Emma Watson, la niña que iba a ser abortada y ahora es bendición para su familia adoptiva
* Nació con una malformación en el corazón y con sólo siete años ya le han realizado cinco 
operaciones a corazón abierto y ha cumplido su sueño de conocer al Papa Benedicto XVI
9 de agosto de 2010.- Patti Watson, la madre que adoptó a Enma,y toda su familia están encantados con ella. En el mes de noviembre del año pasado fue noticia porque con siete años cumplió su sueño de conocer al Papa Benedicto XVI .Un vídeo que publicamos da testimonio de esa aspiración cumplida de la pequeña, pero sobre todo de que su vida es fruto de la decisión de su madre biológica. Cuenta Patti Watson, la mamá adoptiva que "Emma no hubiera crecido con el cariño de la familia Watson si no hubiese sido por el valor de su madre biológica. Quería abortarla pero decidió no hacerlo y dio a luz. Ahora Emma es parte de nuestra familia. Es una bendición para nosotros."
A primera vista, Emma Watson es como cualquier niña de siete años. Tiene la curiosidad y la sonrisa de los niños de su edad. Y se agarra a las manos de su madre como todos los demás. Pero la vida de Emma no es como los demás. Nació con una malformación en el corazón. Con sólo siete años ya le han realizado cinco operaciones de corazón abierto. "Todas las operaciones que va a tener en el futuro, ya las ha tenido antes. El próximo paso sería un transplante de corazón si existe esa posibilidad en algún momento." afirma Patti Watson.
Patti y John Watson son los padres adoptivos de Emma. Fueron con ella a Roma a finales del año pasado para cumplir su sueño dorado: conocer al Papa. Patti Watson explica que "lo miró de una manera que yo nunca había visto antes. Se quedó sin palabras por primera vez." Enma, la niña, asegura que "no sabía que íbamos a estar tan cerca del Papa." La familia Watson volvió a casa con un recuerdo que ellos califican de esos que te quitan el respiro. Un recuerdo que nunca olvidarán.
Según su madre, aunque la salud de Emma seguirá exigiendo una atención especial, queda claro que ya tiene dos de las cosas más importantes que puede querer una niña de siete años: el amor de una familia, y el regalo de estar viva.
El vídeo-testimonio de Enma con el Papa Benedicto XVI
