Papa Francisco en el Ángelus, 17-3-2024: «Para Dios la gloria es amar hasta dar la vida, entregarse, perdonar, revelando su rostro de misericordia» 

* «Entrega y perdón son la esencia de la gloria de Dios. Y son para nosotros el camino de la vida. Entrega y perdón: criterios muy diferentes a lo que vemos a nuestro alrededor, y también en nosotros, cuando pensamos en la gloria como en algo que hay que recibir más que dar; como algo que hay que poseer en vez de ofrecer. No, la gloria mundana pasa y no deja alegría en el corazón; ni siquiera lleva al bien de todos, sino a la división, a la discordia, a la envidia»

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

* «He sabido con alivio que en Haití han sido liberados un profesor y cuatro de los seis religiosos del Instituto Frères du Sacré-Cœur secuestrados el pasado 23 de febrero. Pido que se libere lo antes posible a los otros dos religiosos y a todas las personas que todavía están secuestradas en ese amado país probado por tanta violencia… Sigamos rezando por las poblaciones martirizadas por la guerra, en Ucrania, en Palestina y en Israel, en Sudán. Y no olvidemos a Siria, un país que sufre tanto por la guerra, desde hace tiempo» 

17 de marzo de 2024.-   (Camino Católico)  “Para Dios la gloria es amar hasta dar la vida. Glorificarse, para Él, quiere decir entregarse, hacerse accesible, ofrecer su amor. Y esto sucedió de manera culminante en la Cruz, precisamente allí, donde Jesús desplegó al máximo el amor de Dios, revelando plenamente su rostro de misericordia, entregándonos la vida y perdonando a quienes lo crucificaron”, ha dicho el Papa Francisco antes de rezar el Ángelus ante miles de fieles en la plaza de San Pedro.

Foto: Vatican Media, 17-3-2024

“La gloria, para Dios, no corresponde al éxito humano, a la fama o a la popularidad: no tiene nada de autorreferencial, no es una manifestación grandiosa de potencia a la que siguen los aplausos del público. Para Dios la gloria es amar hasta dar la vida”. Con estas claras palabras el Papa Francisco ha explicado l significado de “glorificarse”.

Francisco ha planteado una pregunta para que cada uno de nosotros la medite en silencio: “¿Cuál es la gloria que deseo para mí, para mi vida, la que sueño para mi futuro? ¿La de impresionar a los demás por mi maestría, por mis capacidades o por las cosas que poseo? ¿O la vía de la entrega y del perdón, la de Jesús Crucificado, la vía de quien no se cansa de amar, convencido de que eso da testimonio de Dios en el mundo y hace resplandecer la belleza de la vida?”.

Después de rezar el Ángelus, el Santo Padre a hecho un llamamiento por Haití, nación probada por tanta violencia: que se abandonen todos los intereses particulares en la búsqueda del bien común. Además ha pedido seguir rezando por la paz en Ucrania, Palestina, Israel, Sudán del Sur y Siria. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la meditación del Santo Padre traducida al español, cuyo texto completo es el siguiente:

Foto: Vatican Media, 17-3-2024
PAPA FRANCISCO
ÁNGELUS
Plaza de San Pedro
V Domingo de Cuaresma
17 de marzo de 2024

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy, quinto Domingo de Cuaresma, mientras nos acercamos a la Semana Santa, Jesús en el Evangelio (cf. Jn 12,20-33) nos dice una cosa importante: que en la Cruz veremos su gloria y la del Padre (cf. vv. 23.28).

¿Pero cómo es posible que la gloria de Dios se manifieste precisamente ahí, en la Cruz? Uno podría pensar que eso sucedería en la Resurrección, no en la Cruz, que es una derrota, un fracaso. En cambio, hoy Jesús, hablando de su Pasión, dice: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre» (v. 23). ¿Qué quiere decirnos?

Foto: Vatican Media, 17-3-2024

Quiere decirnos que la gloria, para Dios, no corresponde al éxito humano, a la fama o a la popularidad; la gloria, para Dios, no tiene nada de autorreferencial, no es una manifestación grandiosa de potencia a la que siguen los aplausos del público. Para Dios la gloria es amar hasta dar la vida. Glorificarse, para Él, quiere decir entregarse, hacerse accesible, ofrecer su amor. Y esto sucedió de manera culminante en la Cruz, precisamente allí, donde Jesús desplegó al máximo el amor de Dios, revelando plenamente su rostro de misericordia, entregándonos la vida y perdonando a quienes lo crucificaron.

Hermanos y hermanas, desde la Cruz, “cátedra de Dios”, el Señor nos enseña que la gloria verdadera, la que nunca se desvanece y hace feliz, está hecha de entrega y perdón. Entrega y perdón son la esencia de la gloria de Dios. Y son para nosotros el camino de la vida. Entrega y perdón: criterios muy diferentes a lo que vemos a nuestro alrededor, y también en nosotros, cuando pensamos en la gloria como en algo que hay que recibir más que dar; como algo que hay que poseer en vez de ofrecer. No, la gloria mundana pasa y no deja alegría en el corazón; ni siquiera lleva al bien de todos, sino a la división, a la discordia, a la envidia.

Y entonces podemos preguntarnos: ¿Cuál es la gloria que deseo para mí, para mi vida, la que sueño para mi futuro? ¿La de impresionar a los demás por mi maestría, por mis capacidades o por las cosas que poseo? ¿O la vía de la entrega y del perdón, la de Jesús Crucificado, la vía de quien no se cansa de amar, convencido de que eso da testimonio de Dios en el mundo y hace resplandecer la belleza de la vida? ¿Qué gloria quiero para mí? Recordemos, de hecho, que, cuando entregamos y perdonamos, en nosotros resplandece la gloria de Dios. Precisamente ahí: cuando entregamos y perdonamos.

Que la Virgen María, que siguió con fe a Jesús en la hora de la Pasión, nos ayude a ser reflejos vivientes del amor de Jesús.

Foto: Vatican Media, 17-3-2024

Oración del Ángelus:

Angelus Dómini nuntiávit Mariæ.

Et concépit de Spíritu Sancto.

Ave Maria…

Foto: Vatican Media, 17-3-2024

Ecce ancílla Dómini.

Fiat mihi secúndum verbum tuum.

Ave Maria…

Et Verbum caro factum est.

Et habitávit in nobis.

Ave Maria…

Ora pro nobis, sancta Dei génetrix.

Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.

Orémus.

Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,

méntibus nostris infunde;

ut qui, Ángelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem eius et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúndem Christum Dóminum nostrum.

Amen.

Gloria Patri… (ter)

Requiem aeternam…

Benedictio Apostolica seu Papalis

Dominus vobiscum.Et cum spiritu tuo.

Sit nomen Benedicat vos omnipotens Deus,

Pa ter, et Fi lius, et Spiritus Sanctus.

Amen.

Foto: Vatican Media, 17-3-2024

Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:

Queridos hermanos y hermanas:

Foto: Vatican Media, 17-3-2024

He sabido con alivio que en Haití han sido liberados un profesor y cuatro de los seis religiosos del Instituto Frères du Sacré-Cœur secuestrados el pasado 23 de febrero. Pido que se libere lo antes posible a los otros dos religiosos y a todas las personas que todavía están secuestradas en ese amado país probado por tanta violencia.  Invito a todos los actores políticos y sociales a abandonar todo interés particular y a comprometerse con espíritu solidario en la búsqueda del bien común, sosteniendo una transición serena hacia un país que, con la ayuda de la Comunidad internacional, esté dotado de instituciones sólidas capaces de restablecer el orden y la tranquilidad entre sus ciudadanos.

Sigamos rezando por las poblaciones martirizadas por la guerra, en Ucrania, en Palestina y en Israel, en Sudán. Y no olvidemos a Siria, un país que sufre tanto por la guerra, desde hace tiempo.

Os saludo a todos vosotros que habéis venido a Roma, desde Italia y desde tantas partes del mundo. En particular, saludo a los estudiantes españoles de la red de residencias universitarias “Camplus”, a los grupos parroquiales de Madrid, Pescara, Chieti, Locorotondo y de las parroquias de San Giovanni Leonardi en Roma. Saludo a la Cooperativa Social de San José de Como, a los niños de Perugia, a los jóvenes de Bolonia en camino hacia la Profesión de Fe y a los muchachos de la Confirmación de Pavia, Iolo di Prato y Cavaion Veronese.

Acojo con placer a los participantes de la Maratón de Roma, tradicional fiesta del deporte y de la fraternidad. También este año, por iniciativa de Athletica Vaticana, numerosos atletas participan en los “relevos de la solidaridad”, convirtiéndose en testigos del hecho de compartir.

Y deseo a todos un feliz domingo. por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!

Francisco


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