Mª José Gutiérrez, con 2 años, se ahogó en 2004 y resucitó por intercesión de la Virgen de los Dolores de Soriano

Después de mucho tiempo de vanos intentos por volverla a la vida, su madre y sus familiares gritan implorando el socorro de la Madre de Dios, por cuya intercesión maternal es vuelta a la vida. Horas después, cuando recobró el conocimiento en el hospital de Cadereyta, lo primero que la niña le dijo a su mamá fue que la señora que la había curado era la Virgencita de los Dolores

(El Observador de la Actualidad  / Camino Católico)  El 4 de Agosto de 2004, la niña mexicana María José Gutiérrez Hernández, de dos años y medio de edad, al ir a pasar un día al campo, se cayó en una poza junto al río Colón, sin que nadie se percatara, y se ahogó. Sin embargo, se produjo un milagro y resucitó por intercesión de la Virgen, según su testimonio, el de sus padres y el de Juan Manuel Pérez Romero, Rector del Santuario de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano de Querétaro. Los cuatro explican los hechos en el vídeo y María José, hoy con 13 años, da gracias a la Virgen.

En el museo de los milagros del Santuario de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano hay un exvoto pintado de este gran favor recibido por la familia Gutiérrez Hernández que se expuso en el año 2007 junto a los más de 900 exvotos que se guardan y exhiben.

Según la tradición, varias veces centenaria, una manera de dar gracias a la Santísima Virgen por un favor recibido es haciendo patente a la vista de todos el hecho portentoso por medio de una pintura sobre lámina que narra la historia a los demás peregrinos que acuden al Santuario de la Santísima Virgen. 

El exvoto, muestra como la niña María José cae en una poza sin que nadie la viera. Posteriormente uno de los niños, que estaban en el día de campo, descubre un cuerpo flotando, lleno de lodo y totalmente morado e hinchado, dando aviso a los otros niños y a los adultos que los acompañaban. 

Finalmente muestra cómo, después de mucho tiempo de vanos intentos por volverla a la vida, su madre y sus familiares gritan implorando el socorro de la Madre de Dios, por cuya intercesión maternal es vuelta a la vida. Horas después, cuando recobró el conocimiento en el hospital de Cadereyta, lo primero que la niña le dijo a su mamá fue que la señora que la había curado era la Virgencita de los Dolores. 

El exvoto muestra al papá de la niña, que ese día estaba trabajando, pero que tuvo el presentimiento que algo grave estaba pasando a su hija. Ambos, papá y mamá de la niña dan actualmente servicio voluntario al Santuario. 

El exvoto lo pintó en óleo sobre tela, el ingeniero y pintor queretano Alejandro Padilla González de la Parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en la colonia Carretas de esta ciudad de Santiago de Querétaro. 

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