La Virgen María llama en las apariciones de Kibeho al arrepentimiento y a la conversión del corazón

1 de abril de 2010.- Kibeho es una pequeña localidad situada al sur de Ruanda, en el actual distrito administrativo de Nyaruguru, a 162 km de la capital del país, Kigali. Kibeho es también el nombre de una de las parroquias de la diócesis de Gikongoro, fundada en 1934 y dedicada a la Madre de Dios. Hoy la parroquia de Kibeho es conocida sobre todo como un lugar de apariciones, reconocida por la Iglesia y de peregrinación. Otros cuatro videntes fueron señalados, pero no fueron incluidos en la aprobación oficial de la Iglesia. Para seis videntes, las apariciones terminaron en 1983. Sólo Alphonsine continuará teniendo apariciones el 28 de noviembre de cada año hasta 1989. La Virgen se presenta a todos los videntes como la “Madre del Verbo” (En lengua local: “Nyina Wa Jambo”). En Kibeho, el mensaje lanzado por María es un llamamiento urgente al mundo: un llamamiento al arrepentimiento y a la conversión de corazón, a la oración sincera, a amar y a tener una fe viva. Pero es sobre todo una llamada a la reconciliación. María nos pide renunciar al pecado, deplorar toda idolatría, falta de respeto, materialismo, hipocresía e inmoralidad sexual. María llama al mundo a cambiar de vida, mientras todavía hay tiempo, ponerse en guardia contra las graves consecuencias del estado moral actual. El 15 de octubre de 1982, las visiones fueron espantosas: la sangre fluía libremente, las personas se mataban, los cadáveres estaban abandonados en sus tumbas, visiones que resultarán proféticas, en vista de las tragedias humanas sufridas en Ruanda y en las regiones de los Grandes Lagos, entre 1994-1995, en un contexto de guerra civil entre Hutus y Tutsis. En sólo algunos meses, el genocidio de Ruanda alcanzará 800.000 personas muertas, entre ellas 3 obispos y más de 400 sacerdotes y religiosos. Una de las videntes, Marie-Claire, morirá también durante la masacre. El 15 de agosto de 1988, el obispo de la diócesis de Butare, monseñor Jean Baptiste Gahamanyi, aprobó el culto público y dio a este santuario mariano de Kibeho el nombre de “Nuestra Señora de los Dolores”. La Santa Sede dio su aprobación el 21 de junio de 2001.
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