Jorge Luis Mujíca Yepez, economista: «Tenía cáncer agresivo, la médico dijo que me encomendara a la Virgen de Guadalupe, lo hice, el tumor desapareció y estoy sano»

* «Todos los días, mientras esperaba la fecha de la operación junto a mi esposa, en el pabellón de neurocirugía del Hospital Almenara, rezamos el Rosario pidiendo la intercesión de la Virgen… Hicieron la última tomografía para ubicar el tumor. A los diez minutos, me estaban regresando a mi cuarto. Uno de los internos nos dijo: No hay operación, el tumor ha desaparecido. ¿Qué pasó conmigo? Ha sido un regalo de la misericordia de Dios y nuestra Virgen de Guadalupe. Cuando colocamos a Jesús dirigiendo nuestra vida, cuando le entregamos a Él hasta nuestra propia vida, cuando Él toma el control, cuando tenemos la certeza, Jesús actúa. Estoy en remisión total»

Camino Católico.- Jorge Luis Mujíca Yepez, economista nacido en Cusco (Perú) hace 52 años, padre de tres hijos y casado desde hace 16 años, atribuye su sorprendente curación del cáncer a la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe.

Un malestar que comenzó en 2017 y que inicialmente parecía una faringitis, una afección en la garganta, resultó ser un cáncer agresivo en “etapa avanzada”. Entrevistado por ACI Prensa, Mujíca Yepez, que dirige una agencia de viajes y turismo llamada «Destinos del Perú«, señala que hacia fines de 2017 “me comencé a sentir mal. Tenía tos constante, en las noches fiebres, me daban antibióticos que paraban la fiebre tres días y de nuevo comenzaba. Es faringitis nos decían, luego es la bacteria de la gastritis, tal vez neumonía”.

El malestar persistió y Jorge Luis comenzó a perder peso. Tras casi tres meses de consultas y pruebas médicas, “el diagnóstico era cáncer al sistema linfático, agresivo, etapa avanzada”.

La enfermedad, dice, “comprendió varios órganos, pulmones, bazo, intestino” y había comprometido el sistema nervioso central, así como los “riñones e hígado”. Era un linfoma no Hodgkin de células T muy agresivo, en grado 4.

Jorge Luis siguió su tratamiento en el Hospital Nacional Guillermo Almenara, en Lima (Perú). Se sometía a quimioterapias, recordó: “Los esquemas de aplicación eran por ciclos, cada 21 días, internamiento una semana y requería cuidados”.

En medio de la difícil situación, destacó, “gracias a Dios, en el camino fuimos encontrando buenos amigos que nos ayudaron y nos fueron orientando en esta aventura desconocida. Recibir todas las muestras de cariño, aprecio y oración hicieron que nos sostengamos como familia en la adversidad”, asegura.

Para finales de 2018, recuerda, “cuando ya pensábamos que todo iba avanzado, se me adormeció la mano izquierda. Los resultados de la resonancia eran desalentadores: El linfoma había avanzado al cerebro y había que operar para tratar de hacer algo. Me volví a internar para la operación, la única forma de saber el tipo de tumor que apareció en el cerebro”, relata.

Era el 9 de diciembre de 2018, y Jorge Luis y su esposa pensaban que vivirían “otra Navidad complicada para los niños”.

“Recuerdo cómo mi esposa llamó a mi doctora, una bióloga molecular que monitoreaba mi alimentación. Y cuando ella le pidió consejo para manejar el nuevo diagnóstico, nos dijo que en realidad lo que debíamos hacer era encomendarnos a la Virgen de Guadalupe. Sorprendidos, pero lejos de ignorarla, efectivamente nos encomendamos a la Virgen de Guadalupe”, cuya Fiesta se celebra cada 12 de diciembre.

“Y todos los días, mientras esperaba la fecha de operación junto a mi esposa, en el pabellón de neurocirugía del Hospital Almenara, rezamos el Rosario pidiendo su intercesión”, asegura.

Poco antes de Navidad, el 20 de diciembre, lo estaban preparando para ingresarlo a la sala de operaciones. “Hicieron la última tomografía para ubicar el tumor. A los diez minutos, me estaban regresando a mi cuarto. Uno de los internos nos dijo: No hay operación, el tumor ha desaparecido”.

“¿Qué pasó conmigo? Ha sido un regalo de la misericordia de Dios y nuestra Virgen de Guadalupe. Cuando colocamos a Jesús dirigiendo nuestra vida, cuando le entregamos a Él hasta nuestra propia vida, cuando Él toma el control, cuando tenemos la certeza, Jesús actúa. Ahora estoy sano, estoy en remisión total”, asevera Jorge Luis Mujíca Yepez.

De acuerdo a MedlinePlus, servicio informativo de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, “estar en remisión completa después de ser tratado por cáncer significa: No hay rastros del cáncer cuando su médico lo examina. Pruebas de sangre e imágenes no hallan rastros de cáncer. Desaparecieron los signos y síntomas de cáncer”.

El padre de familia peruano señala que “no volvieron los síntomas ni ningún malestar. Nos sentimos afortunados, claro que sí y muy agradecidos con todo lo que nuestro buen Jesús y su madre hacen por nosotros”.

Publicado originalmente en Camino Católico en septiembre de 2022


Síguenos en el canal de Camino Católico en WhatsApp para no perderte nada: https://whatsapp.com/channel/0029VaALj3W8KMqnAzY1r00O


Para entrar en el catálogo y en la tienda pincha en la imagen

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad