El Papa se lleva en su avión a 12 refugiados sirios de Lesbos a Roma que han sido acogidos por la Comunidad Sant’Egidio
Una nota del Vaticano explica que «el Papa ha querido dar un signo de acogida a los refugiados acompañando a Roma en su mismo avión a tres familias de refugiados de las cuales seis menores de edad. Los miembros de las tres familias son musulmanes. Dos de ellas vienen de Damasco y una de Deir Azzor, en la zona ocupada por el Daesh. Sus hogares han sido bombardeados»
16 de abril de 2016.- (Andrea Tornielli / Vatican Insider / Camino católico)Son doce, como los apóstoles. Papa Francisco llevó consigo a doce refugiados desde la isla de Lesbos al Vaticano. Son seis adultos y seis menores de edad, de 
nacionalidad siria, y serán alojados en Roma por la Comunidad de Sant’Egidio. Los seis menores tienen 17, 15, 8, 7, 6 y 2 años.
Mientras el Papa saludaba a los refugiados del campo de Mòria, se iba difundiendo una noticia que luego se ha confirmado: Francisco se ha llevado consigo a Roma, al Vaticano, a 12 refugiados que han llegado a la isla de Lesbos.
Hasan y Nour son de Damasco. Estos esposos son ingenieros. Van a Roma con su hijo de dos años. Vivían en una zona de la periferia, Al Zapatani, que es muy peligrosa debido al peligro de los bombardeos. Huyeron con su pequeño hacia Turquía, en donde se embarcaron en una patera para llegar a Lesbos.
Ramy y Suhila son de Deir Azzor, la zona conquistada por Daesh. Ambos tienen cincuenta años; él es maestro y ella es una sastre. Huyeron con sus tres hijos porque su casa fue destruida. Llegaron a Grecia en febrero de 2016, pasando por Turquía.
Osama y Wafa son de una fracción de Damasco, Zamalka, y viajan con sus dos hijos. También su casa fue destruida por las bombas. La mamá dijo que su niño más pequeño se despierta todas las noches por el miedo y también indicó que dejó de 
hablar por un periodo de tiempo.
Durante el vuelo a Roma, una de las madres pasó por el corredor del avión saludando a todos. «Hi», respondía a los periodistas que trataban de detenerla para que diera una pequeña declaración. Estaba feliz y no decía nada más. Con ella viajaban sus hijos, que sonreían y tenían una mirada de listos; la hija adolescente pasaba con la la cabeza inclinada. Tal vez no le gusta toda esta atención. Este, en pocas palabras, fue el breve contacto que se dio entre los doce refugiados sirios que volaron en el avión papal y los 
periodistas que cubrieron el viaje a Lesbos.
«El Papa ha querido dar un signo de acogida a los refugiados acompañando a Roma en su mismo avión a tres familias de refugiados, doce personas, de las cuales seis menores de edad. Se trata de personas que estaban ya en los campos de acogida de Lesbos antes del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía»,indica una nota del Vaticano.
«La iniciativa del Papa–continúa el texto– se ha realizado a través de los contactos de la Secretaría de Estado con las autoridades competentes, griegas e italianas. Los miembros de las tres familias son musulmanes. Dos de ellas vienen de Damasco y una de Deir Azzor (en la zona ocupada por el Daesh). Sus hogares han sido bombardeados».
«La acogida y la manutención de las tres familias–concluye– correrá a cargo del Vaticano. La hospitalidad inicial estará garantizada por la Comunidad San’Egidio».
