Armando Ruíz, uno de los líderes de Mary´s Ministries: Era un político mujeriego, pero un encuentro con la Virgen de Guadalupe le llevó a evangelizar

”Y empecé a orar y tuve una experiencia muy fuerte. Sentí que la Virgen me pedía algo para su Hijo Jesucristo. Yo tenía fama de tratar mal a las mujeres, y mi vida no era ejemplar en ese sentido Ya sabía cómo era mi vida. Con esta mujer, la Madre de Dios, sentí su llamado y que ella me decía: «Mi Hijo Dios te perdona por todo lo que has hecho». Esta experiencia me cambió la vida”.

23 de diciembre de 2011.- Armando Ruiz fue durante diez años un joven valor del Partido Demócrata en Arizona. Con 25 años ya era diputado estatal. Pero su vida familiar y sentimental era un desastre.

«Mis padres nos criaron como tantos otros padres católicos»,afirma. «Asistimos a escuelas católicas en la primaria, en la secundaria, en la universidad, y formábamos una familia muy católica. Pero el mundo arrastra. Después de graduarme, me preparaba para ser abogado, aunque no era lo que me convencía, y recibí mi primer golpe en la vida, muy fuerte: me separé de mi esposa y después nos divorciamos. Hice una campaña para entrar como diputado en el Gobierno de Arizona, y me eligieron. Yo tenía 25 años de edad, muy joven. Me tomé el cargo muy serio, como servidor público, y pese al desorden de mi vida privada comencé a tener éxito en la política y en las cosas del mundo», explicó hace unos años en la web de la asociación E-Cristians.

(Pablo Ginés /Religión en LibertadEntre los temas políticos que trabajaba estaba la oposición a la ley para prohibir el uso del español en los espacios de la administración, el «English Only». «Se aprobó en Colorado y llegaba a Arizona: era muy importante frenar esto. Dediqué bastante tiempo a este proyecto. Perdimos la iniciativa de voto popular por un solo punto porcentual. Considero que fue una victoria, teniendo en cuenta que Arizona es un estado muy conservador».

Una hija con otra mujer y un segundo divorcio

Estuvo diez años como diputado, los últimos dos, como senador estatal. «Los del Partido Demócrata (sigo siendo demócrata) estábamos en el poder. Tuve una hija con una mujer, sin casarnos. Y después me casé con otra, mi segundo matrimonio. Y me divorcié, mi segundo divorcio. Ganaba fama en mi vida pública mientras que en mi vida privada, ante Dios, estaba muy perdido».

Entonces sucedió algo inesperado. «Fui a México DF con un grupo de senadores para negociar el tratado del NAFTA. Era un viernes y, apenas habíamos llegado, fuimos a la misa de la noche en la Basílica de Guadalupe. Después de la misa fui detrás del altar, donde está la imagen de la Virgen de Guadalupe, con unas escaleras electrónicas para que la gente no se quede quieta frente a la imagen. Pues bien, no había nadie, algo imposible porque aquello siempre está lleno. Y las escaleras no funcionaban. Así que pude ponerme tranquilamente enfrente de la tilma. Y empecé a orar y tuve una experiencia muy fuerte. Sentí que la Virgen me pedía algo para su Hijo Jesucristo. Yo tenía fama de tratar mal a las mujeres, y mi vida no era ejemplar en ese sentido».

«Mi hijo te perdona»

Armando se sintió tremendamente culpable de sus errores. «Ya sabía cómo era mi vida. Con esta mujer, la Madre de Dios, sentí su llamado y que ella me decía: «Mi Hijo Dios te perdona por todo lo que has hecho». Esta experiencia me cambió la vida».

«En aquel momento me quedé pensando: «bueno, ¿y qué es lo que esta Virgencita quiere que haga para su Hijo?».Cerraban la basílica entonces: había estado sólo 5 minutos aunque me parecía una hora. Me reuní con los otros senadores y, en el hotel, me dije: «Ajá, seguro que lo que Dios quiere es que haga una campaña nacional para ser congresista». Y les dije a los compañeros: «Vamos a meternos a esta campaña para el Congreso». Y comencé mi campaña, mi comité para recaudar fondos, buscar apoyos de otros diputados… Y pensaba, justificándome: «Esto es lo que quiere Dios, que yo tenga más poder en la política». Con 34 años, fama en el partido y los demócratas en el poder, yo estaba lanzado hacia arriba. Pero interiormente no me sentía bien. En Cuaresma, recuerdo que le dije a mi esposa (mi tercera esposa): «Quizá Dios me está pidiendo algo diferente».

La cárcel y el Buen Ladrón

Las instrucciones de Dios, curiosamente, no llegaron desde los despachos parlamentarios, sino desde prisión.

«Una señora que yo conocía bien vino a verme y me dijo: «Armando, mi nieto está en prisión. ¡Ayúdanos!».Como yo era senador, pude visitar fácilmente a este joven, de 14 años. Me contó que él había matado a su medio hermano, que había sacado un cuchillo de cocina en una pelea y lo mató. Quería llorar, se escapaba una lágrima pero no podía demostrar debilidad en la cárcel. Era Viernes Santo. Y me dijo: «Dios no puede perdonarme».

Entonces yo respondí: «Dios sí te puede perdonar, porque me ha perdonado a mí por lo que yo he hecho a las mujeres; en este día de Viernes Santo un ladrón se robó el Cielo, y Dios te puede perdonar». A él se le salieron las lágrimas y, en ese momento, entendí que Dios quería algo distinto de mí. Entonces dejé la política, algo que había amado quizá más que las dos familias que perdí. Al lunes siguiente avisé al presidente de la Cámara de Senadores sobre mi decisión y dejé mi campaña de congresista y de senador”.

Formar líderes católicos

Actualmente, Armando es uno de los líderes internacionales de Ministerios de María, un movimiento especializado en «formar líderes católicos con una visión global para dirigir e inspirar a la Iglesia ante el nuevo milenio». La metodología de Ministerios de María utiliza y amplía el sistema de cursos y escuelas de evangelización popularizado en toda América por José Prado (el editor del Padre Emiliano Tardiff) y también recoge el testigo de la campaña internacional Evangelización 2000, que dirigía por encargo del Papa el padre Tom Forrest.

El sistema de Ministerios de María, en 7 pasos, consiste sobre todo en formar a formadores y dar cursos de primera evangelización que capacitan, además, para transmitir más conocimientos, con mucho énfasis en la evangelización de los alejados. Con más de 500 cursos impartidos de Chile a Hungría, de Perú a la India, Armando Ruiz impartió algunos cursos en España, aunque Ministerios de María no llegó a enraizar en este país.

Una familia de Cursillos y mariana

«Mis padres son los que comenzaron este trabajo, Reyes María Ruiz y Estela Ruiz(en América Reyes es un nombre masculino). Ellos comenzaron en Phoenix (Arizona, Estados Unidos). Por una inspiración de la Virgen en 1988, mis padres sintieron el llamado de querer evangelizar. Los hijos éramos entonces muy del mundo; nos limitábamos a observar lo que hacían nuestros padres. Fue en 1995 cuando nos empezamos a involucrar».

Su padre, Reyes, siempre había sido devoto de la Virgen de Guadalupe, y su fe se había reforzado en Cursillos de Cristiandad. Su mujer, Estela, mantenía cierta envidia por la Virgen… hasta que tuvo su propia experiencia mística con ella (las llamadas «apariciones de la Virgen del Barrio», en Phoenix – ella habla de eso en español en este vídeo). A los hijos, esta religiosidad de los padres no les decía nada… hasta que experimentaron sus propias conversiones. Reyes murió rodeado de su familia. Estela, Armando, sus hermanos y muchas más personas en el entorno familiar han robustecido Ministerios de María, una red de escuelas de evangelización donde las mujeres hispanas cobran gran protagonismo (hasta el punto de que se ha escrito un estudio antropológico feminista en inglés que destaca como la Virgen y las devociones tradicionales convierten a las mujeres en líderes de Nueva Evangelización).

Siempre defender la vida en política

Sobre política, Armando habla claro. Incluso en su época de político mujeriego era firmemente pro-vida. «En el tema del aborto, yo era de los pocos demócratas que estaba contra el aborto. Siempre lo critiqué. Grupos que sabían mi pasado me atacaban públicamente por mi postura provida: «¿Cómo defiendes el derecho a la vida tú que no cuidas tu familia?». Resultó que hubo un escándalo en mi partido, con 7 diputados y senadores que se financiaban ilegalmente, y el partido me nombró para ocupar el puesto de senador de uno de los expulsados”.

Por eso, a los políticos temerosos de vivir su fe en serio les dice: «Lo que uno tiene que hacer es ser honesto, ante todo con Dios, y entonces todo lo demás funciona. Lo más difícil es defender lo que uno no vive. Y la gente quiere tener fe en sus diputados, confianza en que nuestros líderes son honestos, líderes morales con integridad. Si eres católico, solamente lo conseguirás si defiendes siempre lo de Dios.»

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