo está nuestra relación con Dios.

Además estoy en una comunidad neocatecumenal, donde celebramos la Palabra todos los jueves y rezamos todos juntos y unos por otros.

– ¿Cómo recomendarías la oración a una amiga o a un amigo tuyo que no tenga costumbre de rezar? ¿Qué le dirías?

Le diría que tiene un padre que se llama Dios que te cuida, que te ama y que siempre está para ayudarte y si le hablas sentirás un alivio por dentro, porque tu vida, si le escuchas a Él, estará bien, aunque a veces las cosas que te pasen no sean las que tú quieres. Además le regalaría un libro que me regalaron  mi, que se llama “Papa Dios”, de Fano.

– ¿Cuál es tu oración favorita, aquella que te gustaría recomendar a los lectores?

Dios te salve María, porque la rezaba antes de que me operaran. Hay también una canción que cantamos en mi comunidad que es “María pequeña Maria”. Me gusta mucho el Ave María y la canción porque me dice quién es la Virgen María y como me consuela porque no me siento sola y porque mi madre me la cantaba cuando yo era pequeña. Dice:

María
pequeña María,
Hija de Jerusalén
Madre de todos los pueblos,
Virgen de Nazaret…….


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