X Fórum Internacional para la Juventud: Aprendiendo a amar / Por Bernat Balsells

23 de abril de 2010.- El Fórum Internacional para la Juventud, presidido por el Cardenal Ryłko y amparado por el Consejo Pontificio para los Laicos,  ha sido una experiencia única e increíble, un prueba actual de que la juventud aún tiene fe y sigue a la Iglesia. Había gente de 92 países y de unas cuantas asociaciones, todos ellos con un corazón abierto y listo para dar el sí al amor de Jesús.

El primer día pudimos probar que nuestro Ángel de la guarda y el Santo Espíritu estaban con nosotros, puesto que si no hubiera sido así, nuestra excursión a Roma no hubiera ido tan bien como fue. Cuando llegamos al centro Mondo Migliore, nuestra residencia, el 23 de Marzo, una vez llevado el equipaje a nuestras habitaciones y haber comido, decidimos ir a Roma, para encontrarnos con un sacerdote, Jaume Casamitjana. Solo había un bus para ir, y no sabíamos como regresaríamos… Nos encontramos con Jaume en la estación de Aragnina después de esperar una hora (en la cual servimos de meeting point para otros delegados recién llegados), y finalmente visitamos Roma. Después de la visita Jaume nos llevó a un buen restaurante para cenar, después nos invitó a un helado y nos llevo de vuelta a Aragnina para coger un autobús hasta Rocca di Pappa, y de allí un taxi o andando a Mondo Migliore… pero cuando llegamos a Aragnina encontramos otros delegados recién llegados que esperaban un coche para llevarles, con lo cual la imprevista vuelta fue sin problemas, en resumen un tarde perfecta.

 El programa de los siguientes días era estricto, tuvimos muchas conferencias, mesas redondas, debates,… todo muy interesante sobre el Amor, especialmente la vocación al Matrimonio y a la vida consagrada. Hubo testimonios que explicaron su vida, tanto sus buenas como malas experiencias. Fue muy generoso por su parte el compartir su vida con nosotros. Fueron valientes, y fue una experiencia que reforzó el hecho de sentirnos queridos, y capaces de querer verdaderamente. Algunos de los conferenciantes eran matrimonios, que nos dieron buenas indicaciones desde su experiencia tras varios años de casados, así como su ejemplo. Tuvimos sesiones de trabajo en grupos lingüísticos, que al ser mas reducidos, y sin dejar de ser variados, nos permitieron ver realidades ajenas más de cerca, y encontrar otros puntos de vista y soluciones sobre cuestiones que a todos no atañen, como el acompañamiento espiritual de los jóvenes.

La competencia de los conferenciantes nos permitió añadir muchas notas al conocimiento previo que ya teníamos, y su ejemplo es una gran referencia, lástima que no pudiésemos abarcar algunos temas con más profundidad, como la ideología de género y la revolución sexual, que han aportado cosas muy positivas para la igualdad, pero que actualmente están suponiendo la destrucción del núcleo social principal: la familia. Después del fòrum me parece aún más importante que todos dediquemos un tiempo de nuestra vida a informarnos sobre estas cuestiones, y a pensar y hablar con gente que conozca los temas para poder sentar unas buenas bases donde construir nuestra vida, pues la distorsión actual de la información ofrecida por los medios y legislada por los gobiernos es muy grave.

Tuvimos el privilegio de estar cerca del Papa en dos ocasiones, la primera en la conmemoración de la 25 Jornada Mundial de la Juventud, el 25 de Marzo, y la segunda el Domingo de Ramos. En las dos ocasiones estuvimos tan cerca del Papa como si estuviéramos asistiendo a Misa en nuestra parroquia local, fue sencillamente fantástico. < También tuvimos el privilegio de visitar el Vaticano en privado, fuera del horario  de visita habitual, pudimos rezar junto a la  tumba de Juan Pablo II, pedirle que nos ayude a dejar un mundo mejor, y darle gracias por situar a la juventud en su punto de mira y en un lugar tan importante en el marco de la Iglesia. Su legado a los jóvenes es precioso, y es nuestra misión mantener y mejorar la Jornadas mundiales de la Juventud.
 También tuvimos la gran joya de poder asistir a una vigila nocturna de oración con la cruz de madera que Juan Pablo II dio a la juventud , el emblema de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Fue un momento muy intenso en el que nos sentimos muy cerca de Jesús, nuestros corazones se enternecieron hasta el punto de que más de uno llorase de emoción. Los que han estado en el peregrinaje de Vezeláy me comprenderán, pudimos sentir el amor de Cristo como si fuésemos bebés en brazos de su madre. Fue una experiencia profunda, abrimos el corazón a Jesús sin temor, sabiéndonos pecadores pero conscientes de que  Él nos sigue amando como su más preciado tesoro.

 

Otro punto importante fue el hecho de conocer gente de todo el mundo y así tener una amplia visión de las ventajas y problemas de otros jóvenes de todo el planeta. Pudimos disfrutar los felices cantos Africanos en la Misa, su forma diferente de ver la realidad. También pudimos compartir sus problemas y apreciar su forma singular de ser felices por encima de todos los problemas (una virtud muy importante para cualquier Scout). Pudimos percibir los principales rasgos de cada cultura, y el Sábado por la noche hicimos entre todos una pequeña demostración del folclore de muchos países, hubo bailes y canciones, incluso algún poema, en definitiva un gran ejemplo de como debería ser un mundo en paz, y como el amor del Señor había conquistado nuestros corazones, y nos había dispuesto para amar mejor cada día, sembrando su palabra.

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