Papa Francisco en el Ángelus: «Si el Señor encuentra en nuestro corazón una fe sincera, entonces Él ve en nosotros a piedras vivas con las cuales puede construir su comunidad»

«Mi pensamiento va de manera particular a la amada tierra de Ucrania, a sus deseos de paz y serenidad amenazados por una situación de tensión y de conflicto que no indica querer disminuir, generando tanto sufrimiento entre la población civil. Confiamos toda esta nación al Señor Jesús y a la Virgen, y rezamos unidos especialmente por las víctimas, sus familiares y por todos los que sufren»

24 de agosto de 2014.-(13 TV Radio Vaticano Camino Católico)  Antes de rezar el Ángelus con los miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro el Papa Francisco recordó que el Evangelio del XXI Domingo del Tiempo Ordinario, corresponde al célebre pasaje del relato de San Mateo, en el que Simón, en nombre de los Doce, profesa su fe en Jesús como «el Cristo, el Hijo de Dios vivo».

El Pontífice afirmó que en nuestros días «la gente» piensa que Jesús es un gran profeta, un maestro de sabiduría, un modelo de justicia. De ahí su invitación a que pensemos de qué modo responderemos a su pregunta: «¿Pero ustedes, quién dicen que soy yo?».

Después de rezar la oración del ángelus, recordó la situación de Ucrania y el deseo de ese pueblo a tener paz y serenidad y rezó con los presentes por esa intención. En el vídeo se escucha y visualiza la meditación completa del Santo Padre, cuyo texto completo es el siguiente:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!:

El evangelio de este domingo es la célebre parte central de la narración de san Mateo, cuando Simón en nombre de los doce, profesa su fe en Jesús como “el Cristo, el Hijo del Dios viviente”; y Jesús llama ‘beato’ a Simón por esta fe que tiene, reconociendo en ésta un don especial del Padre, y le dice: ‘Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia’.

Detengámonos un momento justamente sobre este punto, sobre el hecho que Jesús atribuye a Simón este nuevo nombre: ‘Pedro’, que en el idioma de Jesús se dice ‘Kefa’, una palabra que significa ‘roca’. En la biblia este término ‘roca’ se refiere a Dios. Jesús lo atribuye a Simón no por sus cualidades o méritos humanos, pero por su fe genuina y sólida que le viene desde lo alto.

Jesús siente en su corazón una gran alegría, porque reconoce en Simón la mano del Padre, la acción del Espíritu Santo. Reconoce que Dios Padre le dio a Simón una fe en la que se puede confiar, sobre la cual Jesús podrá construir su Iglesia, o sea su comunidad. Como en todos nosotros.

Jesús tiene en su ánimo dar vida a su Iglesia, un pueblo fundado no más sobre la descendencia, sino sobre la fe, o sea sobre la relación con Él mismo, una relación de amor y de confianza. Nuestra relación con Jesús construye la Iglesia.

Y por lo tanto para iniciar con su Iglesia Jesús tiene necesidad de encontrar en los discípulos una fe sólida, confiable. Es esto que Él debe verificar en este punto del camino.

El señor tiene en mente la imagen del construir, la imagen de la comunidad como un edificio. Por ello cuando escucha la profesión de fe simple de Simón, lo llama ‘roca’, y manifiesta la intención de construir su Iglesia sobre esta fe.

Hermanos y hermanas, lo que sucedió de manera única con san Pedro, sucede también con cada cristiano que madura una fe sincera en Jesús el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

El evangelio de hoy interpela también a cada uno de nosotros: ¿Cómo va tu fe? Cada uno dé una respuesta en su corazón. ¿Cómo va tu fe, cómo es?

¿Qué encuentra el Señor encuentra en nuestro corazón?, un corazón firme como la roca o un corazón arenoso, o sea dubitativo, desconfiado, incrédulo. Nos hará bien durante el día de hoy pensar sobre esto.

Si el Señor encuentra en nuestro corazón una fe, no digo perfecta, pero sincera, genuina, entonces Él ve también en nosotros a piedras vivas con las cuales puede construir su comunidad. De esta comunidad, la piedra fundamental es Cristo, piedra angular y única. Por su parte Pedro es piedra, en cuanto fundamento visible de la unidad de la Iglesia. Pero cada bautizado está llamado a ofrecer a Jesús la propia fe, pobre pero sincera, de manera que Él pueda seguir a construir su Iglesia, hoy y en cada parte del mundo.

También en nuestros días la gente piensa que Jesús sea un gran profeta, un maestro de sabiduría, un modelo de justicia… Y también hoy Jesús le pregunta a sus discípulos, o sea todos nosotros: ‘¿Quienes dicen que yo sea?, ¿un profeta?, ¿un maestro de sabiduría?, ¿un modelo de Justicia?

¿Qué responderemos?, pensemos, pero sobretodo recemos a Dios Padre, para que nos dé la respuesta. Y por intercesión de la Virgen María pidamos que nos dé la gracia de responder con corazón sincero: Tú eres el Cristo, el Dios vivo. Esta es una confesión de fe, este es el Credo propiamente. Podemos repetirlo tres veces todos juntos: ‘Tu eres el Cristo el hijo del Dios vivo’ ».

 (Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha rezado con los presentes por la paz en Ucrania –como puede visualizarse y escucharse en el vídeo bajo estas líneas- y ha dicho:)

Queridos hermanos y hermanas:

mi pensamiento va de manera particular a la amada tierra de Ucrania, que hoy celebra su fiesta nacional, a todos sus hijos e hijas, a sus deseos de paz y serenidad amenazados por una situación de tensión y de conflicto que no indica querer disminuir, generando tanto sufrimiento entre la población civil. Confiamos toda esta nación al Señor Jesús y a la Virgen, y rezamos unidos especialmente por las víctimas, sus familiares y por todos los que sufren.

He recibido una carta de un obispo que me cuenta todo este dolor. Recemos juntos a la Virgen por esta amada tierra de Ucrania, en el día de su fiesta nacional. Ave María…  Reina María de la Paz.

Saludo cordialmente a todos los peregrinos romanos y a los que llegan desde diversos países, en particular a los fieles de Santiago de Compostela (España), los niños de Maipú (Chile), i los jóvenes de Chiry- Ourscamp (Francia) y a todos los que participan al encuentro internacional promovido por la diócesis de Palestrina.

Saludo con cariño a los nuevos seminaristas del Pontificio Colegio Norteamericano, que llegaron a Roma para realizar estudios teológicos.

Saludo a los 600 jóvenes de Bérgamo, que a pie junto a su obispo, llegaron a Roma desde Asís. O sea de Francisco a Francisco, como está escrito allí (en un pasacalle nrd). Son buenos ustedes los bergamasgos.

Anoche uno de los obispos que les acompañan me ha contado como han vivido estos días de peregrinación. Queridos jóvenes, vuelvan a casa con el deseo de dar testimonio a todos sobre la belleza de la fe cristiana. Saludo a los jóvenes de Verona, Montegrotto Terme y del Valle Liona, así como a los fieles de Giussano y Bassano del Grappa.

Os pido por favor que no os olvidéis rezar por mí.  

¡Que tengan un buen domingo y un buen almuerzo y hasta pronto!

Papa Francisco

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