Clint Valentine, anglicano, pasó hambre de niño y se hizo rico pero «sentía un vacío» y experimentó en la New Age: «Soñé con Jesús y me dijo: ‘permanece en la luz’ y me hice católico»

* «Cuando empecé a pasar más tiempo con la comunidad católica me invitaron a entrar en la capilla de Adoración. No sabía lo que era eso y ahí encontré la paz. Era un lugar donde el Señor nos conoce. Y en ese lugar me sanó muchos recuerdos. Aquel lugar fue como una confirmación de nuevo de que eso era lo correcto»

Camino Católico.-  Clint Valentine tuvo una infancia difícil. Fue educado en la Iglesia protestante, pero en su casa no se podía hablar de Dios. Además, se crió con una madre enferma, lo que provocó que tanto él como sus hermanos se pasaran hambre. vivió el divorcio de sus padres, y aunque nadie se lo había enseñado, elevó a Dios una oración con todo su ser.

Pasados veinte años, su éxito como entrenador profesional le había dado todo: coches de lujo, casas, dinero… Sin embargo, se encontraba completamente vacío y que de manera casi casual llenó en una capilla de Adoración. Un sueño y la añoranza de cantar en el coro le harán ponerse en camino para buscar a Dios. Sólo en el catolicismo encontró la felicidad. Y el niño que había nacido anglicano se convirtió en un adulto católico. Clint Valentine explica su conversión en una entrevista en el programa Cambio de Agujas de H.M. Televisión, presentado por Cristina Casado.

Una infancia difícil con el divorcio de sus padres y pasando hambre, lo que le hace clamar a Dios

Los padres de Clint Valentine

De su infancia recuerda sus catequesis en la Iglesia Anglicana, pero también una frase que le dijo su madre cuando volvían a casa: “No debes hablar de Dios”. Él “no entendía por qué” pero explica que “no volví a hablar en mucho tiempo. Lo enterré. No me alejé de Dios, simplemente enterré todo el tema. Lo escondí en mi corazón”.

Los padres de Clint discutían cada vez más y llegó un día en que su padre se fue de casa y no volvió. Su madre enfermó y  tuvieron que vivir un tiempo con sus abuelos. Posteriormente, su madre se volvió a casar, pero seguía enfermando y su nuevo marido tenía bastantes problemas y estuvo desaparecido hasta seis meses. Clint no iba ni al colegio. Una huelga brutal en Reino Unido afectó a su madre puesto que dejó de recibir una pensión.

Clint Valentine explica que “no teníamos nada de dinero. No teníamos ni comida. Literalmente nos moríamos de hambre, hasta el punto de que vomitaba saliva, tenía el estómago vacío”. Tras una semana en esta situación, “caí de rodillas y empecé a rezar, aunque no sabía ninguna oración: ‘¡por favor Dios, ayúdame!’. Creo que fue al día siguiente que mi abuelo al no tener noticias nuestras llamó a la puerta, entró y empezó a llorar porque no daba crédito a lo que veía”, asegura y detalla que esta fue la primera vez que imploró a Dios con todo su corazón pese a su corta edad.

Aunque inmediatamente su abuelo les compró comida que les gustaba  a él y a sus hermanos, confidencia que  “estaba tan vacío que no podía ni comer”. Pasados los años ve que “fue una gracia tremenda aunque extraña. Me hizo caer en la cuenta de la grandeza de Dios. Cuando lo invocas, Él está ahí”.

Se hace entrenador profesional, se enriquece y abre puertas a experiencias de la New Age

Pasados veinte años, Clint cumplió un sueño y se convirtió en entrenador profesional. “Empecé a trabajar con la gente más rica del mundo, fue como una especie de bendición financiera. Ganaba mucho dinero, tenía todo lo que quería, una casa preciosa, tenía coches y podía hacer lo que quisiera. Trabajaba por todo el mundo y estaba con gente famosa y rica”. Sin embargo, su éxito empresarial y profesional no le aportaba lo que vitalmente necesitaba y Clint Valentine experimentaba que le faltaba algo: “Sentía un vacío, no me llenaba el dinero”.

Clint Valentine y su esposa Elisabeth

En un viaje a Irlanda, donde habían comprado una casa vacacional tuvo experiencias de la New Age: “Hice algo con reiki para la sanación de una clienta y me dieron unas cartas que interpretaba para mis suegros. Me parecía divertido y parecía que acertaba. Entonces pensé que era algo bonito. Y encima mi mujer me compró otras cartas de ángel del tarot. Abrimos una puerta”.

El sueño de Jesús, oración en la Iglesia y la adoración

A pesar de sus torpezas, “algo muy grande” le dirigió hacia la Iglesia Católica: “esa noche en mi sueño Jesús se me apareció. Nunca había soñado con Jesús. Pero lo que me convencía es que en mi sueño caí de rodillas, no fue arrodillarme, sino que caí, fue involuntario y Él puso sus manos encima de mi cabeza y me dijo: ‘permanece en la luz’”. Al día siguiente por la mañana Clint se fue a una iglesia católica y empezó a rezar a Dios ante la incredulidad de su mujer, que no creía que lo que estaban viendo sus ojos.  “Recuerdo que pedí a Dios que me guiase. Lo que no me daba cuenta es que al mismo tiempo mi mujer estaba rezando lo mismo”.

Una mujer se les acercó estando Clint y su esposa en la Iglesia y fue el instrumento de Dios para acercarlo a la Iglesia Católica, puesto que tras hablar con ella Clint acabó en el coro parroquial. “La Reina de Inglaterra es la cabeza de la Iglesia anglicana pero no me sentía bien. Buscaba una religión más profunda y cuando empecé a pasar más tiempo con la comunidad católica me invitaron a entrar en la capilla de Adoración. No sabía lo que era eso y ahí encontré la paz. Era un lugar donde el Señor nos conoce. Y en ese lugar me sanó muchos recuerdos. Aquel lugar fue como una confirmación de nuevo de que eso era lo correcto” y el paso definitivo que le llevó al catolicismo. Y así hasta hoy en que Clint está involucrado en su parroquia dando gracias a Dios por la historia que ha hecho con él.

Publicado originalmente en Camino Católico en marzo de 2020


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Fuente:Eukmamie
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