Kevin Pérez: «Decidí dejar la universidad, el fútbol cuando iba a ser profesional y todo, como respuesta al amor de Dios que me llamó a ser sacerdote Cartujo»
* «Y como el amor de Dios es tan grande, mi respuesta tiene que ser también lo más grande posible y supe que mi entrega tenía que ser total y por tanto en la vida monástica, en la que se entrega absolutamente todo. Tras rezarlo, meditarlo y hacer varias experiencias en distintos monasterios he descubierto que Dios me llama a la Cartuja, a ser si Él quiere por su gracia monje cartujo ordenado sacerdote. El monje cartujo es un hombre que inmola su vida para gloria de Dios y para salvación de su alma y la de los demás y en último término para bien de la Iglesia»
Video de Catholic Stuff en el que Kevin Pérez cuenta su testimonio
Camino Católico.- Kevin Pérez, joven español, ha participado en algunos episodios de Catholic Stuff. En su proceso en su camino de conversión a Cristo, se vinculó con los Siervos del Hogar de la Madre, estudió Química y Bioquímica y era un buen jugador de fútbol federado, lo que dejó cuando iba a ascender a profesional, al sentir la llamada de Dios al sacerdocio. Ingresó en la Cartuja el 25 de marzo de 2022, solemnidad de la Anunciación, tras un intenso proceso de discernimiento que detalla en su testimonio en el vídeo de Catholic Stuff.
“Me crié en una familia católica en la que se ha mantenido la práctica de la fe, sobre todo la oración, los sacramentos y participación en la vida de la parroquia. A los 14 o 15 años Dios me pone en el corazón un cierto deseo por la vida consagrada, por la vida religiosa. A partir de ese momento, yo eso no lo tengo más presente en mi oración y es algo que va poco a poco, creciendo conforme voy madurando, tanto humanamente como espiritualmente” explica Kevin Pérez.
A los 18 años, Kevin conoce a la Comunidad de los Siervos del Hogar de la Madre que estaban en navarra que es donde él residía. Le invitaron aquel verano a una peregrinación por Irlanda. “Y yo estuve encantado de ir puesto que estaba deseoso sobre todo de experimentar lo que era la vida religiosa. Luego, ya fui a la casa de noviciado de los Siervos. A través de ellos profundizo más en el amor a la Santísima Virgen, que es nuestra Madre y es mi Madre. También crezco en el amor y la devoción a la adoración a la Eucaristía. En definitiva a llevar una vida de fe católica coherente.
Estaba terminando el bachillerato y empecé a estudiar en la Universidad de Navarra un doble grado de química y bioquímica. Jugaba al fútbol también en un equipo federado y justo ese año iba a ascender a la categoría profesional. Cuando iba a cumplir 19 años, en el verano de 2015, en la peregrinación con los Siervos del Hogar de la Madre descubrí mi vocación.
Con el deseo de querer entregarme decidí dejar tanto la universidad, el fútbol como las cosas que me ataban un poco al mundo, para en cuanto discerniera el lugar donde Dios me llamaba poder entrar. En la peregrinación recibo dos Gracias puntuales y en la santa misa me hacen ver que todas estas gracias, que he ido recibiendo durante estos años, me muestran el amor tan grande que Dios me tiene. Y como respuesta natural a ese amor que Dios me ha tenido, me tiene y me tendrá entregó mi vida a Él”.
Esa experiencia de la llamada de Dios fue una vivencia intensa para Kevin:
“Y hago la entrega de mi vida al ser el amor de Dios tan grande, tan infinito, el amor que Dios ha tenido sobre mí. Ese fue el momento clave en el que yo supe que tenía que entregar mi vida a Dios. Y como el amor de Dios es tan grande, mi respuesta tiene que ser también lo más grande posible y supe que mi entrega tenía que ser total y por tanto en la vida monástica, en la que se entrega absolutamente todo.
Tras rezarlo, meditarlo y hacer varias experiencias en distintos monasterios he descubierto que Dios me llama a la Cartuja, a ser si Él quiere por su gracia monje cartujo ordenado sacerdote. El monje cartujo es un hombre que inmola su vida para gloria de Dios y para salvación de su alma y la de los demás y en último término para bien de la Iglesia. Y eso lo hace en el silencio y en la soledad que ofrece el monasterio en el ambiente de la clausura concretamente de la celda. Que como dicen muchos autores cartujos, trata de vivir de Dios.
Alejar absolutamente todo, vivir sin la cercanía de las personas, de los afectos, de los pensamientos, para dedicarme completa y continuamente a la búsqueda de Dios, de la perfección, de su voluntad, de la gloria de Dios. Y eso de una manera mística, misteriosa que conoceremos en el cielo si Dios quiere porque repercute al resto de la iglesia”.
Este Cartujo que ya lleva más de diez meses en la clausura explica en el vídeo los duros horarios y como se vive en el monasterio y finaliza con este mensaje:
“A los jóvenes que están en el momento de discernir y tomar decisiones importantes les diría que realmente Dios a lo que nos Llama a todos es a la santidad, es a darle Gloria, es a hacer su voluntad. Como mejor van a ayudarse así mismos es haciendo la voluntad de Dios y para eso es fundamental la oración y los sacramentos, las dos fuentes de la gracia que Dios nos da a través de la iglesia. Así se va descubriendo, poco a poco, cuál es esa voluntad de Dios y la vocación personal que puede ser la natural en el matrimonio o una sobrenatural en la vida consagrada o en el sacerdocio. Os pido oraciones por mi fidelidad. Yo intentaré también hacer la voluntad de Dios y que eso recaiga en Gracias para todos. Sabed que Dios tiene un plan para vosotros para haceros felices” concluye.
