Los Padres Trinitarios rescatan niños esclavos en Sudán pagando 300 euros
«Nos encontrábamos con los mercenarios y comprábamos grupos enteros, sobre todo niños y niñas. Un niño puede costar unos 300 euros; la niña, 250; y la mujer, 200, porque la mujer allí es de menor calidad que el hombre. Los niños son vendidos para trabajar en los campos de los señores árabes o cuidando su ganado. Las niñas, para los harenes; y las mujeres al servicio de la casa de los hombres» explica Antonio Aurelio Fernández, trinitario y director de la Fundación Prolibertas
4 de diciembre de 2010.- Palizas por desobediencia, abusos sexuales, negación de su herencia cultural… son testimonios comunes de esclavos que han sido rescatados por Congregaciones religiosas y otras organizaciones. Hoy, que se conmemora el Día internacional de la abolición de la esclavitud, ponemos la mirada sobre Sudán, donde, durante más de 20 años, se ha comprado a personas por el precio de un teléfono móvil. Allí, la Orden Trinitaria lleva años trabajando para erradicar esta lacra. La esperanza existe; y, si no, miren a santa Josefina Bakhita.
(Cristina Sánchez / Alfa y Omega) Sudán lleva en guerra desde 1955, tras la independencia colonial británica; guerra que ha causado 2 millones de víctimas mortales y ha provocado el desplazamiento de 4,3 millones de personas. El conflicto se originó porque el norte de Sudán es de religión islámica y de raza árabe; y el sur, animista, con una pequeña parte cristiana, y de raza africana. El norte es un territorio pobre y sin agua. Y el sur es riquísimo, abundante en minerales y agua, además de ser una tierra rica en petróleo. La guerra se originó porque el norte quiso apoderarse de la tierra del sur.
La esperanza que en ella había nacido no podía guardársela: debía llegar a muchos. En esta tarea está, también hoy, la Orden Trinitaria en Sudán.