Marcela Araya, de familia comunista y atea, abandonó la casa de sus padres, cayó en la droga, pero Cristo la rescató y convirtió
Camino Católico.- Marcela Araya, procedente de una familia comunista y atea, tras abandonar la casa de sus padres queda expuesta a los peligros de la calle y cae en el mundo de la droga y después de una accidentada vida llena de equivocaciones cuenta como Jesús sale a su encuentro repentinamente, transformándola totalmente.
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