Niños con síndrome de down cantan, tocan y conmueven al Papa en el encuentro con la sociedad civil en Quito

“Nosotros trabajamos mucho en dinámicas de grupo”, de tal forma que “si es que hay un alumno que no puede hay otro que sí puede, y el que no puede va aprendiendo del que sí puede”

8 de julio de 2015.- (ACI  / Camino CatólicoEsta noche, en el encuentro del Papa con la sociedad civil en la Iglesia de San Francisco en Quito un grupo de una docena de niños y jóvenes con Síndrome de Down y habilidades especiales conmovieron al Santo Padre con las palabras y la música que le ofrecieron. En el vídeo se visualiza y escucha una de las interpretaciones ante Francisco.

Los niños del Sistema Nacional de Música para Niños Especiales (SINAMUNE) interpretaron algunas piezas que el Papa escuchó muy atento. El director de SINAMUNE, Edgar Palacios, de 75 años, aseguró que los niños que han participado “están felices todos”. “Hemos cantado al Papa la música popular”, asegura, pues “he querido que el Papa vaya sintiendo lo que es mi tierra”. Además de canciones ecuatorianas, los niños de SINAMUNE han interpretado una milonga argentina “especialmente dedicada para el Papa”, dijo.

Después de la presentación, algunas niñas del grupo musical se acercaron al Pontífice y lo saludaron con singular ternura.

Esta es la segunda ocasión en la que SINAMUNE realiza una presentación para un Papa. La primera ocurrió en 2004 en el Vaticano, para San Juan Pablo II.

La orquesta completa consta de 32 niños, pero debido al pequeño espacio disponible dentro del templo solo han podido participar 12. Palacios explica que “para no herir susceptibilidades”, se seleccionó a los niños “que son más antiguos”.

El director de SINAMUNE es una autoridad musical en Ecuador, y  ha formado alrededor de 80 orquestas juveniles en todo el país.

Palacios confiesa que “tengo una impresión hermosa de este Papa, tengo la impresión de que es un santo pero que está en la tierra”. “Creo que la visita de este Santo Padre nos va a mejorar la calidad humana”, indica.

El proyecto de SINAMUNE tiene 23 años de vida, pero “fue pensado hace 32 años”. “Hemos trabajado, hemos creado una verdadera escuela. Por el SINAMUNE han pasado más de mil alumnos en estos 23 años”.

El éxito de este proyecto, destacó, se debe en buena parte a que cuenta con “el asesoramiento técnico en discapacidad de muchas personas, y nosotros hemos puesto todo el saber musical para desarrollar el proyecto”.

Palacios señaló que el trabajo de SINAMUNE se centra en el desarrollo rítmico, pues cuando los alumnos pueden marcar correctamente los dos y tres tiempos musicales, logran un “equilibrio perfecto”, que los ayuda a desenvolverse mejor en la sociedad.

Otro factor importante en la formación en esta institución es que “nosotros trabajamos mucho en dinámicas de grupo”, de tal forma que “si es que hay un alumno que no puede hay otro que sí puede, y el que no puede va aprendiendo del que sí puede”.

Los niños aprenden a tocar instrumentos musicales, danzas y formación orquestal, pero además se les enseña a pintar y a hacer artesanías, entre otras actividades.

Comentarios 0

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad