Nelson Jesús Yepes Rodríguez curado inexplicablemente de una pancreatitis mortal en 2003, milagro que hace beata a la Madre Riquelme

* Emilia Rosa Yepes, la hermana del paciente y a su vez hermana de la comunidad de Riquelminas, acudió rápidamente al hospital donde se encontraba su hermano y en una charla con el médico, este le dijo: «Hay que estar preparado para todo, lo único que puede sanarle es un milagro». Y así fue. Emilia Rosa acudía todos los días al hospital a ver a su familiar y «pasaba por encima de la zona infectada una reliquia – un trozo de hábito–, y una estampita de la Madre Riquelme». Junto con este ritual, la hermana pidió estampas de la Madre Emilia para repartirlas por el pueblo de Altamira (Colombia)

Camino Católico.- El Papa Francisco, el pasado 19 de marzo de 2019, aprobó del decreto que reconoce el milagro realizado por la monja española María Emilia Riquelme, fundadora de ‘Las misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada’, por el cual será beatificada en la catedral de la Archidiócesis de Granada (España) el próximo 9 de noviembre. El milagro que la lleva a la beatificación es la curación inexplicable de una pancreatitis severa de un joven que estaba prácticamente muerto y que aconteció el 16 de marzo de 2003 en Colombia.

Nelson Jesús Yepes Rodríguez, de 41 años, natural del pueblo de Altamira (Colombia), empezó a sentir dolores fuertes de la barriga. De urgencia, según informa la Madre Superiora de la Casa Madre de la comunidad de Riquelminas, fue trasladado a un hospital en Medellín. Los médicos, tras varias inspecciones no localizaban el origen del dolor y procedieron a hacerle una laparoscopia para finalmente, llevarlo al quirófano para una intervención quirúrgica. Se trataba de una pancreatitis aguda.

El diagnóstico de los médicos fue muy negativo. «Si se salvaba, no podría tomar líquidos y debería estar en cuidados intensivos», palabras de las que ha hecho eco la Madre Superiora.

La hermana de Nelson que era monja intercedió por él

Emilia Rosa Yepes, la hermana del paciente y a su vez hermana de la comunidad de Riquelminas, acudió rápidamente al hospital donde se encontraba su hermano y en una charla con el médico, este le dijo: «Hay que estar preparado para todo, lo único que puede sanarle es un milagro». Y así fue. Emilia Rosa acudía todos los días al hospital a ver a su familiar y «pasaba por encima de la zona infectada una reliquia – un trozo de hábito–, y una estampita de la Madre Riquelme». Junto con este ritual, la hermana pidió estampas de la Madre Emilia para repartirlas por Altamira y que los vecinos suplicasen a la futura beatificada y rezasen una novena para la curación de Nelson. «Es una familia muy querida y muchos rogaron a nuestra fundadora para que ayudase a su hermano», explica la Madre Superiora.

Poco a poco Nelson comenzó a mejorar milagrosamente e incluso, dicen, exigía asistir a la eucaristía para «dar gracias a Dios por su alivio». Dos meses después, le dieron de alta.

Según publica ACI , La hermana Marian Macías, superiora general de la Congregación Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, ha concedido una entrevista a EWTN y respecto al milagro protagonizado por Nelson Jesús Yepes explica que “la oración ferviente de su hermana, que es religiosa de la congregación, de su pueblo, de su gente, hizo que su enfermedad remitiera totalmente. Comenzó a regenerarse el páncreas, que estaba totalmente deshecho, y ahora podemos ver a Nelson, que así se llama, completamente lleno de salud y con una admiración y agradecimientos inmensos a esta acción de Dios a través de la Madre”.

La Madre Riquelme “vivió el amor de Jesús en la Eucaristía con la sencillez, la humildad, la cercanía, el amor a María y el amor misionero”

En relación la beatificación que tendrá lugar el 9 de noviembre en la Catedral de Granada, la superiora general de las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada ha explicado que se están preparando “con unas palabras de la Madre que decía: ‘No quiero ser santa sola’. Y estamos intentando entrar en ese camino de santidad todas las hermanas y también profundizando en la exhortación del Papa sobre la santidad, para que seamos santas y santos con ella”.

La hermana Marian Macías ha relatado que la Madre Riquelme fue “una mujer que se sintió especialmente llamada por Dios y que buscó qué es lo que quería de ella. Era de una familia noble y lo dejó todo. Vivió el amor de Jesús en la Eucaristía con la sencillez, la humildad, la cercanía, el amor a María y el amor misionero. No entendía cómo ella podía amar a Dios y no darlo a los demás”.

María Emilia Riquelme y Zayas nació en Granada (España) el 5 de agosto de 1847 y fundó la Congregación de las Hermanas Misioneras del Santísimo Sacramento y de María Inmaculada. Pertenecía a la aristocracia española, tenía una excelente formación en francés, canto, equitación y bordado.

Con siete años de edad dijo haber tenido una visión de la Madre de Dios, por eso en su adolescencia se consagró a la Virgen del Carmen haciendo votos privados de castidad y virginidad.

El Santísimo en casa con permiso de la Santa Sede

Por el trabajo de su padre su familia tuvo que mudarse en varias ocasiones. Quiso entrar en la vida religiosa pero su padre se lo prohibió. Ante ello, se dedicó a visitar a los más necesitados en las diferentes ciudades de España en las que vivió. Cuando murió su padre, intentó entrar en varias comunidades religiosas, pero no la aceptaron por su delicada salud.

 

Sin embargo la Santa Sede le permitió tener al Santísimo Sacramento expuesto en su casa y así nació lo que después sería la Congregación de las Hermanas Misioneras del Santísimo Sacramento y de María Inmaculada. En 1938 el Papa Pío IX aprobó sus estatutos.

El 10 de diciembre de 1940 falleció en la ciudad de Granada María Emilia Riquelme, tenía 93 años.

El principal trabajo de la congregación se desarrolla en el ámbito de la educación, a través de colegios y residencias universitarias. En los lugares de misión desarrollan obras sociales para la promoción de las personas de la zona. Además son las responsables de dos capillas de adoración perpetua, una en la Archidiócesis de Madrid y otra en la Diócesis de Mallorca.

Actualmente la congregación está presente en España, Brasil, Portugal, Bolivia, USA, Angola, Perú, México, Filipinas y Colombia. Precisamente en este último fue donde tuvo lugar el milagro reconocido por la Congregación para la Causa de los Santos.

El proceso de beatificación de su fundadora se abrió en 1980 en la Archidiócesis de Granada, dos años después fue aprobada por la Santa Sede y la Congregación para las Causas de los Santos. El 19 de marzo de 2019 fue reconocido el milagro realizado por su intercesión y que le llevará a ser beatificada el 9 de noviembre de 2019.

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