Arturo Martínez-Sánchez, católico mexicano en EE UU: Mataron a su mujer e hija pero «perdono a este asesino por mi fe en Dios y en Jesucristo»

«Rezo porque mi esposa y mi hija estén en el cielo esperando que mis hijos y yo lleguemos para pasar la eternidad con ellos»

18 de julio de 2012.– (ACI /Camino Católico) Arturo Martínez-Sánchez, un católico de origen mexicano en Estados Unidos, asegura que gracias a su intensa fe ha perdonado a Bryan Clay, un hombre que irrumpió en su casa armado con un martillo que lo golpeó en la cabeza para luego violar y asesinar a su esposa e hija Karla, quien el pasado 14 de julio habría cumplido 11 años. Martínez-Sánchez  con la voz quebrada afirmó  que su fe le ha ayudado a no dejar que la ira o el deseo de venganza lo abrumen, a pesar del intenso dolor que ahora enfrenta junto a sus dos hijos varones de 9 y 5 años, sobrevivientes del brutal ataque perpetrado por Clay el pasado 14 de abril.

“Perdono a este asesino por mi fe en Dios y en Jesucristo. Pero que lo haya perdonado no me quita el dolor que siento. Pero que lo haya perdonado no significa que no responderá a la justicia ante Dios y el sistema judicial americano…incluyendo la pena de muerte, si es que así es sentenciado. Como un creyente en Cristo, sé que Dios perdona todos los pecados de quienes tienen fe en Él. En este sentido, he sido instruido para perdonar primero»,aseveró en una conferencia de prensa con ocasión de la reapertura de su pequeño gimnasio al norte de Las Vegas.

El eslogan del gimnasio, creado por su fallecida hija, está pintado en la pared del local: «Cultivamos campeones». Arturo sabe que «Dios perdonará a los asesinos si hay verdadero arrepentimiento. Bryan Clay enfrentará su juicio ante Él. Rezo porque mi esposa Yadira y mi hija Karla estén en el cielo esperando que mis hijos y yo lleguemos para pasar la eternidad con ellos. De hecho, sé que esto es verdad».

En la imagen: en la parte superior izquierda Bryan Clay, el autor de los hechos y a la derecha Arturo Martinez-Sánchez. Debajo, la esposa y la hija asesinadas.

 Al ser consultado por un periodista sobre qué le diría Bryan Clay, Martínez-Sánchez respondió que «le diría ‘te perdono’. Si él me besara en la mejilla, yo también lo besaría». Sin embargo, Arturo también expresó su anhelo de justicia, y dijo que Clay «será castigado por lo que le ha hecho a mi familia. Él debe enfrentar a la justicia y la pena que el juez dicte, incluyendo la muerte, si a eso es sentenciado». 

Arturo Martínez-Sánchez estudió derecho en México D.F., donde conoció a Yadira, su fallecida esposa. Tras migrar ilegalmente a Estados Unidos, consiguieron establecer un hogar, trabajando «verdadera y honestamente». Martínez-Sánchez abrió su gimnasio en abril de 2011, pero lo cerró temporalmente tras el ataque sufrido. Al hablar de su decisión de reabrir el local, afirmó que «mi esposa y mi hija están detrás de esto».

Arturo Martínez-Sánchez ha hablado en una conferencia de prensa sobre lo ocurrido, 3 meses después de que casi lo mataran al ser atacado a martillazos en la cabeza por un extraño y con las huellas visibles y cicatrices del brutal ataque, después de 2 cirugías al cerebro y con 17 fracturas al cráneo. Con sus dos hijos menores Cristóbal y Alejandro a su lado, las fotos de su esposa e hija sobre una mesa explicó que no recuerda nada antes o durante el ataque,

Relató que se acostó a dormir en el sofá y que despertó al siguiente día alrededor de las 5 de la tarde. “Cuando me levanté, fui alrededor de la casa y vi sangre. El cuarto de mi hija estaba cubierto en sangre”.  Encontró a sus otros dos hijos ilesos, intentó llamar a la policía antes de desmayarse y se percató que sus dedos no le respondían debido a la lesión al cerebro. Entonces ordenó  a sus hijos que fueran a su escuela y le contaran a sus maestros lo que había pasado.

Los asesinatos causaron pánico en el vecindario y sorprendió a las personas que conocían a la pareja, porque ambos eran luchadores profesionales. Los vecinos estaban asombrados de como el asesino pudo atacarlos y vencerlos.  La policía arrestó días después a Bryan Devonte Clay, de 22 anos, basándose en las evidencias que dejo en el lugar del crimen. Clay se ha declarado no culpable a los cargos de asesinato, violación y otros cargos. Él espera ser enjuiciado y si es hallado culpable podría ser condenado a la pena de muerte, que es la petición realizada por los fiscales. La policía dice que Clay admitió haber consumido alcohol y usar algunas drogas la noche anterior al asesinato, y que no recuerda nada de lo que hizo después.

“Este crimen tan terrible es solo una de las cosas malas que existen en nuestro mundo” ha continuado leyendo Arturo Martínez-Sánchez, quien se está recuperando de la agresión, y está llevando una intensiva terapia de rehabilitación para lesiones de cerebro. Sus hijos están viviendo con sus familiares y no han regresado a la casa ensangrentada. “Nuestra feliz familia fue destruida, el mundo está lleno de maldad, opto por no ceder ante la maldad, yo elijo la vida y la felicidad de mis dos hijos Cristóbal y Alejandro. Elegimos ser fuertes y seguir adelante”.

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