Nando Bonini, guitarrista, se convirtió al vivir un gran problema familiar: «Me encontré arrodillado en el jardín llorando, y pidiendo a gritos en mi interior ayuda a Dios»

* Ha acompañado durante años con la guitarra y ha realizado arreglos para el cantante Vasco Rossi, un mito en Italia. Ahora se dedica a hacer sus propios conciertos-testimonio y es terciario franciscano con su esposa

* «Después comprendí que la oración no es sólo pedir ayuda, también es diálogo, agradecimiento, alabanza… De entonces la necesidad de respirar cada día esta gracia, de vivir con Dios, por Dios y en Dios lo más posible, la misa cotidiana, la Eucaristía, la reconciliación, la familia, el trabajo, la fraternidad, la amistad… todo en función Suya»

12 de octubre de 2012.- (Sara Martín / Religión en Libertad / Camino Católico)La historia la cuenta Vatican Insider en su edición italiana del pasado jueves. Nando Bonini se dedicó durante toda una década de su vida a vivir junto a Vasco Rossi, uno de los grandes mitos, aún hoy, de la música en Italia.  Bonini ha sido compositor, autor e incluso ha hecho los arreglos para la música de Rossi durante más de diez años. Aún más, le había acompañado en sus giras musicales alrededor de Italia y medio mundo.

Su vida de estrella del rock cambió en 1995, cuando tuvo que escribir un musical sobre san Francisco de Asís: éste fue el punto de partida, la mecha que prendió la llama de un recorrido de conversión. «Todo ha sucedido con gran ayuda por parte de Dios, que me ha permitido comprender lo esclavo que yo era de la vanagloria y de la soberbia», reconoce Bonini.

«Un día de 1996, durante un tour con Vasco Rossi, un pensamiento cruzó mi mente por una fracción de segundo: ´Nando, das asco´. Ese ´asco´ era referido a mi forma de ser, me sentía superior a todos y consideraba a los demás en función de lo útiles que podían resultar para mis intereses»,continúa. Y éste fue el pensamiento que le ayudó a reflexionar sobre el sentido de su vida. Lo siguiente, explica Nando, fue encontrar la voluntad de liberarse de esa condición, para lo cual fue determinante tener a su lado a su mujer.

Pidiendo a gritos ayuda a Dios

Pero el punto de inflexión real vino con un gran problema familiar que le hizo abrir los ojos a «las realidades amargas de la vida, las que hay que afrontar con sentido de responsabilidad», especifica.

«Ese problema grave fue la verdadera gracia, la gracia con G mayúscula, porque de repente me encontré arrodillado en el jardín de nuestra casa, bajo la lluvia, llorando, y pidiendo a gritos en mi interior ayuda a Dios, a ese Dios que había abandonado cuando tenía 12 años».

Lo siguiente fue la oración: su angustioso problema se había resuelto poco después: «Después comprendí que la oración no es sólo pedir ayuda, también es diálogo, agradecimiento, alabanza… De entonces la necesidad de respirar cada día esta gracia, de vivir con Dios, por Dios y en Dios lo más posible, la misa cotidiana, la Eucaristía, la reconciliación, la familia, el trabajo, la fraternidad, la amistad…todo en función Suya», enumera.

Siguiendo los pasos de san Francisco de Asís

Desde ese momento comenzó a acudir, junto con su mujer, a la iglesia de un convento de frailes capuchinos. Y perseverando con ayuda, finalmente en el 2001 entraron a formar parte de la Tercera Orden Franciscana, «instituido precisamente por san Francisco para permitir a los laicos que viven en el mundo trabajar para vivir los valores del Evangelio, aplicándolos en su propia vida», explica.

Nando no ha cancelado todas sus colaboraciones artísticas, tampoco la que comparte con Vasco Rossi: ahora trabaja con él cantante en la producción de sus álbumes, pero no le ayuda en sus giras. Y es que Bonini tiene ahora sus propias giras: sus conciertos-testimonio le han llevado a cantar en muchos teatros de Italia y a participar en varios musicales cristianos. ¿Su objetivo? «Vivir dando testimonio de una Verdad que tiene nombre: Jesucristo. Lo hago con el medio que tengo para hacerlo, el medio que tenemos todos, nuestra vida. Es lo cotidiano lo que nos convierte en testigos de la Verdad», resume.

¿Vasco Rossi o Jesucristo? «Vasco Rossi es una criatura, Jesucristo es el Creador», responde sin dudar. «Jesucristo es la razón de mi existencia en esta Tierra, es el medio para continuar y es la meta que alcanzar para siempre», asegura. No obstante, trabajar con Vasco Rossi es «artísticamente una gran e impecable experiencia profesional».

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