Papa Francisco en el Ángelus, 12-11-2023: «Jesús dice que la sabiduría de la vida está en cuidar el corazón, la vida interior»  

* «La sabiduría significa saber dar espacio al silencio, para ser capaces de escuchar a nosotros y a los demás. Significa saber renunciar al tiempo pasado delante de la pantalla del teléfono para mirar la luz en los ojos de los demás, en el propio corazón, en la mirada de Dios hacia nosotros. Significa, no dejarse atrapar por el activismo, sino dedicar tiempo al Señor, a la escucha de su Palabra»        

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

* «Mi pensamiento se dirige cada día a la gravísima situación en Israel y Palestina. Estoy cerca de todos los que sufren, palestinos e israelíes. Los abrazo en este momento oscuro. Y rezo mucho por ellos. Que cesen las armas, que nunca traerán la paz, y que no se amplíe el conflicto. Basta. Basta, hermanos, ¡basta! En Gaza, que se socorra inmediatamente a los heridos, que se proteja a los civiles, que llegue mucha más ayuda humanitaria a esa población exhausta. Liberad a los rehenes, entre los que hay muchos ancianos y niños» 

12 de noviembre de 2023.- (Camino Católico)  La diferencia entre la sabiduría y la necedad centra la alocución del Papa antes del Ángelus de este domingo. Ante los fieles y peregrinos presentes en una Plaza de San Pedro sumergida en un gris otoñal, Francisco habla de la preparación y el cuidado de la vida interior, que implica abandonar las apariencias, mirarnos a nosotros mismos y detenernos a escuchar el corazón, atender los pensamientos y los sentimientos: “Jesús dice que la sabiduría de la vida está en otra dimensión: en cuidar lo que no se ve, pero que es más importante, porque está dentro de nosotros. Es el cuidado de la vida interior”.

Foto: Vatican Media 12-11-2023     

Inspirado en el Evangelio de hoy que propone la parábola de las diez vírgenes, llamadas a salir al encuentro del esposo (cf. Mt 25,1-13), el Pontífice habla del sentido de la vida, que es “una gran preparación” para cuando seremos llamados a salir al encuentro con Jesús. Y justamente en la parábola se plasma la diferencia entre la sabiduría y la necedad, de esas diez vírgenes, cinco son prudentes y cinco necias.

Francisco explica que el cuidado de la vida interior implica detenerse a escuchar al corazón, atender los pensamientos y sentimientos: “Significa dedicar tiempo al Señor, a la escucha de su Palabra, a la adoración”.

Francisco, después de rezar el Ángelus renueva su grito: «¡Las armas se detengan, no traerán nunca la paz, que el conflicto no se amplíe! ¡Basta!». También pide ayuda para Gaza y la liberación de los rehenes. Luego recuerda que «todo ser humano, ya sea cristiano, judío, musulmán, de cualquier pueblo y religión, todo ser humano es sagrado, es precioso a los ojos de Dios y tiene derecho a vivir en paz».

Además, el Pontífice expresa su cercanía a Sudán  que sufre un conflicto desde hace siete meses y que está generando numerosas víctimas, millones de desplazados internos y refugiados. También invita a trabajar «en busca de soluciones pacíficas». En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la meditación del Santo Padre traducida al español, cuyo texto completo es el siguiente:

Foto: Vatican Media 12-11-2023     
PAPA FRANCISCO
ÁNGELUS         
Plaza de San Pedro, Vaticano
XXXII Domingo de Tiempo Ordinario
12-11-2023

Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz domingo!

El Evangelio de hoy nos ofrece una historia que se refiere al sentido de la propia vida. Es la parábola de las diez vírgenes, llamadas a salir al encuentro del esposo (cf. Mt 25,1-13). Vivir es esto: una gran preparación para el día, cuando seremos llamados a salir al encuentro de ¡Jesús! En la parábola, sin embargo, de esas diez vírgenes, cinco son prudentes y cinco necias. Veamos en qué consisten la sabiduría y la necedad. La sabiduría de la vida y la necedad de la vida.

Todas esas damas de honor están allí para acoger al esposo, es decir, quieren encontrarse con él, como también nosotros deseamos una feliz realización de la vida: la diferencia entre la sabiduría y la necedad no está, pues, en la buena voluntad. Tampoco radica en la prontitud con la que llegan al encuentro: todas estaban allí. La diferencia entre las sabias y las necias es otra: la preparación. El texto dice: las sabias «junto con sus lámparas, tomaron también aceite» (v. 4); las necias, en cambio, no. He aquí la diferencia: el aceite. ¿Y cuál es una de las características del aceite? Que no se ve: está dentro de las lámparas, no llama la atención, pero sin él las lámparas no tienen luz.

Foto: Vatican Media 12-11-2023     

Nos miramos a nosotros mismos y vemos que nuestra vida corre el mismo riesgo: tantas veces estamos muy atentos a las apariencias, lo que nos importa es cuidar bien nuestra imagen, dar una buena impresión ante los demás. Pero Jesús dice que la sabiduría de la vida está en otra dimensión: en cuidar aquello que no se ve, pero que es más importante, cuidar el corazón. El cuidado de la vida interior. Significa saber detenerse para escuchar el corazón, atender los pensamientos y los sentimientos. ¿Cuántas veces no sabemos lo que pasó dentro de nuestros corazones ese día? ¿Qué pasa dentro de cada uno de nosotros? La sabiduría significa saber dar espacio al silencio, para ser capaces de escuchar a nosotros y a los demás. Significa saber renunciar al tiempo pasado delante de la pantalla del teléfono para mirar la luz en los ojos de los demás, en el propio corazón, en la mirada de Dios hacia nosotros. Significa, no dejarse atrapar por el activismo, sino dedicar tiempo al Señor, a la escucha de su Palabra.

Y el Evangelio nos da el consejo adecuado para no descuidar el aceite de la vida interior, «el aceite del alma»: nos dice que es importante prepararlo. Y en el relato, vemos que las vírgenes ya tienen las lámparas, pero deben preparar el aceite: deben ir a los vendedores, comprarlo, colocarlo en las lámparas… (cf. vv. 7.9). Así es para nosotros: la vida interior no se improvisa, no es una cuestión de un momento, de vez en cuando, de una vez para siempre; la vida interior hay que prepararla dedicando un poco de tiempo cada día, con constancia, como se hace para cada cosa importante.

Entonces, podemos preguntarnos: ¿qué estoy preparando en este momento de la vida? Dentro de mí, ¿qué estoy preparando? Quizá estoy intentando ahorrar algo, estoy pensando en una casa o en un coche nuevo, en proyectos concretos… Son cosas buenas, no son cosas feas. Pero, ¿estoy pensando también en dedicar tiempo al cuidado del corazón, a la oración, al servicio a los demás, al Señor que es la meta de la vida? En definitiva, ¿cómo está el aceite de mi alma? Que cada uno de nosotros se pregunte lo siguiente: ¿cómo está el aceite de mi alma? ¿Lo alimento y lo conservo bien?

Que la Virgen nos ayude a custodiar el aceite de la vida interior.

Foto: Vatican Media 12-11-2023     

Oración del Ángelus:                         

Angelus Dómini nuntiávit Mariæ.
Et concépit de Spíritu Sancto.
Ave Maria…

Foto: Vatican Media 12-11-2023     

Ecce ancílla Dómini.
Fiat mihi secúndum verbum tuum.
Ave Maria…

Et Verbum caro factum est.
Et habitávit in nobis.
Ave Maria…

Ora pro nobis, sancta Dei génetrix.
Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.

Orémus.
Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,
méntibus nostris infunde;
ut qui, Ángelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem eius et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúndem Christum Dóminum nostrum.

Amen.

Gloria Patri… (ter)
Requiem aeternam…

Benedictio Apostolica seu Papalis

Dominus vobiscum.Et cum spiritu tuo.
Sit nomen Benedicat vos omnipotens Deus,
Pa ter, et Fi lius, et Spiritus Sanctus.

Amen.

Foto: Vatican Media 12-11-2023     

Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:

Desde hace varios meses, Sudán está sumido en una guerra civil que no da indicios de detenerse y que está causando numerosas víctimas, millones de desplazados internos y refugiados en los países vecinos, y una gravísima situación humanitaria. Me siento cercano al sufrimiento del querido pueblo de Sudán, y hago un llamamiento de todo corazón a los dirigentes locales para que faciliten el acceso de la ayuda humanitaria y, con la contribución de la comunidad internacional, trabajen en favor de soluciones pacíficas. ¡No olvidemos a estos hermanos nuestros que están en prueba!

Foto: Vatican Media 12-11-2023     

Mi pensamiento se dirige cada día a la gravísima situación en Israel y Palestina. Estoy cerca de todos los que sufren, palestinos e israelíes. Los abrazo en este momento oscuro. Y rezo mucho por ellos. Que cesen las armas, que nunca traerán la paz, y que no se amplíe el conflicto. Basta. Basta, hermanos, ¡basta! En Gaza, que se socorra inmediatamente a los heridos, que se proteja a los civiles, que llegue mucha más ayuda humanitaria a esa población exhausta. Liberad a los rehenes, entre los que hay muchos ancianos y niños. Todo ser humano, ya sea cristiano, judío, musulmán, de cualquier pueblo o religión, todo ser humano es sagrado, es precioso a los ojos de Dios y tiene derecho a vivir en paz. No perdamos la esperanza: recemos y trabajemos incansablemente para que el sentido de humanidad prevalezca sobre la dureza de los corazones.

Hace dos años se lanzó la Plataforma de Acción Laudato si’. Doy las gracias a quienes se han sumado a esta iniciativa y les animo a continuar por el camino de la conversión ecológica. En este sentido, rezamos por la Conferencia sobre el Cambio Climático de Dubai, COP28, que ya está cerca.

La Iglesia italiana celebra hoy el Día de Acción de Gracias, con el tema «El estilo cooperativo para el desarrollo agrícola».

Saludo con afecto a todos ustedes, peregrinos de Italia y de otras partes del mundo, especialmente a los sacerdotes de la archidiócesis de Szczecin-Kamień (Polonia) y a los grupos parroquiales de Augsburgo, Zadar, Poreč, Pula, Oporto y París. Saludo a los miembros de la Comunidad de Sant’Egidio de algunos países asiáticos y les animo en su compromiso de evangelización y promoción. Adelante, ¡ánimo! Y ayuden también a hacer la paz.

Saludo a los fieles de Volargne, Ozieri y Cremona. Acojo con afecto la peregrinación de fieles ucranianos y de monjes Basilianos -veo allí las banderas ucranianas- venidos de diversos países para celebrar el IV centenario del martirio de san Josafat. Rezo con ustedes por la paz en su martirizado país. Hermanos y hermanas, ¡no olvidemos a la martirizada Ucrania!

Y les deseo a todos un feliz domingo. Por favor, no olviden rezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto.

Francisco


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