Matthew Kubisch ora ante el Santísimo qué debe hacer en todo, incluso para pedir matrimonio a su novia: «Discierno si lo que siento es la voluntad de Dios y debo cumplirla»
* «Recibir la Eucaristía es el corazón y el alma de mi fe. Y en mi vida de oración, la adoración eucarística es el fundamento… Hemos descubierto yo y mi prometida que pasar tiempo en oración, pasar tiempo con Jesús, ya sea con la adoración eucarística o simplemente estando en la iglesia y pasando tiempo juntos, nos ayuda a recuperar serenidad y así aprendemos a perdonar. ¡Es tan increíblemente pacífico ir con tu pareja y simplemente rezar juntos! y salir de la oración diciendo: ‘¡Hagámoslo, sigamos adelante!’»
Camino Católico.- Antes de proponerle matrimonio a la joven con la que quería casarse, Matthew Kubisch, de 23 años, visitó a la única persona con la que siempre consulta sobre las decisiones importantes de su vida. Kubisch entró a la capilla de la iglesia durante sus horas de adoración eucarística y le pidió a Dios que lo guiara.
Poco después, el día anterior al Domingo de Ramos de 2023, Matthew condujo desde Indianápolis hasta Minnesota (U.S.A.) para sorprender en la universidad a su novia, Amanda Johnson, y hacerle la pregunta. El viaje mereció la pena… ella estaba radiante cuando le dijo que sí. «Es un verdadero regalo que Dios nos ha hecho», dice Kubisch, miembro de la parroquia St. John the Evangelist en la Archidiócesis de Indianápolis, a cuyo portal explica su testimonio.
En cuanto a los dones de Dios que son la Eucaristía y la Adoración, Matthew asegura que “recibir la Eucaristía es el corazón y el alma de mi fe. Y en mi vida de oración, la adoración eucarística es el fundamento. ¡Me deja tanta paz!, y me ayuda a discernir tan bien si lo que siento es la voluntad de Dios… y estar abierto a cumplirla”.
Matthew Kubisch, que es asesor financiero, suele pasar antes o después del trabajo por su parroquia, San Lucas Evangelista de Indianápolis, que tiene una capilla de adoración perpetua abierta los siete días de la semana, las 24 horas del día. «Intento ir al menos una vez a la semana para hacer una hora santa. Y si es una semana muy dura, puede que vaya dos o tres veces».
Las visitas extra suelen coincidir con dos preocupaciones estresantes en su vida. Una es intentar aumentar la cartera de clientes en este su primer año como asesor financiero. En la capilla, habla con Dios, preguntándole si esta carrera es la mejor manera de servir a la gente. Y la otra preocupación de Matthew tiene que ver con cómo puede ayudar mejor a un amigo íntimo quien atraviesa un momento difícil en la vida.
«Su familia se está desmoronando», asegura Matthew. «Así es que, cuando algo ocurre, como sé que no tengo la sabiduría necesaria para aconsejarle y me siento abrumado, me digo… ‘tengo que ir a rezar’. Y espero que Dios me diga lo que debo decir o lo que él debe hacer. Porque sé que no tengo en mi sabiduría para compartirelaen ese momento».
Matthew Kubisch y su prometida Amanda Johnson han decidido permanecer muy cerca de Dios, visitando continuamente a Jesús en el Santísimo, mientras esperan su boda, el 30 de septiembre, y planean seguir así también durante su matrimonio.
Matthew subraya para concluir: ”El matrimonio requiere de un trabajo duro. Aprender a sacrificarse por el otro en todos los ámbitos. Dar prioridad a lo que el otro quiere, ser abierto y cariñoso. Hemos descubierto que pasar tiempo en oración, pasar tiempo con Jesús, ya sea con la adoración eucarística o simplemente estando en la iglesia y pasando tiempo juntos, nos ayuda a recuperar serenidad y así aprendemos a perdonar.¡Es tan increíblemente pacífico ir con tu pareja y simplemente rezar juntos! y salir de la oración diciendo: ‘¡Hagámoslo, sigamos adelante!’».
