El Papa en el Ángelus, 24-9-2023: «Dios no calcula nuestros méritos, nos ama como hijos, nos busca y espera siempre y paga a todos con la misma ‘moneda’, su amor gratuito»  

* «A veces corremos el riesgo de tener una relación “mercantil” con Dios, centrándonos más en nuestras propias bondades que en su generosidad y su gracia. A veces también como Iglesia, en vez de salir a cada hora del día y tender los brazos a todos, podemos sentirnos los primeros de la clase, juzgando a los demás lejanos, sin pensar que Dios los ama también a ellos con el mismo amor que tiene para nosotros»      

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

* «Hoy se celebra el Día Internacional del Migrante y del Refugiado, sobre el tema ‘Libres de elegir si migrar o quedarse’, para recordar que migrar debería ser una elección libre y nunca la única posible. El derecho a migrar, de hecho, hoy para muchos se ha convertido en una obligación, mientras que debería existir el derecho a no emigrar para permanecer en la propia tierra. Es necesario que a todo hombre y a toda mujer se le garantice la posibilidad de vivir una vida digna, en la sociedad en la que se encuentra. Desafortunadamente, miseria, guerras y crisis climáticas obligan a tantas personas a huir. Por eso, estamos todos llamados a crear comunidades preparadas y abiertas para acoger, promover, acompañar e integrar a quienes llaman a nuestras puertas» 

24 de septiembre de 2023.- (Camino Católico) En el rezo del Ángelus de este domingo 24 de septiembre, el Papa Francisco ha recordado que “Dios nos busca siempre” sin hacer una “examen para valorar nuestros méritos”, sino con un “amor incondicional y gratuito”. El Santo Padre ha reflexionado ante los fieles que le escuchaban desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano acerca del Evangelio del día, donde “el propietario de una viña sale desde las primeras horas del alba hasta la noche para llamar a algunos jornaleros, pero, al final, paga a  todos del mismo modo, incluso a los que han trabajado solamente una hora (cf. Mt 20,1-16)”.

Foto: Vatican Media 24-9-2023

El Pontífice ha explicado que en esta parábola, “los trabajadores no son solamente los hombres, sino Dios, que sale siempre, sin cansarse, todo el día”.  “Así es Dios: no espera nuestros esfuerzos para venir a nosotros, no nos hace un examen para valorar nuestros méritos antes de buscarnos, no se rinde si tardamos en responderle; al  contrario, Él a menudo ha tomado la iniciativa y en Jesús ‘ha salido’ hacia nosotros, para manifestarnos su amor”, destacó.

El Papa Francisco ha reiterado que “Él nos busca y nos espera siempre” y recalca que “la justicia de Dios” es una “justicia superior”.  “La justicia humana  —señala el Santo Padre—, dicta dar a cada uno lo suyo, según lo que merece, mientras que la justicia de Dios no mide el amor en la  balanza de nuestros rendimientos, de nuestras prestaciones y de nuestros fallos: Dios nos ama y basta, nos ama  porque somos hijos, y lo hace con un amor incondicional y gratuito”.

En esta línea, subraya que a veces corremos el riesgo de tener una relación “mercantil” con Dios, “centrándonos más en nuestras propias bondades que en la generosidad de su gracia”. “A veces también como Iglesia, en vez de salir a cada hora del día y tender los brazos a todos, podemos sentirnos los primeros de la  clase, juzgando a los demás lejanos, sin pensar que Dios los ama también a ellos con el mismo amor que tiene  para nosotros”.

“Migrar debería ser una elección libre, nunca la única posible”, ha dicho el Papa después de rezar la oración del Ángelus, al recordar que este día se celebra la 109 Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, que tiene como tema «Libres de elegir si migrar o quedarse». En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la meditación del Santo Padre traducida al español, cuyo texto completo es el siguiente:

Foto: Vatican Media 24-9-2023
PAPA FRANCISCO
ÁNGELUS
Plaza de San Pedro, Vaticano
XXV domingo de Tiempo Ordinario
24-9-2023

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El Evangelio de la Liturgia del día nos presenta una parábola sorprendente: el propietario de una viña sale desde las primeras horas del alba hasta la noche para llamar a algunos jornaleros, pero, al final, paga a todos del mismo modo, incluso a los que han trabajado solamente una hora (cf. Mt 20,1-16). Podría parecer una injusticia, pero no hay que leer la parábola a través de criterios salariales; más bien nos quiere mostrar los criterios de Dios, que no hace el cálculo de nuestros méritos, sino que nos ama como hijos.

Detengámonos sobre dos acciones divinas que emergen del relato. En primer lugar, Dios sale a todas las horas para llamarnos; en segundo lugar, paga a todos con la misma “moneda”.

Foto: Vatican Media 24-9-2023

Ante todo, Dios es Aquel que sale a todas las horas para llamarnos. La parábola dice que el propietario «al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña» (v. 1), pero después continúa saliendo a varias horas del día hasta el atardecer, para buscar a aquellos a los que nadie había incorporado al trabajo todavía. Comprendemos así que en la parábola los trabajadores no son solamente los hombres, sino Dios, que sale siempre, sin cansarse, todo el día. Así es Dios: no espera nuestros esfuerzos para venir a nosotros, no nos hace un examen para valorar nuestros méritos antes de buscarnos, no se rinde si tardamos en responderle; al contrario, Él a menudo ha tomado la iniciativa y en Jesús “ha salido” hacia nosotros, para manifestarnos su amor. Y nos busca a todas las horas del día que, como afirma San Gregorio Magno, representan las diversas fases y estaciones de nuestra vida hasta la vejez (cf. Homilías sobre el Evangelio,19). Para su corazón nunca es demasiado tarde, Él nos busca y nos espera siempre. No nos olvidemos de esto: El Señor nos busca y nos espera siempre, ¡siempre!

Precisamente porque tiene el corazón tan amplio, Dios – es la segunda acción – paga a todos con la misma “moneda”, que es su amor. He aquí el sentido último de la parábola: los jornaleros de la última hora son pagados como los primeros, porque, en realidad, la de Dios es una justicia superior. Va más allá. La justicia humana dicta “dar a cada uno lo suyo, según lo que merece”, mientras que la justicia de Dios no mide el amor en la balanza de nuestros rendimientos, de nuestras prestaciones y de nuestros fallos: Dios nos ama y basta, nos ama porque somos hijos, y lo hace con un amor incondicional, un amor gratuito.

Hermanos y hermanas, a veces corremos el riesgo de tener una relación “mercantil” con Dios, centrándonos más en nuestras propias bondades que en su generosidad y su gracia. A veces también como Iglesia, en vez de salir a cada hora del día y tender los brazos a todos, podemos sentirnos los primeros de la clase, juzgando a los demás lejanos, sin pensar que Dios los ama también a ellos con el mismo amor que tiene para nosotros.

Y también en nuestras relaciones, que son el tejido de la sociedad, la justicia que practicamos a veces no es capaz de salir de la jaula del cálculo y nos limitamos a dar según lo que recibimos, sin atrevernos a más, sin apostar por la eficacia del bien hecho gratuitamente y del amor ofrecido con amplitud de corazón. Hermanos, hermanas, preguntémonos: Yo cristiano, yo cristiana, ¿sé salir hacia los demás? ¿Soy generoso, soy generosa hacia todos, sé dar ese “más” de comprensión, de perdón, como Jesús hizo conmigo y hace todos los días conmigo?

Que la Virgen nos ayude a convertirnos a la medida de Dios, esa de un amor sin medida.

Foto: Vatican Media 24-9-2023

Oración del Ángelus:                         

Angelus Dómini nuntiávit Mariæ.
Et concépit de Spíritu Sancto.
Ave Maria…

Foto: Vatican Media 24-9-2023

Ecce ancílla Dómini.
Fiat mihi secúndum verbum tuum.
Ave Maria…

Et Verbum caro factum est.
Et habitávit in nobis.
Ave Maria…

Ora pro nobis, sancta Dei génetrix.
Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.

Orémus.
Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,
méntibus nostris infunde;
ut qui, Ángelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem eius et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúndem Christum Dóminum nostrum.

Amen.

Gloria Patri… (ter)
Requiem aeternam…

Benedictio Apostolica seu Papalis

Dominus vobiscum.Et cum spiritu tuo.
Sit nomen Benedicat vos omnipotens Deus,
Pa ter, et Fi lius, et Spiritus Sanctus.

Amen.

Foto: Vatican Media 24-9-2023

Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:

Queridos hermanos y hermanas:

https://youtu.be/SE-rY44DTcE

Hoy se celebra el Día Internacional del Migrante y del Refugiado, sobre el tema «Libres de elegir si migrar o quedarse», para recordar que migrar debería ser una elección libre y nunca la única posible. El derecho a migrar, de hecho, hoy para muchos se ha convertido en una obligación, mientras que debería existir el derecho a no emigrar para permanecer en la propia tierra. Es necesario que a todo hombre y a toda mujer se le garantice la posibilidad de vivir una vida digna, en la sociedad en la que se encuentra. Desafortunadamente, miseria, guerras y crisis climáticas obligan a tantas personas a huir. Por eso, estamos todos llamados a crear comunidades preparadas y abiertas para acoger, promover, acompañar e integrar a quienes llaman a nuestras puertas.

Este desafío estuvo en el centro de los Rencontres Méditerranéennes, que se llevaron a cabo los días pasados en Marsella y en cuya sesión concluyente participé ayer, dirigiéndome a esa ciudad, cruce de caminos de pueblos y culturas.

Agradezco de manera especial a los obispos de la Conferencia Episcopal Italiana que hacen de todo para ayudar a nuestros hermanos y hermanas migrantes. Hace poco, hemos escuchado a mons. Baturi en televisión, en el programa “A Sua Immagine” que explicaba esto.

Os saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos de Italia y de tantos países, en particular al Seminario diocesano internacional Redemptoris Mater de Colonia, en Alemania. Como también saludo al grupo de personas afectadas por la enfermedad rara denominada “ataxia”, con sus familiares.

Renuevo la invitación a participar en la Vigilia ecuménica de oración, titulada “Together – Insieme” (juntos), que tendrá lugar el próximo sábado 30 de septiembre en la Plaza de San Pedro, en preparación de la Asamblea sinodal que iniciará el 4 de octubre.

Recordemos a la martirizada Ucrania y recemos por este pueblo que sufre tanto.

Os deseo a todos un feliz domingo. por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!

Francisco


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