Rafa Lozano, provida: Su padre quiso abortarlo pero un sacerdote dijo a su madre que “ese hijo que esperaba daría sentido a su vida”

* “Ser cristiano no es una actitud, no es hacer una serie de cosas, sino es un encuentro personal con Cristo. Yo eso lo viví en Medjugorje. Fue un momento en el que yo me puse a tiro y Cristo vino a mí. Que Cristo vino a mi significa que atravesando las tres dimensiones de mi persona -la parte síquica, física y espiritual- me llene de Él.  Eso no se puede describir porque es demasiado bonito para ello, pero es tener por un momento la certeza de que Jesús está vivo, está en ti, te ama, te abraza, y eso es lo más grande”

8 de mayo de 2016.- (A.L.M.Intereconomia TV / Camino Católico) Rafa Lozano nació en Las Palmas, en diciembre de 1969, pese a que era un hijo no deseado por  su padre, que presionó para que fuera abortado, pero, como cuenta él mismo, su madre “tuvo la suerte de tener cerca un sacerdote que le explicó que ese hijo que esperaba daría sentido a su vida”Cursó Empresariales y empieza a trabajar  en el movimiento pro vida a los dieciocho años. Desde 2005 dirige los proyectos del Foro Español de la Familia, del que actúa como portavoz ante los medios. Está casado con Lola y es padre de seis hijos. Aunque era católico y se creía un buen cristiano y ahora reconoce que vivía la fe de manera mediocre, tuvo un encuentro personal con Cristo en Medjugorje y su vida quedó totalmente transformada. De su testimonio de vida y de su conversión habla en el programa “No es bueno que Dios esté solo”, dirigido por Gonzalo Altozano, en Intereconomía TV, que puede visualizarse en el vídeo. El relato de su experiencia vital parte del momento de su concepción y de como nació pese a no ser deseado:

-Digamos que Dios escribe derecho con renglones torcidos y Él se empeño que así fuera. A pesar de ser una situación complicada en el año 1969. Mi madre si tenía una fe. En esos momentos pasaba por unos momentos convulsos pero tuvo la suerte de tener cerca un sacerdote que le explicó que ese hijo que esperaba daría sentido a su vida. Que no tenía que quedarse en el hoy sino pensar en el mañana. Y tuvo la valentía de seguir adelante contracorriente, dejar el trabajo, cambiar de lugar y apostar todo a una carta y esa carta soy yo.

 Tengo vaguísimos recuerdos de mi padre. Luego le busqué yendo a Madrid, a partir de unos datos que me llegaron a través de una carta, y tirando de los hilos me encontré con una persona que se llamaba como él, que era un hijo suyo, o sea un hermano mio. Fue una situación de lo más surrealista. Él nos contó a mi, a mi esposa Lola (los dos con la familía en la imagen de la izquierda) y a Jesús Poveda, que hizo un poco de enlace, como había sido su historia y cosas muy bonitas para mi. Además descubrí como tenía en común una serie de rasgos, de gestos, de cosas heredadas genéticas, como el mover las manos o expresiones de la cara. Este encuentro vino a poner un punto y seguido en mi vida y en de mi madre. Fue una respuesta que nos regalaron desde el cielo a una serie de interrogantes que teníamos abiertos y que no habíamos tenido ocasión de cerrar.

El mismo sacerdote que apoyó a su madre cuando estaba todavía embarazada le dijo a ella también que “antes incluso de la Creación Dios ya tenía planes para mí”, contó en otra entrevista Rafa lozano. Por eso Gonzalo Altozano le pregunta: ¿Y usted cuándo supo en qué consistían? 

– Como soy muy cabezón los voy descubriendo al cabo de los años, con el paso del tiempo. Al principio es algo que te cuentan que esta muy bien, pero poco a poco lo vas descubriendo. Y algunas personas necesitamos tropezarnos una y otra vez para irlo descubriendo. Y yo ha sido en estos últimos años donde lo he ido viendo a base de ir perdiendo cosas materiales: mis empresas, de ir a la ruina, de perder una serie de cosas, de tener que venirnos a Madrid con una mano delante y otra detrás.

Después de haber tenido unas empresas que iban muy bien en Canarias llega un momento en que te das cuenta que Dios está llamando a tu puerta y te esta diciendo: “el mayor tesoro lo tienes en casa, lo tienes en tu familia y eres rico, eres muy rico”.  Para mi ha sido ir descubriendo a mi esposa, a cada uno de mis hijos, y a que todo ese regalo, esa riqueza, que es el amor de Dios lo tenía ya en casa, pero simplemente yo estaba mirando para otro lado.

Y pese a considerarse católico llegó un momento clave para su vida, su encuentro personal con Cristo que lo vivió a raíz de un viaje impulsado por la experiencia extraordinaria de un amigo:

 En Medjugorje dicen que la Virgen María se aparece allí desde 1981. Yo reconozco que nunca fui un fan de las apariciones que me sonaba a rollo de abuelas y por tanto bastante antipático. Yo empecé a comprender lo que pasaba en Medjugorje a través de la experiencia de un amigo que estaba muy hundido, en lo más hondo de lo hondo, y después de estar una semana allí, a donde va por trabajo, regresa totalmente transformado. Sólo ver su cara antes y después significó que ahí pasaba algo. Y lo más significativo fue  que no sucedió como cuando uno se va a un retiro que viene encendido y al cabo de un mes se le va pasando. Todo lo contrario, eso en mi amigo iba a más y a más. Iba prendiendo esa llama y se iba haciendo verdad en su vida.

A mi me despertó la inquietud, la curiosidad, y al cabo de unos meses pues tuve la oportunidad de ir. Yo creo que en Medjugorje  no es que se aparezca la Virgen sino que está presente allí. Aquel es un lugar donde el cielo y la tierra se juntan con la punta de los dedos y donde se reciben muchísimas gracias. Las puedes recibir aquí pero allí te las dan de una forma concentrada.

Antes de Medjugorje mi vida de fe era la de un cristiano mediocre, de pensar que me lo sabía todo porque tenía una buena base formativa. Creía que era muy buena gente porque hacia mis horas de misericordia, trataba muy bien a las personas, tenía una familia numerosa y me creía un poquito  superman.  Pero al llegar a Medjugorge me di cuenta que no había entendido nada. No se trataba de hacer cosas sino de ser, de reconocerte como hijo de Dios y descubrir esa vocación al amor y lo que significa. La Virgen te da allí una serie de herramientas a través de sus mensajes: Te invita a la oración, a vivir la Eucaristía, a leer la Palabra de Dios, a ayunar y al rezo del rosario. Pero esas herramientas no son tu meta sino un medio para llevarte al cielo. La Virgen te quiere llevar a su hijo, a Jesús en la Eucaristía  y eso nos recuerda que lo tenemos aquí, en cada sagrario, mucho más en Madrid que está llenito de iglesias.

Se trata por tanto de llevar a tu vida diaria esa llamada que la Virgen nos hace a la santidad y que por consiguiente el centro de tu casa no sea la tele sino que sea un pequeño altarcito donde este ella, este la Palabra de Dios, la Biblia abierta que es el mismo Cristo vivo, donde tù puedas alimentarte y que toda tu vida, cada hora de tu vida se convierta en oración.

El Papa Benedicto XVI escribía en la encíclica Deus Caritas Est que ser cristiano no es una actitud, no es hacer una serie de cosas, sino es un encuentro personal con Cristo. Yo eso lo viví en Medjugorje. Fue un momento en el que yo me puse a tiro y Cristo vino a mí. Que Cristo vino a mi significa que atravesando las tres dimensiones de mi persona -la parte síquica, física y espiritual- me llene de Él.  Eso no se puede describir porque es demasiado bonito para ello, pero es tener por un momento la certeza de que Jesús está vivo, está en ti, te ama, te abraza, y eso es lo más grande. Para mi ese momento de conversión fue un antes y un después, pero luego también comprendí que ahora ya convertido y anchas Castilla y ya está.  Tu vida sigue siendo la misma. Tienes las mismas responsabilidades, los mismos problemas e incluso más pero hay algo en ti que cambia la forma de ver las cosas. No miras al horizonte sino al cielo. Sabes que tienes un Padre, Dios, y una Madre, la Virgen, que están cuidando y velando absolutamente por  ti. Y eso que de pequeño habías aprendido por lo visto en casa o por el catecismo lo vives de verdad, lo haces tuyo. Y en ese momento realmente cambia todo.

Preguntado por si se sentiría en un aprieto si le dan a elegir entre la Virgen de Medjugorje y la de Guadalupe responde con convicción:

-Si superponemos las dos imágenes nos damos cuenta que es exactamente la misma y que hay muchos paralelismos entre la una y la otra. Ambas vienen a poner paz en los corazones de un mundo que está dividido. Ambas tienen la figura de un obispo que al principio no se lo cree. Ambas se hacen presentes en un momento complicado de la historia de la humanidad y nos vienen a decir que son nuestras madres, que nos aman, que no tenemos nada que temer. Nos invitan a la oración y a la conversión del corazón. Y lo más importante nos llevan a su hijo, a Jesús en la eucaristía. La Virgen de Guadalupe además embarazada se nos presenta como santuario de la vida y la familia.

Para Rafa Lozano, la crisis, pese a ser dolorosa y provocar sufrimiento, esta llevando a descubrir de nuevo la familia como apoyo y espacio donde  vivir feliz:

-No quiero relativizar la importancia de la gente que se queda sin trabajo, se queda en la calle y lo pasa mal. Hay auténticos dramas, algunos muy cercanos y dolorosos. Sin embargo, yo creo que la crisis esta obligándonos a hacer algo positivo que es pararnos y reflexionar sobre el sentido de nuestra vida: ¿Yo para que estoy en este mundo para almacenar bienes y cosas? Dice Jesús Poveda que las cosas más importantes de la vida no son cosas. Y creo que la crisis nos ha ayudado precisamente a ir quitando cosas y a poder ver que soy en mi vida, que tengo y que cosas hago. Y al final mucha gente está descubriendo que precisamente en la familia tenemos la mejor garantía de poder ser feliz teniendo tres cosas para vivir. Estoy conociendo gente que redescubre su matrimonio, a sus padres, que los acogen ante los problemas y les ofrecen volver a casa. Muchas trabas, muchas heridas, están quedando en segundo plano y se está yendo a lo importante.

Rafa (en la imagen de la izquierda con dos hijas) conoció a su mujer en el bar de la facultad y se enamoró de inmediato pero descubrieron que eran como la noche y el día:

Lola lucía un pin con la cara de Lenin, era abortista, llevaba pegatinas batasunas…

Él la convenció para iniciar una relación:

-Ella descubrió algo en los amigos con los que yo me movía, buenos cristianos: la alegría. Y ella dijo: yo quiero eso. Fue una conversión maravillosa, producto del tesón y de amor del bueno.

Lola (en la imagen de la izquierda con un hijo) y él han dado multitud de conferencias sobre el matrimonio desde la perspectiva de la teología del cuerpo y la antropología de Juan Pablo II:

-El hombre tiene una naturaleza y experimenta una llamada al amor, algo que quienes fomentaban, por ejemplo, Educación para la Ciudadanía, querían sustituir por el utilitarismo, que te deja vacío.

La dualidad de atacar a la Iglesia y a la familia que se da en la sociedad actual tiene una razón espiritual profunda según Rafa Lozano:

-La familia es un reflejo del amor trinitario y donde la fe vive, se transmite, crece y contagia a toda la sociedad es en la familia. Qué mejor que destruir la familia que convertirla en lo que no es, llegando al corazón de las personas, para destruir al enemigo. Y quién está detrás lo tenemos claro: el demonio, porque existe, es el padre de la mentira y confunde a las personas que, queriendo hacer un bien, llevan las cosas por donde no deberían ir.

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