Papa Francisco en el Ángelus, 18-9-2022: «Jesús invita a no usar los bienes de este mundo solo para vuestro egoísmo, sino para actuar en la caridad y cuidar a los más débiles»

* «También en el mundo de hoy hay historias de corrupción como la del Evangelio; conductas deshonestas, políticas injustas, egoísmos que dominan las elecciones de los individuos y de las instituciones, y tantas otras situaciones oscuras. Pero a los cristianos no se nos permite desanimarnos o, peor aún, dejarlo pasar, permanecer indiferentes. Al contrario, estamos llamados a ser creativos en el hacer el bien, con la prudencia y la astucia del Evangelio, usando los bienes de este mundo -no solo los materiales, sino todos los dones que hemos recibido del Señor- no para enriquecernos a nosotros mismos, sino para generar amor fraterno y amistad social» 

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

* «Estoy afligido por los recientes combates entre Azerbaiyán y Armenia. Expreso mi cercanía espiritual a las familias de las víctimas, y exhorto a las partes a respetar el alto el fuego, en vista de un acuerdo de paz. No lo olvidemos: ¡la paz es posible cuando callan las armas e inicia el diálogo! Y sigamos rezando por el martirizado pueblo ucraniano y por la paz en cada tierra ensangrentada por la guerra»

18 de septiembre de 2022.- (Camino Católico)  Asomado, como cada domingo, a la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano para rezar el Ángelus a la Madre de Dios con los peregrinos, el Sumo Pontífice ha meditado sobre la historia de corrupción que Jesús cuenta a sus discípulos: “un administrador deshonesto, que roba y después, cuando es descubierto por su amo, actúa con astucia para salir de esa situación”. ¿En qué consiste esta astucia – él es un corrupto – y qué quiere decirnos Jesús?, pregunta Francisco. El administrador deshonesto – explica el Papa ­– “no se da por vencido, no se resigna a su destino y no se hace la víctima”. Busca una solución, es “ingenioso”.

Foto: Vatican Media

La astucia del administrador consiste en “hacer un descuento a los que están en deuda, y así se hace amigo de ellos, esperando que puedan ayudarle cuando el amo le eche”. Antes acumulaba las riquezas para sí mismo, ahora las usa para hacerse amigos que puedan ayudarle en el futuro. En el mismo camino: robar,  ¿no? Y Jesús, entonces, nos ofrece una enseñanza sobre el uso de los bienes: «Haceos amigos con el Dinero injusto, para que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas» (v. 9).

“Para heredar la vida eterna no es necesario acumular los bienes de este mundo, lo que cuenta es la caridad que habremos vivido en nuestras relaciones fraternas. Esta es la invitación de Jesús: no uséis los bienes de este mundo solo para vosotros mismos y para vuestro egoísmo, sino utilizadlos para generar amistades, para crear relaciones buenas, para actuar en la caridad, para promover la fraternidad y ejercer el cuidado hacia los más débiles,” ha dicho Francisco.

Tras rezar el Ángelus, el Santo Padre ha dado gracias a Dios por el viaje a Kazajistán, realizado en días anteriores, y dijo que hablará de él en la Audiencia General del próximo miércoles. También se ha referido a los enfrentamientos entre Azerbaiyán y Armenia, expresando su cercanía espiritual a las familias de las víctimas y exhortando a las partes a respetar el alto el fuego, con vistas a un acuerdo de paz. Ha pedido – como lo viene haciendo desde el inicio de la guerra- por el martirizado pueblo ucraniano, y también por la paz en cada lugar de la tierra asolado por la guerra.

En el corazón del Papa también los habitantes de Las Marcas, en Italia, región que se vio afectada por violentas inundaciones, con la seguridad de sus oraciones por los fallecidos y sus familias, los heridos y los que han sufrido graves daños. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la meditación del Santo Padre traducida al español, cuyo texto completo es el siguiente:

Foto: Vatican Media

¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!

La parábola que el Evangelio de la Liturgia de hoy nos presenta (cfr Lc 16,1-13), parece un poco difícil de comprender. Jesús cuenta una historia de corrupción: un administrador deshonesto, que roba y después, cuando es descubierto por su amo, actúa con astucia para salir de esa situación. Nos preguntamos: ¿en qué consiste esta astucia -es un corrupto el que la usa-, y qué quiere decirnos Jesús?

En la historia vemos que este administrador corrupto termina en problemas porque se ha aprovechado de los bienes de su amo; ahora tendrá que rendir cuentas y perderá su trabajo. Pero él no se da por vencido, no se resigna a su destino y no se hace la víctima; al contrario, actúa en seguida con astucia, busca una solución, es ingenioso. Jesús se inspira en esta historia para lanzarnos una primera provocación: «Los hijos de este mundo -dice- son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz» (v. 8). Sucede que, quien se mueve en las tinieblas, según ciertos criterios mundanos, sabe salir adelante incluso en medio de los problemas, sabe ser más astuto que los otros; sin embargo, los discípulos de Jesús, es decir, nosotros, a veces estamos dormidos, o somos ingenuos, no sabemos tomar la iniciativa para buscar salidas en las dificultades (cfr Evangelii gaudium, 24). Por ejemplo, pienso en los momentos de crisis personal, social, pero también eclesial: a veces nos dejamos vencer por el desánimo, o caemos en la queja y en el victimismo. Sin embargo -dice Jesús- se podría también ser astutos según el Evangelio, ser despiertos y atentos para discernir la realidad, ser creativos para buscar soluciones buenas, para nosotros y para los otros.

Foto: Vatican Media

Pero también hay otra enseñanza que Jesús nos ofrece. De hecho, ¿en qué consiste la astucia del administrador? Él decide hacer un descuento a los que están en deuda, y así se hace amigo de ellos, esperando que puedan ayudarle cuando el amo le eche. Antes acumulaba las riquezas para sí mismo, ahora las usa para hacerse amigos que puedan ayudarle en el futuro. En el mismo camino, robar. Y Jesús, entonces, nos ofrece una enseñanza sobre el uso de los bienes: «Haceos amigos con el Dinero injusto, para que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas» (v. 9). Para heredar la vida eterna no es necesario acumular los bienes de este mundo, lo que cuenta es la caridad que habremos vivido en nuestras relaciones fraternas. Esta es la invitación de Jesús: no uséis los bienes de este mundo solo para vosotros mismos y para vuestro egoísmo, sino utilizadlos para generar amistades, para crear relaciones buenas, para actuar en la caridad, para promover la fraternidad y ejercer el cuidado hacia los más débiles.

Hermanos y hermanas, también en el mundo de hoy hay historias de corrupción como la del Evangelio; conductas deshonestas, políticas injustas, egoísmos que dominan las elecciones de los individuos y de las instituciones, y tantas otras situaciones oscuras. Pero a los cristianos no se nos permite desanimarnos o, peor aún, dejarlo pasar, permanecer indiferentes. Al contrario, estamos llamados a ser creativos en el hacer el bien, con la prudencia y la astucia del Evangelio, usando los bienes de este mundo -no solo los materiales, sino todos los dones que hemos recibido del Señor- no para enriquecernos a nosotros mismos, sino para generar amor fraterno y amistad social. Esto es muy importante: con nuestra actitud generar amistad social.

Rezamos a María Santísima, que nos ayude a ser como ella, pobres en espíritu y ricos de caridad recíproca.

Foto: Vatican Media

Oración del Ángelus:

Angelus Dómini nuntiávit Mariæ.
Et concépit de Spíritu Sancto.
Ave Maria…

Foto: Vatican Media

Ecce ancílla Dómini.
Fiat mihi secúndum verbum tuum.
Ave Maria…

Et Verbum caro factum est.
Et habitávit in nobis.
Ave Maria…

Ora pro nobis, sancta Dei génetrix.
Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.

Orémus.
Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,
méntibus nostris infunde;
ut qui, Ángelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem eius et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúndem Christum Dóminum nostrum.

Amen.

Gloria Patri… (ter)
Requiem aeternam…

Benedictio Apostolica seu Papalis

Dominus vobiscum.Et cum spiritu tuo.
Sit nomen Benedicat vos omnipotens Deus,
Pa ter, et Fi lius, et Spiritus Sanctus.

Amen.

Foto: Vatican Media

Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:

¡Queridos hermanos y hermanas!

Doy gracias a Dios por el viaje que pude realizar los días pasados en Kazajistán, con ocasión del séptimo Congreso de los Líderes de las Religiones mundiales y tradicionales. Me propongo hablar de ello en la audiencia general del próximo miércoles.

Foto: Vatican Media

Estoy afligido por los recientes combates entre Azerbaiyán y Armenia. Expreso mi cercanía espiritual a las familias de las víctimas, y exhorto a las partes a respetar el alto el fuego, en vista de un acuerdo de paz. No lo olvidemos: ¡la paz es posible cuando callan las armas e inicia el diálogo! Y sigamos rezando por el martirizado pueblo ucraniano y por la paz en cada tierra ensangrentada por la guerra.

Deseo asegurar mi oración por las poblaciones de Las Marcas, golpeadas por una violenta inundación. Rezo por los difuntos y por sus familiares, por los heridos y por quien ha sufrido graves daños. ¡El Señor dé fuerza a esas comunidades!

Os saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos de diferentes países. En particular, saludo a las Religiosas de María Inmaculada de varias comunidades en África, América Latina, Asia y Europa; como también a los fieles de Sevilla y el grupo Secular Nuestra Señora del Cenáculo.

Saludo al grupo de Caturano, diócesis de Capua; los jóvenes de Confirmación de Gazzaniga (Bérgamo) y los de Soliera (Módena); los miembros de la comunidad “Hijos en Cielo”, las Pro Loco del Lacio y el grupo de médicos veterinarios de la provincia de Verona, con sus familiares. Saludo también a los jóvenes de “Economy of Francesco”, que hoy están aquí en la plaza: ¡id siempre adelante! Nos veremos pronto en Asís.

Un pensamiento especial dirijo a los pobres y a los voluntarios de la “Casa de Zaqueo”, de Mesagne: el Señor os bendiga y la Virgen os custodie.

Os deseo a todos un feliz domingo. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!

Francisco


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