Papa Francisco con 50.000 carismáticos en Roma: «La Renovación es una gracia para la Iglesia. El fundamento de la Renovación es adorar a Dios»

«¿Qué espera el Papa de vosotros? La conversión al amor de Jesús, que cambia la vida. Compartid con todos la gracia del bautismo. Espero de vosotros una evangelización con la Palabra de Dios, anunciando que Jesús está vivo. Que deis testimonio del ecumenismo espiritual. Que permanezcáis unidos en el amor, en la oración al Espíritu. Recordad que la Renovación se alegra de lo que el Espíritu realiza en otras iglesias. Acercaos a los pobres y a los necesitados, para tocar, en su carne, la carne herida de Jesús. Buscad la unidad de la Renovación, porque viene del Espíritu. Las divisiones vienen del demonio. Huid de las luchas internas. Que no las haya entre vosotros»

de junio de 2014.- (Radio Vaticano Camino Católico)  En una tarde de domingo primaveral, el 1 de junio de 2014, Solemnidad de la Ascensión del Señor, el Papa Francisco llegó al Estadio Olímpico de Roma, repleto y lleno de entusiasmo. Allí más de 50 mil personas llegadas desde 52 países le recibieron cantando aplaudiendo y agitando pañuelos, al son de “Hosanna en el Cielo…”. En el vídeo puede visionarse el acto completo con sonido original en italiano. 

Es la primera vez en la historia que un Pontífice ha visitado este lugar y lo ha hecho para encontrarse con los miembros del movimiento Renovación Carismática Católica, que realiza su 37ª Asamblea Nacional. Este ha sido el momento más importante del congreso que realizan hoy domingo 1 y este lunes 2 de junio, y que lleva por lema «¡Convertíos! ¡Creed! ¡Recibid el Espíritu Santo!»

“Un encuentro que concluyó con un llamamiento del Santo Padre: Hermanos y hermanas-dijo el Papa Francisco antes de dar la bendición apostólica- acuérdense: adoren a Dios nuestro Señor, es este el fundamento, busquen la santidad en la nueva vida del Espíritu Santo. Eviten la excesiva organización, salgan a evangelizar por las calles, acuérdense que la Iglesia nació en salida esa mañana de Pentecostés. Acérquense a los pobres y toquen en ellos la carne herida de Jesús. Por favor no enjaulen al Espíritu Santo”. 

Apenas el Santo Padre entró en el principal estadio deportivo de Roma, Salvatore Martínez, presidente de la RCC en Italia, propuso cambiar los ‘¡Viva Francisco!’, -que al Papa no le gustan- por ¡viva Jesús el Señor! Canto que el Papa se animó también a entonar.

«Aquí no están ni los seguidores de la Lazio, ni de la Roma, ni  del San Lorenzo, aquí somos todos seguidores de Jesús. Y nuestro entrenador es usted», añadió Martínez.

El presidente italiano de RCC recordó que“el año pasado cuando le anuncié que íbamos al Estadio Olímpico, usted me dijo ‘yo voy’ y ha cumplido su palabra”. Por otro lado ha señalado que «nacimos con Pablo VI, crecimos con Juan Pablo II y ahora nos encontramos con usted aquí”.

Finalmente agradeció al Papa su presencia:  «La Renovación está unida en torno a usted, Santo Padre. Estamos aquí para rezar con usted. Este es un cenáculo a cielo abierto. Rece por nosotros, sobre nosotros y nosotros rezaremos por usted. Invoquemos al Espíritu Santo»

Y comenzó un momento de intercesión, el Santo Padre por el pueblo y el pueblo por el Santo Padre. Recogidos en profunda oración, hubo unos instantes de oración en lenguas, don característico de este movimiento.

Testimonio de un Sacerdote

Luego se proclamó la lectura de los Hechos de los Apóstoles del día de Pentecostés. Y empezaron los testimonios con el de un sacerdote. «Soy uno de los 1.000 sacerdotes que estamos aquí. En la renovación he descubierto la comunidad. Queremos ser el rostro joven y misericordioso de la Esposa de Cristo».

El Papa habla a los sacerdotes

«Os pido una sola cosa: cercanía. Cercanía a Cristo en la oración y en la adoración. Y cercanía a la gente, al pueblo de Dios que os está confiado. Amad a vuestra gente. Sed cercanos a la gente».

Testimonio de un joven

«El Espíritu Santo nos ha cambiado la vida. Nuestra vida ha cambiado. Somos felices con Jesús. Te pedimos que nos confirmes en la fe, para que seamos fieles al Señor».

Palabras del Papa a los jóvenes

«Sería triste que un joven guardase su juventud en una caja fuerte. No serviría para nada. La juventud es para arriesgarla bien y con esperanza. La juventud es para darla. Para que los demás conozcan al señor. Seguid adelante».

Testimonio de una familia

«Estamos aquí, con nuestros hijos. La Renovación ha sido, para nosotros, el redescubrimiento de la belleza de la familia. Para educar cristianamente a nuestros hijos. Una fuerza que nos sostiene y nos ayuda a superar el Mal»

Palabras del Papa a las familias

«Las familias son la Iglesia doméstica, en las que Jesús crece en amor. Por eso, el demonio ataca tanto la familia e intenta destruirla. Los esposos son pecadores como todos, pero siguen adelante en la fe. Que el Señor bendiga a la familia y la haga fuerte en esta crisis en la que el Diablo quiere destruirla».

Testimonio de una discapacitada

«Soy una ciega pero me gustaría decir a todos que mi luz es Jesús, que camina conmigo. Esta gran familia me hace experimentar a Jesús todos los días. ¡Que gran fuerza es la fraternidad cuando se vive.»

Palabras del Papa a los que sufren

«A los que sufren, son únicos en el sufrimiento de Cristo. Imitan a Jesús en el momento difícil de la cruz. Llevan el sufrimiento por toda la Iglesia. Muchas gracias, hermanos y hermanas. Gracias por aceptar estar unidos en el sufrimiento. Gracias por la esperanza que testimoniáis, por la esperanza que os lleva adelante, buscando la caricia de Jesús».

Faltan los abuelos, los ancianos, que son la seguridad de nuestra fe. Cuando María y José llevaron a Jesús al templo, el Evangelio dice que fueron conducidos por el Espíritu Santo. Los jóvenes deben cumplir la ley. Los ancianos, como el ben vino, tienen la libertad del Espíritu Santo”.

«Y así, Simeón, el valiente, alababa a Dios, impulsado por el Espíritu. Los ancianos son nuestra sabiduría, son la sabiduría de la Iglesia. Aquella anciana, Ana, hizo una cosa extraordinaria: canonizó las murmuraciones. Iba por ahí diciendo: ‘Esto es lo que nos salvará. Son nuestra fuerza y nuestra salvación, que el señor nos dé siempre ancianos sabios, la memoria de nuestro pueblo, la memoria de la Iglesia y el sentido de la alegría».

El Papa reza por todos los presentes en el estadio

El presidente de la RCC, Salvatore Martinez dice: «Nos ponemos de rodillas. Rece por nosotros». Y todo el estadio se pone de rodillas.

La oración del Papa

“Señor mira a tu pueblo que espera el Espíritu Santo, mira a los jóvenes, a las familias, a los niños a los enfermos, a los sacerdotes, a los consagrados, a nosotros los obispos, mira a todos. Concédenos la santa ebriedad del Espíritu, la que hace hablar todos los idiomas, de la caridad, siempre cerca de los hermanos y hermanas que tienen necesidad de nosotros. Enséñanos a no luchar entre nosotros para tener un poco más de poder, a amar más a la Iglesia que es nuestro partido, enséñanos a tener el corazón abierto para recibir el Espíritu. Envía tu espíritu sobre nosotros. Amén»

Y cantan el Aleluya, amén.


Discurso final del Papa

Os doy las gracias por vuestra acogida. Me gusta mucho el canto “Vive, Jesús, el Señor». Cuando celebraba en Buenos Aires con la Renovación, cantábamos ese canto, que hoy ha sonado también. Me he sentido en casa.

Gracias a la Renovación Carismática por este encuentro con vosotros. Sois una corriente de gracia en la Iglesia y para la Iglesia. Habéis recibido el gran don de la diversidad de carismas al servicio de la Iglesia.

Cuando pienso en vosotros, pienso en una gran orquesta, en la que todos los instrumentos son necesarios para la armonía de la pieza musical. Nadie en la Renovación puede pensar que es más importante ni más grande que los demás. Cuando alguno de vosotros se cree más importante o más grande que los demás comienza la peste. Nadie puede decir: Yo soy el jefe’. Tenéis un solo jefe: el Señor Jesús. Repetid conmigo: ¿Quién es el jefe de la Renovación? El Señor Jesús.

En los primeros años no me gustaban mucho los carismáticos. Decía de vosotros: parecen una escuela de samba. No compartía sus nuevas formas de rezar…Después comencé a conoceros y comprendí que la Renovación es una gracia para la Iglesia.

Pocos meses antes de participar en el cónclave, fui nombrado por la conferencia episcopal asistente espiritual de la Renovación carismática en Argentina.

La Renovación es una gran fuerza al servicio del Evangelio. ¿Lleváis todavía hoy con vosotros el Nuevo Testamento? Llevad siempre en el bolsillo la Palabra de Dios. No perdáis la libertad que el Espíritu os ha dado. El peligro para la Renovación, como dice el padre Raniero, es el de la excesiva organización. No perdáis la gracia de dejar que Dios sea Dios. Que Él nos guíe, nos impulse y nos aliente…

Otro peligro es el convertirnos en controladores de la gracia de Dios. Sois dispensadores de la gracia de Dios, no controladores. No seáis aduana del Espíritu Santo.

Evangelizaciòn, ecumenismo espiritual, los pobres y acogida de los marginados y todo esto sobre la base de la adoración. El fundamento de la Renovación es adorar a Dios.

¿Qué espera el Papa de vosotros? La conversión al amor de Jesús, que cambia la vida. Compartid con todos la gracia del bautismo. Espero de vosotros una evangelización con la Palabra de Dios, anunciando que Jesús está vivo. Que deis testimonio del ecumenismo espiritual. Que permanezcáis unidos en el amor, en la oración al Espíritu.

Recordad que la Renovación se alegra de lo que el Espíritu realiza en otras iglesias.

Acercaos a los pobres y a los necesitados, para tocar, en su carne, la carne herida de Jesús.

Buscad la unidad de la Renovación, porque viene del Espíritu. Las divisiones vienen del demonio. Huid de las luchas internas. Que no las haya entre vosotros.

Recordad: adorar a Dios el Señor. Este es el fundamento. Buscad la santidad. Sed dispensadores de la gracia de Dios. Salid a las calles a a evangelizar. La Iglesia nació en salida en Pentecostés. Acercaros a los pobres y tocad la carne herida de Jesús. Dejaos guiar por el Espíritu Santo. Buscad la unidad, que viene de la Trinidad. Gracias.

Papa Francisco


Agradeció también a quienes están organizando el gran jubileo del 2017, e indicó que “espero celebrarlo en la plaza de san Pedro”.

Al concluir sus palabras, toda la asamblea ha rezado por el Santo Padre, quien de rodillas ha recibido esta intercesión por él. Todo el estadio en pie y con los brazos extendidos hacia Francisco ha orado pidiendo su bendición. Además, le han entregado como regalo una Virgen de las manos alzadas, hecha por detenidos en las cárceles que se están reinsertando. Para finalizar, se ha bailado un flash mob. Guiados por un grupo de jóvenes desde el palco, todo el Estadio ha bailado ¡Jesús es el Señor, Aleluya!

 

 

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