Papa Francisco en el Ángelus: «La Sagrada Familia proteja a todas las familias del mundo y abran la puerta a Dios»

* «Mi pensamiento va en este momento a los numerosos migrantes cubanos que se encuentran en dificultad en Centroamérica, muchos de los cuales son víctimas del tráfico de seres humanos. Invito a los Países de la Región a renovar con generosidad todos los esfuerzos necesarios para encontrar una urgente solución a este drama humanitario»

Vídeo completo traducido al español

27 de diciembre de 2015.- (13 TV / Radio Vaticano Camino Católico) En pleno clima de la alegría navideña, introduciendo el rezo a la Madre de Dios – del primer domingo después de la Navidad en el que la Iglesia invita a contemplar a la Sagrada Familia – el Papa Francisco deseó que «Jesús, María y José bendigan y protejan a todas las familias del mundo, para que en ellas reinen la serenidad y la alegría, la justicia y la paz, que Cristo naciendo ha traído como don para la humanidad».

Después de la oración de la oración mariana el pensamiento del Papa fue a los inmigrantes cubanos que se encuentran en dificultad en América Central. En el vídeo superior se escucha y visualiza la meditación del Santo Padre traducida al español y las palabras posteriores al rezo de la oración mariana, cuyo texto completo es el siguiente:

Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!

En el clima de alegría que es propio de la Navidad, celebramos en este domingo la fiesta de la Santa Familia. Vuelvo a pensar en el gran encuentro de Filadelfia, en septiembre pasado; en las tantas familias encontradas en los viajes apostólicos, y en las de todo el mundo. Quisiera saludarlas con afecto y reconocimiento, especialmente en este nuestro tiempo, en el que la familia está sujeta a incomprensiones y dificultades de varios tipos que la debilitan.

El Evangelio de hoy invita a las familias a coger la luz de esperanza que proviene de la casa de Nazaret, en la que se desarrolla en la alegría la infancia de Jesús, el cual– dice san Lucas – “crecía en sabiduría, edad y gracia ante Dios y ante los hombres” (2,52). El núcleo familiar de Jesús, María y José, es para todo creyente, y especialmente para las familias, una auténtica escuela del Evangelio. Aquí admiramos la realización del designio divino de hacer de la familia una especial comunidad de vida y de amor. Aquí aprendemos que cada núcleo familiar cristiano está llamado a ser “iglesia domestica”, para hacer resplandecer las virtudes evangélicas y llegar a ser fermento de bien en la sociedad. Los rasgos típicos de la Santa Familia son: recogimiento, acogida y oración, comprensión mutua y respeto, espíritu de sacrificio, trabajo y solidaridad.

Del ejemplo y del testimonio de la Santa Familia, cada familia puede tomar indicaciones preciosas para el estilo y las elecciones de vida, y puede tomar fuerza y sabiduría para el camino de cada día. La Virgen y san José enseñan a acoger a los hijos como don de Dios, a engendrarlos y educarlos cooperando en modo maravilloso en la obra del Creador y dando al mundo, en cada niño, una nueva sonrisa. Es en la familia unida donde los hijos llevan la maduración a su existencia, viviendo la experiencia significativa y eficaz del amor gratuito, de la ternura, del respeto mutuo, de la mutua comprensión, del perdón y de la alegría.

Quisiera detenerme sobre todo en la alegría. La verdadera alegría que se experimenta en la familia no es algo casual y fortuito. Es una alegría fruto de la armonía profunda entre las personas, que hace gustar la belleza de estar juntos, de apoyarnos mutuamente en el camino de la vida. Pero en la base de la alegría está la presencia de Dios, su amor acogedor, misericordioso y paciente hacia todos. Si no se abre la puerta de la familia a la presencia de Dios y a su amor, la familia pierde la armonía, prevalecen los individualismos, y se apaga la alegría. En cambio, la familia que vive la alegría de la fe la comunica espontáneamente, es sal de la tierra y luz del mundo, es levadura para toda la sociedad.

Que Jesús, María y José bendigan y protejan a todas las familias del mundo, para que en ellas reinen la serenidad y la alegría, la justicia y la paz, que Cristo naciendo ha traido como don a la humanidad.

(Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:)

Vídeo fragmento del llamamiento en el que el Papa pide «urgente solución para inmigrantes cubanos víctimas del trafico de seres humanos»

Queridos hermanos y hermanas,

Mi pensamiento va en este momento a los numerosos inmigrantes cubanos que se encuentran en dificultad en Centroamérica, muchos de los cuales son víctimas del tráfico de seres humanos. Invito a los Países de la Región a renovar con generosidad todos los esfuerzos necesarios para encontrar una urgente solución a este drama humanitario.

Un caluroso saludo va hoy a las familias presentes en la plaza. Gracias por su testimonio. Que el Señor los acompañe con su gracia y los sostenga en su camino cotidiano.

Saludo a todos ustedes, peregrinos llegados de diversas partes del mundo. En particular a los chicos de la Diócesis de Bérgamo que han recibido la Confirmación.

A todos les deseo un buen domingo. Les agradezco una vez más por sus augurios y sus oraciones: sigan rezando por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!

Francisco

Comentarios 0

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad