Pachi Velasco «Fano», dibujante: «Me gusta mucho recordar cada día que comulgué, y que el Señor está conmigo, me habita, y que me sumo a su proyecto del Reino de Dios»

* «Yo me siento primero padre de familia, luego maestro, me gusta ser maestro, me gusta mi colegio, y luego hago “dibujillos”. Comencé a dibujar en mi parroquia para ayudar a la catequesis. Necesitaba dibujar para poder transmitir de manera sencilla a los alumnos el mensaje de Jesús. No me siento ilustrador, sino que dibujo cosas de Dios, puedo dibujar otras cosas, pero yo lo que siento es una manera de compartir y de vivir lo que creo. Forma parte de mis noches, yo digo que es como Nicodemo, que se encuentra al Señor por las noches. Cuando están los niños acostados y están las cosas del trabajo hechas, uno reza y lo expreso dibujando, es el Señor quien me ha dado el don de dibujar. Ésta es la única motivación para dibujar, y no hay otra»

Pachi Velasco «Fano» contó en mayo de 2015 en el Programa “Últimas Preguntas” de La 2 como realiza sus dibujos para poner en el centro de la vida de los niños y de las personas a Dios y asegura que  “Hay que pedir a Jesús la fe porqué es un regalo, un don”.

* «Podemos hablar de compartir, de solidaridad, pero si no hablamos de Jesús, nos quedamos en el envoltorio. Me dicen que dibujo muchos corazones. Pues, claro. El corazón es el símbolo del amor. Y la historia del Evangelio, como la fe, es una historia de amor. El nombre de Jesús y la palabra Amor no pueden desaparecer, porque son nuestra fe. Jesús, mi personal coach. En realidad, lo de coach es la parábola de los talentos. Nosotros tenemos una serie de talentos y un coach hace crecer y desarrollar esos talentos. Utilizamos la imagen de Jesús, porque encontrarte con él te hace crecer y ser quien eres en potencia. Eso es un poco el trabajo de un coach. Y Jesús es quien dignificó la vida de todas las personas y quien hizo que la viviéramos en mayor plenitud. El encuentro con Jesús es un encuentro personal, y desde la acción interior, desde lo profundo»

Camino Católico.-  El dibujante malagueño Pachi Velasco «Fano» cuenta a la web de la Diócesis de Málaga cómo reza y cuál es su oración favorita.

Pachi Velasco aprendió de sus padres a rezar con las oraciones tradicionales que luego él mismo ha enseñado a sus hijos. El padrenuestro, el avemaría, el “bendita sea tu pureza”, etc.

«La devoción a María y el rezo del ángelus me vino más tarde, gracias a las catequistas de mi comunidad. Ella es muy importante para mí y le encomiendo muchas cosas de mi vida de pareja», confiesa el dibujante.

Pero también los momentos de necesidad han sido sus maestros de oración. Así han calado en él oraciones como la de “Hazme instrumento de tu paz”, de san Francisco o “Padre me pongo en tus manos”, de Carlos de Foucauld. «Cuando busco un espacio de retiro interior para dibujar cosas de Dios, encuentro también muchas joyas, como unos audios que he descubierto ahora con textos de san Rafael Arnaiz», añade.

Para él, el móvil es un aliado, desde aplicaciones como “Rezando Voy” o “Diez minutos con Jesús” hasta la mensajería instantánea.

El pasado mes de abril, en plena primera ola del coronavirus, Patxi Velasco “Fano”, hizo un dibujo, adjunto a estas líneas, en el que muestra cómo Dios defiende al mundo del Coronavirus con una manguera. «En estos días rezo mucho con el Padrenuestro, especialmente con las frases «líbranos del mal» y «hágase tu voluntad». De ahí nace este nuevo dibujo».

«El Rosario es como si viéramos con María el álbum de fotos de lo que pasó su hijo»

«Recibo diariamente mensajes de personas que comparten el evangelio o reflexiones, y que son como un goteo de Gracia. También rezo en casa con los niños cuando bendecimos la mesa o cuando llega la hora de dormir y, con música, como Ixcís, Brotes de Olivo, Unai Quirós o Santiago Benavides. De forma más íntima antes de dormir, cierro los ojos, reviso el día, me pongo en presencia del Señor, le doy gracias, le cuento mis angustias… Me gusta mucho recordar cada día que el domingo comulgué, y que el Señor está conmigo, me habita, y que me sumo a su proyecto del Reino de Dios».

Un descubrimiento en su vida reciente ha sido el Rosario. «Antes me costaba pero ahora me da mucha paz. Es como si viéramos con María el álbum de fotos de lo que pasó su hijo. Me encanta ver esta historia de vida, que acompaña mi dolor y mi alegría durante la semana», explica.

«Uno reza y lo expreso dibujando, es el Señor quien me ha dado el don de dibujar»

Francisco Javier Velasco Fano (Oviedo, 1973) trabaja desde 2001 como profesor de educación especial en el colegio María de la O de los Asperones del cual es director y cuenta sus prioridades:

«Yo me siento primero padre de familia, luego maestro, me gusta ser maestro, me gusta mi colegio, y luego hago “dibujillos”. Comencé a dibujar en mi parroquia para ayudar a la catequesis. Necesitaba dibujar para poder transmitir de manera sencilla a los alumnos el mensaje de Jesús. No me siento ilustrador, sino que dibujo cosas de Dios, puedo dibujar otras cosas, pero yo lo que siento es una manera de compartir y de vivir lo que creo. Forma parte de mis noches, yo digo que es como Nicodemo, que se encuentra al Señor por las noches. Cuando están los niños acostados y están las cosas del trabajo hechas, uno reza y lo expreso dibujando, es el Señor quien me ha dado el don de dibujar. Ésta es la única motivación para dibujar, y no hay otra.

El Evangelio es buscar la justicia. Donde llega el Evangelio hay que denunciar el dolor y la pobreza. La Iglesia tiene que estar al lado de los pobres, acompañar a los pobres siempre, sabernos pobres siempre y luchar por la justicia social. Y se puede luchar con ternura, no hay que coger las armas, sino el amor de Dios, que es lo que tenemos.  El Evangelio es anunciar a Jesús, tenemos que anunciar el Evangelio por todo mundo,  y también los cristianos vamos creando justicia».

«Enseñar con Jesús, orar con Jesús y querer ser como Jesús. Sin él, todo es un sucedáneo, Jesús está en todo»

En su parroquia, Santa María de la Amargura de Málaga, continúa enseñando y en una entrevista en Vida Nueva explica:

«Toda catequesis, toda formación, se debe conjugar con el nombre de Jesús. Por ejemplo, educar en valores está muy bien, pero Jesús debe estar. Nosotros hacemos tres cosas en nuestra catequesis: enseñar con Jesús, orar con Jesús y querer ser como Jesús. Es el pilar, el centro de nuestra formación. Sin él, todo es un sucedáneo, Jesús está en todo. Podemos hablar de compartir, de solidaridad, pero si no hablamos de Jesús, nos quedamos en el envoltorio. Me dicen que dibujo muchos corazones. Pues, claro. El corazón es el símbolo del amor. Y la historia del Evangelio, como la fe, es una historia de amor. El nombre de Jesús y la palabra Amor no pueden desaparecer, porque son nuestra fe.

Jesús, mi personal coach. En realidad, lo de coach es la parábola de los talentos. Nosotros tenemos una serie de talentos y un coach hace crecer y desarrollar esos talentos. Utilizamos la imagen de Jesús, porque encontrarte con él te hace crecer y ser quien eres en potencia. Eso es un poco el trabajo de un coach. Y Jesús es quien dignificó la vida de todas las personas y quien hizo que la viviéramos en mayor plenitud.

El encuentro con Jesús es un encuentro personal, y desde la acción interior, desde lo profundo. Me gusta mucho hablar de la diferencia entre meditar y contemplar. El que medita, encuentra el centro, encuentra el equilibrio. Pero el cristiano no solo medita, sino que desde su centro, desde su equilibrio, también se encuentra con el espíritu de Jesús. Por eso lo llamamos contemplación, porque dentro de mí, cuando me encuentro en mi interior, encuentro el espíritu del Señor y construyo un templo. Lo que buscamos es que se produzca ese encuentro personal e íntimo con Jesús, que te permita encender esa interioridad» .

La oración “Hazme instrumento de tu paz”

Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.

Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.

Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.

Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.

Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.

Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.

Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.

Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.

Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.

Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar,  ser comprendido, cuanto comprender, ser amado, cuanto amar.

Porque es dándose como se recibe, es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo, es perdonando, como se es perdonado, es muriendo como se resucita a la vida eterna.

(Oración atribuida a San Francisco de Asís) 

Francisco Javier Velasco,”Fano”, es también Licenciado en Psicología y Licenciado en Magisterio, ofreció en junio de 2018 la conferencia de clausura del curso de la Delegación Diocesana de Enseñanza de Jaén, que tuvo lugar een el Seminario y a la que asistieron más de 300 profesores «Educar para la FE-licidad», ese fue el argumento de Fano para exponer cuáles son los verdaderos pilares de la educación y de la felicidad, alejados de los modelos que propone la sociedad del consumismo para encontrar la felicidad


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