Jamie Ogg, bebé australiano dado por muerto despierta gracias a caricias de su madre

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jamie_ogg.jpg3 de septiembre de 2010.- Jamie Ogg es un milagro para los australianos. Nació antes de los siete meses de gestación, era tan frágil que los médicos lo dieron por muerto y lo entregaron a su madre para el primer y último abrazo. Dos horas después, mientras aún recibía las caricias maternas, el pequeño comenzó a dar señales de vida. Kate y David Ogg solo dan gracias a Dios por su milagrosa historia. Kate dio a luz a sus mellizos Emily y Jamie a las 27 semanas de embarazo. La niña sobrevivió sin mayores complicaciones, pero los médicos creían que el varón no tenía posibilidades de sobrevivir. Publicamos un vídeo-noticia-testimonio sobre este tema.

(ACI) Durante 20 minutos trataron de que el bebé respirara por su cuenta y como no lograron su cometido lo declararon muerto y entregaron el cuerpo a Kate y David para una despedida privada. "El médico me preguntó después del parto si ya habíamos elegido el nombre para nuestro hijo. Le dije: ‘Jamie’, se dio la vuelta con mi hijo envuelto y me dijo: ‘ Hemos perdido a Jamie, lo siento’", recbebe_prematuro.jpguerda Kate en una entrevista televisiva.

Después de dos horas de estar con su madre, quien no dejó de hablarle y acariciarlo, Jamie comenzó a dar signos de vida. Aunque una enfermera le dijo que se trataba de un reflejo, Kate le ofreció leche materna con el dedo, y tras ese contacto, el niño comenzó a respirar con regularidad para asombro de todos. "Jamie no se movía en lo absoluto y comencé a hablar con él. Le dijimos cuál era su nombre y que tenía una hermana. Le dijimos las cosas que queríamos hacer con él durante toda su vida", asegura Kate recordando los momentos en que creyó haber perdido a su bebé.

Cuando empezó a moverse "pensé ‘Oh, Dios mío, ¿qué está pasando?’. Poco tiempo después abrió los ojos. Fue un milagro", agrega. "Le dije a mi mamá, que estaba allí, que él todavía estaba vivo. Luego tendió la mano y agarró el dedo. Abrió los ojos y movió su cabeza de lado a lado", agrega sosteniendo a Jamie ahora de cinco meses de vida.

David agradece a Dios por su esposa. "Tengo una mujer muy fuerte y muy inteligente. Instintivamente, hizo lo que hizo. Si ella no hubiera hecho eso, entonces probablemente Jamie no estaría aquí".

El vídeo-noticia-testimonio

 

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