Jimmy Lai, católico converso en Hong Kong y perseguido por China, rico empresario y activista pro-democracia en la isla: «El Señor está sufriendo conmigo y me da paz»

* «Si me voy, no solo renuncio a mi destino, renuncio a Dios, renuncio a mi religión, renuncio a lo que creo. Soy lo que soy. Soy lo que creo. No puedo cambiarlo. Y si no puedo cambiarlo, tengo que aceptar mi destino… Nuestro instinto nos urge a enfrentarnos a la injusticia, al mal. Al ser católico tienes el instinto de enfrentarte a lo que está mal, porque esa es la forma en que caminamos con el Señor»

Jimmy Lai, durante su detención el pasado mes de agosto

Camino Católico.-  Jimmy Lai es un empresario de Hong Kong y propietario del popular periódico Apple Daily, y firme opositor al régimen comunista chino que está vulnerando el régimen especial que rige la isla desde la independencia del Reino Unido. Pero también es un católico converso que ha visto que el bien está por encima de todo, y que parecerse aunque sea en algo a Jesucristo merece cualquier sacrificio, como su posible ingreso en prisión.

Lai fue detenido en agosto por más de 200 policías de Hong Kong en virtud de la recientemente impuesta ley de seguridad nacional impuesta por China. Junto a él fueron arrestados otros activistas católicos prodemocracia. Puesto en libertad días después se enfrenta ahora a duros cargos por parte de la dictadura comunista. Y aunque por su ciudadanía británica puede huir del país ha decidido quedarse y afrontar lo que le pueda ocurrir. Y todo ello lo hace en virtud de su fe católica.

Así lo ha expresado Jimmy Lai en una entrevista con el Napa Institute que recoge el National Catholic Register y que J. Lozano traduce y sintetiza en Religión en Libertad. “Cuando te elevas por encima de tu propio interés, encuentras el significado de la vida. Te das cuenta de que estás haciendo lo correcto, lo cual es maravilloso. A mí esto cambió mi vida en algo diferente”, dijo este hombre que podría haber evitado todos los sufrimientos que ha padecido y padecerá, pero que optó por seguir los dictados de su conciencia y de su fe.

El magnate de los medios de Hong Kong y fundador del periódico Apple Daily Jimmy Lai Chee Ying llega al Tribunal de Magistrados de West Kowloon. (foto: Yung Chi Wai Derek / Shutterstock)

Lai ha afirmado que se ha comprometido todos estos años con el movimiento prodemocrático de Hong Kong debido a “la enseñanza del Señor de que tu vida no se trata de ti mismo”.

Lo argumenta de este modo: “De la forma en que lo veo, si sufro por la causa correcta, solo define la persona en la que me estoy convirtiendo. Solo puede ser bueno para mí convertirme en una mejor persona. Si crees en el Señor, si crees que todo el sufrimiento tiene una razón, y el Señor está sufriendo conmigo…  me da paz».

La historia de Jimmy Lai no ha sido sencilla. No alcanzó el poder y el reconocimiento con facilidad. Llegó a Hong Kong desde la China continental a los 12 años como polizón y sin una moneda en sus bolsillos. Su madre pasó los primeros años de la vida de Lai condenada en un campo de trabajo comunista.

En Hong Kong, este hombre logró crear una importante cadena de tiendas de ropa lo que le granjeó una gran fortuna, que ha dedicado en buena parte también en la adquisición de medios de comunicación críticos con el Partido Comunista chino.

Lai tiene ciudadanía británica pero ya ha asegurado que no abandonará Hong Kong. También ha señalado que su familia apoya su decisión de quedarse, pero teme por su seguridad. «Si me voy, no solo renuncio a mi destino, renuncio a Dios, renuncio a mi religión, renuncio a lo que creo», dijo. Y añadió: «Soy lo que soy. Soy lo que creo. No puedo cambiarlo. Y si no puedo cambiarlo, tengo que aceptar mi destino».

En la entrevista Jimmy Lai afirma que su esposa siempre ha sido una católica piadosa y que incluso antes de su conversión él la acompañaba a misa cada domingo. Pero un momento dado este empresario de éxito se dio cuenta que también necesitaba a Dios en su vida, de manera cercana y personal. Fue bautizado en 1997 por el cardenal Zen, ahora arzobispo emérito de Hong Kong, y uno de los mayores críticos con la el régimen comunista y los acuerdos firmados entre China y la Santa Sede para el nombramiento de obispos.

Jimmy Lai, a la derecha, visitando al cardenal Zen durante su huelga de hambre en 2011

En su opinión, China necesita el liderazgo moral del Vaticano, pero expresó su decepción con este acuerdo entre la dictadura y roma. El poder de la Santa Sede es moral y virtuoso más que temporal, dijo Lai. Y por ello debe defender los valores morales cuando más lo necesitan, agregó.

Precisamente, Lai considera que los valores son fundamentales y el Partido Comunista chino está amenazando los valores cristianos y extendiendo su influencia a todas las esferas internacionales, incluyendo el cine y el deporte profesional.

A su juicio, la pandemia de COVID-19 es un «Pearl Harbor» para el mundo, que debería sacar al mundo de la complacencia. «Deberíamos mirar los hechos. Deberíamos mirar lo que le han hecho al mundo, cómo tratan con el mundo», indica Lai. «El problema al que nos enfrentamos ahora es que China va a ser la más poderosa, económicamente, del mundo. Ahora es el momento de que cambiemos la actitud con respecto a China… de lo contrario, nos cambiarán a la suya».

La vulnerabilidad del régimen comunista está precisamente en la moralidad y los valores, puesto que no sólo quiere eliminar a Dios sino que quiere “ser” Dios. Lai señala El presidente chino, Xi Jinping, quiere ser respetado como alguien todopoderoso, y es por eso que el Partido Comunista busca controlar la religión.

Los católicos han estado fuertemente involucrados en las protestas a favor de la democracia en Hong Kong, que llegaron a un punto crítico durante el verano de 2019. «Nuestro instinto nos urge a enfrentarnos a la injusticia, al mal. Al ser católico tienes el instinto de enfrentarte a lo que está mal, porque esa es la forma en que caminamos con el Señor«, observó Lai.

“El Vaticano solo puede depender de su virtud y poder moral para convertir al pueblo chino de la dictadura del ateísmo. Los chinos buscan fe, además de una vida material. China ciertamente ha mejorado la riqueza y los medios de vida de las personas en los últimos 40 años. Pero cuanto mayor éxito material tienen, más vacío sienten en su corazón”, recalcó Jimmy Lai.

Por ello, este católico asegura que el vacío moral en China es una oportunidad para que el catolicismo lo llene, para enseñar a la gente que «la vida es más que pan».


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